William Shakespeare y Federico García Lorca ponen en jaque a quienes creían en Costa Rica que el único teatro rentable era el de las comedias comerciales.
Un grupo de actores demuestra que en este país, donde reina el teatro de humor urbano y de temas sexuales, todavía los textos de autores clásicos son muy apetecidos por el público.
"La gente quiere ver buen teatro", explicó a IPS Jaime Hernández, director de la estatal Compañía Nacional de Teatro de Costa Rica.
Hasta comienzos de abril, la cartelera de teatros estaba plagada de títulos que aludían a crímenes en las ciudades, a sexo y al medicamento que combate la impotencia sexual, el viagra.
Sin embargo, una obra del dramaturgo inglés William Shakespeare y otra del español Federico García Lorca comenzaron desde entonces a cautivar a una platea cubierta en especial por personas jóvenes.
Esto ha provocado que se acumulen los comentarios de críticos que piden más puestas en escena de este tipo para el público que quiere ir al teatro a pensar más que a reír.
"Es nuestra responsabilidad darle al público otra opción además de la comercial, por eso escogimos llevar a escena a Shakespeare, un autor que desde hace 400 años llena los teatros", dijo Hernández.
Este director es el responsable del montaje de "Ricardo III", de Shakespeare, que desde el 7 de abril llena cada noche la capacidad del Teatro de la Aduana, de San José.
La convocatoria ha hecho que cientos de estudiantes de escuelas secundarias y universitarios inunden de martes a domingo el céntrico barrio La California para poder ingresar al teatro y disfrutar de ese clásico.
Este clásico, que terminará de presentarse a fines de este mes, llega a las tablas en atención a los pedidos generalizados del público por un teatro más serio y "para no dejar que Shakespeare salga de nuestras tablas", comentó Hernández.
Esta obra reúne a 30 de los más conocidos actores costarricenses, con un vestuario muy elaborado, lo cual ha hecho que el costo de la puesta en escena ascienda a más de 52.000 dólares, cifra muy superior a la que se invierte en las obras comerciales que se ofrecen en teatros privados.
"La respuesta del público ha sido maravillosa", comentó a IPS Marielos Fonseca, asistente de dirección de esta obra y productora de la Compañía Nacional de Teatro.
Fonseca agregó que muchos de los actores trabajan en los espectáculos de teatros de humor porque necesitan ese ingreso para sobrevivir, pero si tuvieran la opción de hacer sólo obras de Shakespeare "sin duda preferirían a los clásicos".
Esto se cebe a que la cultura en Costa Rica no ha sido prioridad de los gobiernos y los actores no tienen incentivos estatales para sus producciones.
Esta situación se refleja en el hecho de que los actores que representan a "Ricardo III" fueron todos contratados, pues la Compañía Nacional de Teatro no tiene recursos suficientes para mantener a un equipo permanente.
Sin embargo, los esfuerzos se dirigen ahora a utilizar lo mejor posible los recursos limitados.
"Ricardo III" es una pieza teatral que narra la vida de ese temido rey inglés, personaje malintencionado que tenía un brazo más corto que el otro y renqueaba. La caída de Ricardo III y el ascenso al trono de Enrique VII supone el principio del poder de la dinastía Tudor.
El éxito de taquilla de esta obra ha augurado a los responsables de la Compañía Nacional de Teatro resultados positivos para las próximas representaciones, que serán coproducciones de piezas del español Fernando Fernán-Gómez y del estadounidense Tenesse Williams.
Otra de las obras que está en cartelera en la actualidad y que trata de rescatar el montaje de piezas reconocidas es "Mariana Pineda", de García Lorca.
"Mariana Pineda" es llevada a escena en el Teatro Nacional, el principal espacio cultural del país, por otro grupo conformado por actores de gran experiencia mezclados con otros que hacen sus primeras armas en el teatro.
"Me encantó esta obra porque no es común que se presenten este tipo de espectáculos en el país", dijo a IPS Ana Victoria Montoya, una joven universitaria que asistió a una de las funciones.
Los críticos locales alertan sobre la crisis teatral en este país desde hace años, responsabilizando de la situación al hecho de que sólo se lleven a las tablas comedias comerciales.
Sin embargo, la respuesta de los jóvenes ante la puesta en escena de clásicos está llevando a muchos dueños de teatros -sólo en San José hay alrededor de 25 salas- a replantear el futuro de estos espectáculos populares. (FIN/IPS/nms/dm/cr/00
