La lucha por la libertad sindical y el rescate de 42,5 de cada cien habitantes de México que sobreviven con menos de dos dólares diarios unirá este 1 de mayo en una sola voz a miembros de más de 200 organizaciones independientes de trabajadores en el país.
La primera conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores del siglo XXI servirá para refrendar el pacto de unidad no escrito que congregó a grupos sociales y sindicales que pugnan por una profunda reforma política y económica de México.
El ingreso mínimo anual de los trabajadores mexicanos, que entre 1980 y 1984 había alcanzado a 1.343 dólares, en el período 1995-1999 bajó a 768 dólares, según un informe divulgado este mes por el Banco Mundial.
En este país de casi 100 millones de habitantes, 17,9 por ciento de éstos percibe menos de un dólar al día y 42,5 por ciento subsiste con sólo dos dólares diarios o menos, señala ese estudio.
Pero el clamor de los contingentes de trabajadores, estudiantes y activistas que marcharán este lunes por la ciudad de México no sólo será para exigir un mejor salario, sino también en reclamo de cambios en la política económica.
Los sindicatos independientes del país aglutinados en la Unión Nacional de Trabajadores y el Frente Sindical Mexicano, acordaron coronar la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores con un mitín en el gigantesco Zócalo (principal plaza) de la capital mexicana.
Esas actividades fueron dispuestas de modo de no coincidir con el festejo oficial para evitar posibles enfrentamientos con miembros de los sindicatos tradicionalmente pro gubernamentales.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM), que aglutina a más de 6.000 sindicatos, participará en una breve ceremonia que organizará el gobierno de Ernesto Zedillo también en el Zócalo capitalino.
La CTM adhirió casi desde su constitución en 1936 al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que no perdió una elección presidencial desde hace 71 años.
Los multitudinarios desfiles con que el sindicalismo oficialista celebraba el 1 de mayo fueron suspendidos desde hace tres años.
La última conmemoración de la histórica jornada a realizarse durante el gobierno de Zedillo, cuyo mandato concluirá en diciembre, convocará voces inconformes con proyectos privatizadores y la política educativa.
"La fecha coincide con la parte más intensa de la campaña electoral por la Presidencia y en un momento de una gran transformación en el plano laboral debido a las relaciones de México con sus socios comerciales", dijo a IPS Rocio Guadarrama, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
México acordó ocho tratados comerciales con 24 naciones en los últimos años, que representan en conjunto 870 millones de consumidores potenciales.
Zedillo soslayó en este período "la necesidad de reformar la ley federal del trabajo, pues ello implicaba un reajuste del sistema de relaciones corporativas en el país, comenzando por los vínculos Estado-PRI-sindicatos", señaló Guadarrama.
La revisión de los mecanismos que permitieron una historia marcada por la obediencia sin reparos, que el sindicalismo oficial profesó a las políticas del PRI, entrañaba riesgos de consecuencias imprevisibles para el gobierno, destacó Guadarrama.
Pero la reforma del marco legal en la materia "es fundamental, no sólo en el ámbito de la política interna, sino por las tendencias internacionales, de las que México no puede excluirse", añadió la experta del Departamento de Sociología de la UAM.
El contexto mundial "ha dado la pauta a nuevas formas de contratación laboral sobre la base de una mayor flexibilización, impulsada por el propio mercado dentro de un proceso que plantea enormes desafíos para los trabajadores", indicó.
"Los sindicatos que han intervenido más de cerca en los cambios productivos y tecnológicos estarán más preparados para enfrentar la tendencia a la desregulación, pero siempre y cuando sean capaces de organizarse", subrayó.
Por su lado, las organizaciones sociales y sindicales independientes se aprestaban a manifestarse a favor de la libertad sindical y en repudio a los planes del gobierno de privatizar algunas áreas de la estratégica industria eléctrica nacional.
Las huestes del activo Sindicato Mexicano de Electricistas marcharán junto con jubilados, pensionados y organizaciones rurales, mientras se espera que se unan también los estudiantes que se movilizan por la gratuidad de la educación en México. (FIN/IPS/pf/dm/ip/00
