Los sindicatos españoles negociarán un pacto social con el nuevo gobierno, que continuará siendo presidido por el centroderechista José María Aznar a partir de este jueves, cuando preste juramento ante el rey Juan Carlos.
Aznar dijo este martes, al presentar su programa en el Congreso de los Diputados, que considera urgente encarar reformas en el mercado de trabajo y que para lograrlas "el método seguirá siendo el diálogo social".
Tras su discurso, las dos centrales sindicales mayoritarias, la Confederación General de Comisiones Obreras (CCOO, procomunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, prosocialista) le tomaron la palabra y señalaron que es urgente abrir el diálogo.
CCOO consideró en un comunicado que en ese diálogo deben participar los sindicatos, el gobierno y las empresas "para crear más y mejor empleo, elevar la tasa de actividad, aumentar la protección de los parados y renovar el consenso social y político en torno al sistema público de pensiones".
Las dos centrales sindicales, que agrupan a la inmensa mayoría de los trabajadores españoles, coinciden en la necesidad de un pacto social y en la legislatura anterior (1996-2000) suscribieron uno con el gobierno presidido por Aznar.
Algo que no pudieron hacer en los 14 años de gobierno del hoy opositor Partido Socialista Obrero Español (1982-1996), en los cuales, por el contrario, realizaron dos huelgas generales con respaldo masivo.
Aunque en los cuatro años del gobierno de Aznar se crearon en España la mitad de los puestos de trabajo creados en los 15 países de la Unión Europea, el mandatario reconoció ante el parlamento que todavía falta mucho por hacer para terminar con la desocupación.
En especial se deberá tratar el desempleo de las mujeres. "Necesitamos la participación generalizada de la mujer en la vida laboral", sostuvo.
"Estamos obligados a adoptar las medidas necesarias para romper las barreras que todavía existen para lograr con normalidad su plena integración", agregó Aznar.
Esa necesidad es compartida por CCOO, que señaló que "el objetivo básico pasa por acompañar (…) una mayor incorporación de la mujer al mercado de trabajo, como mejor instrumento para elevar la tasa de actividad".
La central sindical "valora el interés del candidato por convertir el empleo en el objetivo central" pero "ahora se trata de traducir estos anuncios en política activa de creación de empleo estable y de calidad", advirtió.
No obstante esas coincidencias generales, CCOO calificó de "sospechoso silencio" la omisión de Aznar de toda referencia a la protección económica de los desocupados, que "parece dar continuidad al olvido de que fueron objeto los parados (desocupados) en la anterior legislatura", sostuvo.
La central sindical advirtió que "en este tema será beligerante".
Algo similar planteó la UGT. Su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, manifestó que en el discurso de Aznar no apareció "ningún objetivo ni propuestas concretas para mejorar el mercado laboral".
Fuentes próximas a Aznar dijeron a IPS que la ausencia de propuestas concretas es normal en un discurso de investidura, cuyo objetivo es presentar al congreso legislativo el programa general de gobierno para pedir el voto de los diputados.
En ese plano, el presidente se refirió a la necesidad de fortalecer la economía española, y puso el acento en su apuesta por la liberalización.
Para Aznar, se debe impulsar la rebaja de los impuestos, el aumento de la iniciativa de las pequeñas y medianas empresas y apostar por cinco ejes de desarrollo: educación, innovación, comunicaciones, ambiente y cultura. (FIN/IPS/td/mj/ip lb/00