Desde la Cumbre Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, la búsqueda de igualdad de género entraña el reto para todos los países de construir sociedades justas y equitativas.
La cita en la capital china representó el gran motor de los programas de integración de las mujeres en el desarrollo económico y social, hasta lograr que ahora existan más mujeres que trabajan por las mujeres.
Guadalupe Espinosa, directora Regional del Programa de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) en México, América Central, Cuba y República Dominicana, expuso a IPS los esfuerzos que realiza ese organismo para eliminar obstáculos a su plena incorporación en la esfera pública y privada.
La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer "significó un parteaguas en los esfuerzos porque la igualdad entre hombres y mujeres sea concebida como un asunto de derechos humanos", declaró Espinosa.
En la búsqueda de que los "programas nacionales incorporen los problemas de género, con los derechos humanos como marco", Unifem "va siguiendo la corriente del movimiento de mujeres" organizadas en asociaciones públicas y privadas, añadió.
La funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) subrayó que "sin un mandato estático, sino bajo la pauta que marcan las organizaciones de mujeres, Unifem promueve la igualdad de género como condición indispensable para el desarrollo y la paz".
En relación con los compromisos asumidos por los gobiernos en Beijing, como el de disponer de indicadores que permitan cuantificar el papel de las mujeres en los ámbitos político, económico y social, Unifem contribuye como organismo coordinador.
El acopio de información actualizada, que sirva de sustento para el diseño de políticas adecuadas, es supervisado por Unifem hasta dar cuerpo al proyecto llamado sistema de indicadores para el seguimiento de la situación de la mujer (Sisesim).
En el caso de México, el Sisesim constituye una herramienta que ha permitido el intercambio de información entre los distintos sectores de este país de cien millones de habitantes.
El Programa Nacional de la Mujer representa el principal instrumento del gobierno mexicano a favor de la participación plena de la población femenina del país, sobre la base de la igualdad de oportunidades y el ejercicio de los derechos civiles y políticos.
En 1995, los menores de 15 años mexicanos conformaban 35,5 por ciento de la población, de los cuales 50,7 eran niños y 49,3 por ciento niñas.
En promedio, la expectativa de vida de las mujeres mexicanas es de 75,5 años, mientras la de los hombres es de 69,5 años. El 87,9 por ciento de las mujeres adultas están alfabetizadas, contra 92,3 por ciento de los adultos.
México ocupa el lugar número 13 por el nivel de su economía, pero el 50 por su desarollo humano y el 48 en cuanto al desarrollo de género.
El desarrollo humano en América Latina y el Caribe alcanza 0.756, sobre un óptimo de 1.000, mientras en los países industrializados es de 0.919.
El índice de desarrollo relativo al género es de 0.749 en América Latina y el Caribe, y de 0.915 en el Norte industrializado, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Alrededor de cuatro millones de familias mexicanas son dirigidas por mujeres, que representan 30 por ciento de la población económicamente activa. Hace 25 años, una de cada cinco mujeres trabajaba y ahora lo hace una de cada tres.
En la Universidad Nacional Autónoma de México, con una matrícula de 300.000 alumnos, 55 por ciento son mujeres, contra 27 por ciento hace 30 años.
Con ese diagnóstico, las condiciones de vida de las mexicanas serán abordadas en junio en Nueva York, en el marco del periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Con el título "La Mujer en el año 2000: Igualdad de género, desarrollo y paz para el Siglo XXI", ese encuentro tuvo como antesala la octava Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que reunió en febrero en Lima a delegaciones de 41 países.
Unifem fue creado en 1976, un año después de la celebración de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en la ciudad de México, considerada el primer gran alerta internacional sobre la discriminación de género en todo el planeta. (FIN/IPS/pf/ag/dv hd/00