El socialismo español debe convertirse en un partido de pobres y ricos unidos por un espíritu solidario para salir de la crisis que padece, afirmó hoy Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de sus principales dirigentes regionales.
Rodríguez Ibarra es el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Extremadura, cuyo gobierno autónomo preside. Esa región es una de las únicas tres entre las 17 que constituyen España en las que el PSOE triunfó en las elecciones generales de marzo.
El rotundo triunfo del gobernante y centroderechista Partido Popular (PP), que obtuvo amplia mayoría en el parlamento, provocó la renuncia del entonces secretario general del PSOE y derrotado candidato a la presidencia, Joaquín Almunia, y de todos los miembros de su Comisión Ejecutiva Federal partidaria.
Desde entonces, una directiva provisional comenzó a organizar un congreso general para el 21 de julio, en el que se elegiría una nueva Comisión Ejecutiva. Algunos dirigentes regionales, como José Bono, presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, se manifestaron dispuestos a ser candidatos a la Secretaría General.
Los socialistas de Extremadura se oponen a una posible reducción del Congreso partidario a la función de elegir el sucesor de Almunia. La dirección partidaria regional se reunió el fin de semana y su posición fue presentada seste martes por Rodríguez Ibarra en el Club Internacional de Prensa en Madrid.
El dirigente extremeño planteó que "el PSOE no existe" desde la derrota electoral, de la que no se ha recuperado y que calla ante acontecimientos de gran importancia, además de carecer de líder y de proyecto político. "Nuestro partido está como desaparecido", dijo.
En primer lugar, señaló que esa organización debe abrirse a la sociedad, de manera que afiliados y no afiliados discutan proyectos, ideas y métodos para lograr una sociedad más libre, democrática y solidaria.
Rodríguez Ibarra negó que la globalización haya ocasionado el fin de las ideologías y que éstas carezcan de importancia. El socialismo democrático tiene vigencia, pero no debe competir con la derecha sólo en términos de quien administra mejor, aunque también tenga que preocuparse por la buena administración de la cosa pública, añadió.
Ya no es como en los orígenes del PSOE, un siglo atrás, cuando había una inmensa mayoría de pobres y una minoría de ricos. "Ahora sigue habiendo pocos ricos, pero también hay pocos pobres en España", dijo.
Por eso, explicó, el suyo no se debe plantear como un partido de pobres contra ricos, sino que debe tener las puertas abiertas para todas las clases sociales, unidas por ideales propios del socialismo democrático.
La sociedad huye de la política tradicional y, por eso, los dos grandes movimientos de masas que vivió España en los últimos años se generaron al margen de los partidos y de sus consignas.
Uno fue el movimiento a favor de que se destine 0,7 por ciento del producto interno bruto a la cooperación con los países en desarrollo de Asia, Africa y América Latina. El otro consistió en la espontánea movilización de millones de personas contra los asesinatos perpetrados por la organización ilegal vasca ETA.
"El PSOE debe ser fiel al liberalismo en términos de libertades públicas, democracia y derechos humanos. También para asegurar acceso libre a la igualdad, la solidaridad y la justicia a todos los ciudadanos y de éstos con los países que lo necesiten", subrayó el dirigente socialista.
Para recuperar esos ideales y llenarlos de contenido, el PSOE extremeño propone que se abra un debate, con la formación de grupos de trabajo que puedan plantear y discutir sus propuestas en toda España. En el esquema vigente, los militantes sólo pueden hacerlo en sus respectivas organizaciones locales.
Esos grupos de trabajo después se someterían a la votación de los militantes y los que obtuvieran más de 30 por ciento de los votos tendrían derecho a exponer sus posiciones en el Congreso General. Y si ninguno obtuviera ese porcentaje, podrían exponerlas los tres más votados, sostuvo.
Los integrantes del grupo más votado, que deberían ser no menos de cinco y no más de 10, serían miembros de la Comisión Ejecutiva Federal por derecho propio.
Además, el Congreso elegiría 10 entre militantes de las provincias donde el PSOE recibió más de cinco puntos porcentuales por encima del promedio del resultado electoral socialista a nivel nacional.
Otra cantidad se elegiría entre militantes de las provincias donde haya obtenido entre cinco puntos porcentuales menos y cinco más del promedio, y un tercer grupo saldría del resto de las circunscripciones.
"De esta manera tendrían más fuerza aquellos que mejor sintonizan con las necesidades y anhelos de la población y con las ideas solidarias del socialismo democrático", dijo.
Rodríguez Ibarra sostuvo que el ex presidente del gobierno Felipe González "es libre de incorporarse a un equipo de trabajo", al igual que cualquier otro militante.
El PSOE de Extremadura presentó este miércoles su propuesta a la directiva provisional y la envió a todas las federaciones provinciales.
Resta por saber si logrará que la directiva provisional la acepte, ya que ésta fue integrada por acuerdos entre quienes controlan los varios niveles del aparato partidario. "Y nadie firma su propia sentencia", comentó otro dirigente socialista presente en la rueda de prensa. (FIN/IPS/td/mj/ip/00