/1 de Mayo/ TRABAJO: Sindicalistas de la CIOSL buscan nuevan formas de acción

Los sindicatos necesitan más jóvenes y mujeres capaces de usar Internet, la red mundial de computadoras, para representar y movilizar a afiliados diversos en todo el mundo, señalaron dirigentes de la CIOSL.

El XVII Congreso de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), realizado el mes pasado en la ciudad oriental sudafricana de Durban, discutió el papel de los sindicatos en un mundo que se globaliza, y el modo en que pueden aumentar su influencia.

La CIOSL, con sede en Bélgica, señaló que eso puede lograrse si el movimiento sindical atrae a más jóvenes, da mayor representación a las mujeres, se relaciona en forma directamente con las firmas transnacionales y aprovecha nuevas tecnologías como la Internet.

"El lugar de trabajo es un escenario muy importante para ayudar a la gente a superar los temores y la inseguridad en un mundo que cambia con rapidez", y en el cual "el desempleo y la pobreza crean un terreno fértil para los enemigos de la democracia", afirmó la CIOSL.

Marieke Koning, funcionaria de la CIOSL encargada del trabajo con la juventud, apuntó que si millones de jóvenes quedan sin empleo y fuera del movimiento sindical, serán la generación perdida de trabajadores y la vitalidad perdida del sindicalismo.

La CIOSL representa a 125 millones de trabajadores en todo el mundo, y su XVII Congreso Mundial, realizado del 3 al 7 de este mes, analizó estrategias para enfrontar el impacto social y económico de la globalización sobre los sindicatos.

En los países en desarrollo, el desempleo juvenil asciende a 30 por ciento, y los sindicatos sostienen que la actual recesión económica internacional y los programas de ajuste económico estructural han causado la peédida de puestos de trabajo en muchas naciones.

La gran pregunta es de qué modo los sindicatos pueden ayudar a crear empleo en un mundo en el cual la mitad de los 6.000 millones de personas que lo habitan sobreviven con menos de dos dólares diarios, y 900 millones de trabajadores están desocupados o subempleados.

Cada vez surgen más dudas sobre la eficacia de los sindicatos, a medida que la industria aprovecha la globalización para buscar mano de obra barata a través de las fronteras, y explota las ventajas de las zonas francas de procesamiento de exportaciones, donde la influencia del sindicalismo es débil.

El informe anual de la CIOSL de 1999 señaló que los derechos sindicales se violaban en 119 países.

Las mujeres son 39 por ciento de las personas afiliadas a sindicatos en el mundo, pero muy pocas ocupan altos cargos sindicales. Consignas como "los sindicatos necesitan mujeres tanto como las mujeres necesitan sindicatos" aún no han sido llevadas a la práctica, apuntó la CIOSL.

Otro sector poco presente en el movimiento sindical es el de los trabajadores migrantes, quienes son más de 120 millones en el mundo y a menudo resultan víctimas de racismo y xenofobia.

La CIOSL afirmó, con cautela, que "está cada vez más preocupada por los problemas de los homosexuales y lesbianas" en el mundo laboral.

Señaló también que las personas discapacitadas son relegadas a empleos precarios y mal pagados, en el caso de que consigan trabajo, y que las de mayor edad a veces son excluidas en forma prematura del mundo laboral, y a menudo privadas de seguridad social, tras muchos años de labor, en países en desarrollo.

La conferencia analizó la manera de establecer códigos de conducta internacionales en materia laboral, acuerdos de consulta y estrategias para la representación de los trabajadores mediante redes internacionales de sindicatos.

"No creo que sea exagerado decir que este crucial congreso determinó el futuro del movimiento sindical, y que sus resultados deben colmar las expectativas de nuestros afiliados y de todos los movimientos progresistas", declaró Zwelinzima Vavi, secretario general del Congreso de Sindicatos Sudafricanos.

"Debemos salir de esta reunión con un nuevo sentido del propósito del movimiento sindical internacional, y asumir nuestro pasado para defender y asegurar el futuro", añadió.

Los delegados pidieron a la CIOSL que comenzara a movilizar a las "fuerzas progresistas internacionales" para desarrollar una estrategia alternativa que impulse un nuevo orden comercial y financiero mundial.

Esa estrategia también debe buscar la democratización de instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, y la construcción de un movimiento social del Sur en desarrollo, para articular un nuevo modelo de desarrollo.

"No se debe seguir adelante con la creciente desregulación de las economías nacionales, rumbo a una economía mundial cada vez menos regulada", enfatizó ante los delegados al congreso el chileno Juan Somavia, director general de la Organización Internacional del Trabajo.

"Debemos denunciar que es falsa la idea de que sólo podemos adaptarnos a la globalización. Eso no es verdad. Las políticas monetarias, comerciales y macroeconómicas que modelan la globalización pueden ser cambiadas", afirmó.

El congreso tuvo en cuenta las consecuencias de la crisis financiera asiática que comenzó en 1997, y las masivas protestas contra la globalización durante la III Conferencia Ministerial de la Organizacion Mundial de Comercio, realizada en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle a fines del año pasado.

"No es un secreto que debemos construir un poderoso movimiento sindical y desarrollar estrategias para incluir en él a los 'nuevos trabajadores"', comentó Vavi.

"Comienza a emerger una nueva actitud de resistencia al actual orden mundial, y eso crea una oportunidad histórica para desafiar la parálisis de las fuerzas progresistas causada por la globalización en la última década", expresó. (FIN/IPS/tra- eng/gm/da/ego/mp/lb/00

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