PERU: Crece tensión en elecciones sin alternativas programáticas

Los cuatro candidatos presidenciales que compiten en las elecciones del domingo próximo en Perú ofrecen propuestas programáticas similares, pese a lo cual crece la tensión política, social e inclusive en ámbitos militares.

El presidente Alberto Fujimori, quien según encuestas recoge más de 40 por ciento de la intención de voto de los peruanos, logró postularse para un tercer mandato consecutivo a partir de una ley interpretativa de la Constitución, aprobada en 1996 con la mayoría oficialista del Congreso.

Desde entonces la oposición se ha limitado a tratar de impedir la candidatura de Fujimori, quien recoge un fuerte respaldo entre los sectores más pobres de la población, denunciando que esa norma viola la ley fundamental.

El mandatario peruano también es acusado por la oposición de utilizar a su favor recursos públicos, de ejercer presiones financieras sobre los canales de televisión y de haber desatado una intensa campaña de difamación contra sus adversarios.

El crecimiento electoral del economista Alejandro Toledo, hoy principal competidor del presidente, fue acompañado en las últimas semanas con denuncias de falta de equidad en el proceso electoral, que se convirtieron luego en advertencias de un eventual fraude en gestación.

De esta forma el clima político ha levantado temperatura, al punto que en los dos últimos días se produjeron cuatro graves enfrentamientos callejeros entre seguidores de los dos principales contendientes.

Toledo declaró que considerará fraudulenta una victoria de Fujimori y anunció que encabezará personalmente una insurgencia popular si ello ocurre.

En tanto, el diario opositor La República publicó un documento presuntamente suscrito por coroneles del ejército que impedirían un eventual fraude. También informó que los generales Abraham Cano y Percy Corrales serían destituidos por Fujimori, en caso de ganar las elecciones, "porque no se les tiene confianza".

Empero, algunos analistas sostienen que el tenso clima electoral no se condice con los planteos de los candidatos, ya que no ofrecen alternativas políticas importantes.

"La insistencia del presidente Fujimori de no abandonar el poder y postularse a un ilegal tercer mandato consecutivo contribuyó a empobrecer el debate político y a disimular la falta de alternativas al imperante modelo neoliberal", opinó la socióloga Imelda Vega Centeno.

"Los sectores de mayor madurez política del país se movilizan en respaldo de Toledo, sin analizar si será o no un gobierno diferente al actual", añadió Vega Centeno, experta de la Comisión de Estudios de Historia de las Iglesias de América Latina (Cehila).

Recordó, además, que el modelo económico impuesto por Fujimori desde 1990 fue diseñado por el Banco Mundial, del cual Toledo fue funcionario.

"Lo que más llama la atención de estas elecciones es la pobreza de ideas. Creo que eso es la peor herencia del gobierno de los últimos 10 años y que ahora quiere quedarse cinco años más", comentó el sociólogo Marytín Tanaka, del Instituto de Estudios Peruanos.

Tanaka entiende que Perú está "ante una historia penosa, que es la incapacidad de generar un polo opositor o gestar una convergencia programática de carácter alternativo".

En su opinión, ese fenómeno ocurre porque la oposición se centró "de modo absolutamente miope, obsesivo y legalista en evitar la tercera candidatura de Fujimori".

Por su parte, el ex ministro de la Presidencia Javier Valle Riestra, que renunció cuando no pudo convencer a Fujimori de desistir de sus intenciones reeleccionistas, sostuvo que "se cometa o no un fraude, la verdad es que una victoria del presidente provocará una situación de ingobernabilidad".

"Aunque ganara en la primera vuelta electoral, como estiman algunas encuestas, es evidente que no tendrá mayoría parlamentaria y el encono en la contienda electoral le impedirá formar alianzas en el Congreso para tener una mayoría que le permita gobernar", vaticinó.

La organización no gubernamental de derechos humanos Instituto de Defensa Legal (Idele) cree también que Fujimori incurrirá inevitablemente en fraude electoral, según señala en su boletín del 3 de abril difundido entre los corresponsales de prensa extranjera por correo electrónico.

El Idele reconoce que el presidente recoge alrededor de 30 por ciento de las adhesiones del electorado peruano, "por el apoyo de quizás millones de pobres resignados a estar con el gobierno por el bien manipulado temor de perder la ayuda alimentaria que distribuye el gobierno".

Sin embargo, le atribuye a Toledo 35 por ciento de la intención de voto.

Con estas cifras, y tomando en cuenta que "el tiempo político va en su contra", "pues el respaldo a Toledo tiende a aumentar día a día", Idele estima que Fujimori tratará de adulterar los resultados electorales, aprovechando la falta de representantes de los otros candidatos en las regiones mas aisladas del país.

"Estamos convencidos de que eso es lo que tratará de hacer. Quizás lo logre, quizás no, pero si lo consigue se abrirá un período de inestabilidad política de impredecible desenlace", señaló la organización humanitaria.

También advirtió que "medio país y gran parte de la comunidad internacional dirán que hubo fraude y Perú tendrá el gobierno más frágil e inestable de la historia reciente, con consecuencias que pueden ser desastrosas, incluso en el terreno económico".

El documento concluye afirmando que Fujimori necesitará que por lo menos uno de los candidatos perdedores reconozca "hidalgamente" su derrota, y expresa la seguridad de que Toledo no aceptará ese papel, así como es poco probable que lo acepten los candidatos que ocupen el tercer y cuarto lugar. (FIN/IPS/al/dm/ip/00

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