El ex ministro de Economía de Argentina Domingo Cavallo desistió hoy de competir en segunda vuelta por el gobierno municipal de la capital, luego del contundente triunfo electoral obtenido el domingo por el candidato oficialista Aníbal Ibarra.
Tras una jornada de reuniones con sus aliados, liderados por Gustavo Béliz, también ex ministro de Carlos Menem, Cavallo aceptó su derrota, felicitó a los ganadores, pidió disculpas por su enojo y anunció su renuncia a competir en segunda vuelta el domingo 21, pese a que le asiste el derecho de hacerlo.
En Argentina, para ser proclamado presidente en primera vuelta se requiere de 45 por ciento de los votos o de una diferencia de 10 por ciento respecto del segundo, pero en la capital, para elegir jefe de gobierno municipal se exige 50 por ciento más uno, sin importar la diferencia que exista respecto del segundo.
La capital argentina es el segundo distrito en número de votantes después de la provincia de Buenos Aires y ya estaba siendo gobernada por la Alianza oficialista, en el poder a nivel nacional desde diciembre.
Ibarra obtuvo 49,4 por ciento y Cavallo 33 por ciento. Por eso, por lo que debía celebrarse una segunda vuelta, pero la amplitud del triunfo y la escasa diferencia para acceder directamente al gobierno en la primera ronda se planteó en el escenario político local ya como un triunfo oficialista.
Una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública, difundida este martes por el diario Clarín, indicó que 62 por ciento reclamaba a Cavallo que renunciara a competir en la segunda vuelta y 33 por ciento lo apoyaba. Incluso el 21,3 por ciento de sus votantes le recomendó que se abstuviera.
Cavallo modificó así la actitud con la que arremetió cerca de la medianoche del domingo, cuando acusó al ganador de tramposo, lacayo, incapaz e impotente. Esa noche anunció, además, que se presentaría a la segunda vuelta y lo ratificó el lunes, aunque ya con el respaldo raleado de sus socios.
Más cauto, dijo este martes junto a Béliz que ponderó que la mayoría de la opinión pública piensa que la segunda vuelta sería una pérdida de tiempo y aseguró que no le costaba nada resignar su postulación y comenzar a trabajar con el equipo de Encuentro por la Ciudad, que obtuvo 33 por ciento de los votos.
Admitió que era inimaginable revertir el resultado adverso del domingo, pero que en un principio había considerado mejor hacer caso de la letra constitucional, que indica que si el candidato más votado no obtiene la mayoría absoluta, el resultado debía dirimirse en segunda vuelta.
Cavallo también se disculpó por su "apasionamiento" que, admitió "no logra controlar", aceptó que se equivocó al sospechar que había trampa en la demora del escrutinio porque finalmente los datos oficiales coincidieron con los suyos, y prometió que la próxima vez intentará "evitar estos errores".
Explicó su enojo porque nunca había habido tantos atrasos en una elección distrital, y de hecho, los responsables del comicio admitieron que hubo problemas técnicos que obligaron a realizar el escrutinio en forma manual hasta la madrugada del lunes, pero el conteo tradicional no restó transparencia a los cómputos.
El responsable de la transformación de Cavallo -que todos los diarios coincidieron el lunes en que estaba fuera de control cuando debió admitir el domingo el triunfo de su adversario-, fue Béliz, su compañero de fórmula, quien tomó distancia de la actitud confrontación de su socio sin romper la coalición.
La insistencia de Cavallo el lunes en seguir en carrera pese a la diferencia de 16 puntos que le llevaba Ibarra decidió a Béliz a no acompañarlo a una rueda de prensa que ofreció en la tarde, y en la noche, durante una cena, acordaron mantener el bloque que formaron para los comicios, pero aceptar esta derrota.
Inclusive este martes, en las entrevistas publicadas en los principales diarios nacionales, Cavallo insistía con su idea de seguir en campaña hasta el domingo 21, aunque ya se advertían fisuras, como reconocer que si la mayoría de la gente creía que se trataba de un capricho personal, entonces debería desistir.
Así, durante la rueda de prensa celebrada este martes, Béliz abrió el fuego felicitando a los adversarios y resaltando los importantes logros de la coalición que integra, como haber duplicado el número de votos respecto de dos años atrás, y que tendrá casi tantos legisladores como la Alianza oficialista.
El partido de Cavallo -Acción por la República- tiene 12 parlamentarios nacionales. Ahora, en los comicios del domingo, además de conseguir 33 por ciento de los sufragios en sociedad con Béliz, obtuvo 20 legisladores frente a los 24 de la Alianza gobernante.
Béliz, de 38 años, admitió que "en la vida hay tiempo para ganar y para perder, para sembrar y para cosechar, para trabajar desde la cima del poder y desde el llano", y añadió que "sólo está derotado el que baja los brazos y renuncia a sus ideales sin pelear".
También procuró despejar toda sombra de duda respecto de una eventual ruptura con Cavallo al manifestar su orgullo por trabajar junto al ex ministro de Economía, y advirtió además que seguirán trabajando juntos desde la Legislatura de la Ciudad, para llevar adelante sus proyectos. (FIN/IPS/mv/ag/ip/00