EDUCACION-VENEZUELA: Escuela integral nace en medio de problemas

Las 558 "escuelas bolivarianas" de Venezuela son la vanguardia de una estrategia para vencer la mala calidad de la educación y aumentar la matrícula, pero su desarrollo está plagado de obstáculos que atentan contra su futuro.

El elevado costo de infraestructura y de formación de maestros podrían atentar contra el objetivo del gobierno de que 100 por ciento de las escuelas básicas sean bolivarianas en el 2005, una meta incluida en el informe que este país llevará al foro mundial sobre "Educación Para Todos" a fines de abril.

El proyecto, cuyo nombre evoca al máximo prócer venezolano Simón Bolívar, se basa en la creación de escuelas integrales, con turno completo de mañana y tarde, como alternativa a las jornadas de medio tiempo imperantes en la actualidad, y la entrega de dos comidas completas.

Las escuelas bolivarianas serán presentadas como una iniciativa emblemática en el foro organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que comienza el día 26 en Dakar, Senegal, donde se planteará que promueven "una educación para la vida".

"Todos los informes, evaluaciones e indicadores coinciden en que la educación en Venezuela es un verdadero desastre", plantea el informe de evaluación preparado para este encuentro y en el cual se plantea que la estrategia bolivariana pretende darle "mayor atención a los estudiantes".

Se trata de atender "aspectos pedagógicos, escolares, educativos, alimentarios, de salud, recreación y deporte", añade el documento.

Pero en la realidad, el proyecto de escuelas integrales ha sido menos idílico.

Portavoces del Ministerio de Educación reconocieron que encontraron problemas de gran envergadura, como locales escolares, un aspecto clave para lograr la mejoría en la enseñanza, "en condiciones mucho peores de lo que esperábamos".

"Uno de los problemas es que seleccionamos las escuelas por computadora", admitió el ministro de Educación, Héctor Navarro. Por ese motivo han tenido que desplegarse esfuerzos titánicos para tratar de ponerlos en condiciones adecuadas para funcionar.

El desafío de adaptar la infraestructura para todos los alumnos de la escuela básica y de capacitar a maestros es grande y requerirá al menos 11 años de trabajo, más del doble de lo previsto originalmente", comentó a IPS el investigador Virgilio Armas, del Instituto de Estudios Superiores Avanzados (IESA).

"Hace falta una infraestructura gigantesca", que incluye la necesidad de acondicionar escuelas rurales, muchas de ellas dotadas de techos de chapa, que generan altas temperaturas para escolares que deberán pasar allí las horas más calurosas del día, dijo.

También la capacitación de maestros es crítica. Se necesita instruir un nuevo tipo de maestro para no correr el riesgo de que la extensión de cursos hasta la tarde "sea un gran recreo", como ha ocurrido en otros países de América Latina donde también se busca aplicar el modelo integral, explicó.

En un foro organizado a mediados de marzo por el IESA sobre experiencias de reforma educativa en la región, Armas dijo que se requieren al menos 10 años para completar estrategias de recuperación de la jornada de mañana y tarde, según la experiencia recogida en América Latina.

Armas planteó que los países latinoamericanos tratan de recuperar una extensión escolar de doble turno diario que antes era habitual en la región, pero dejada de lado en los años 60 y 70 cuando el medio turno surgió como alternativa "para meter a todo el mundo en las escuelas".

Pero el diagnóstico venezolano al borde del siglo XXI reveló que existía capacidad ociosa, pues muchas escuelas funcionaban sólo medio tiempo pese a las necesidades en materia de calidad y de cobertura educativa.

En el año 1999-2000 la matrícula escolar de Venezuela, incluyendo la educación media, llegó a 6,1 millones de alumnos, después que el gobierno anunciara un aumento de 600.000 alumnos, como resultado de una política de estímulo a la "Educación para Todos".

Según el diagnóstico oficial del sector, la educación básica de primero a sexto año cubre 92 por ciento de los niños en edad de cursar esos niveles, y el proyecto del gobierno es alcanzar 100 por ciento de cobertura en el 2001.

"Estamos comprometidos con la educación", aseguró el presidente Hugo Chávez, quien ha sido el principal promotor de las escuelas integrales.

En septiembre de 1999, cuando comenzaba el año escolar venezolano y las "bolivarianas" demoraban en estar en condiciones de operación, el mandatario anunció que se trabajaría "sobre la marcha".

Las 558 escuelas ya operativas presentan un resultado diverso, lo cual evidenció un grado de improvisación en la instrumentación del proyecto, según se planteó en el foro realizado por IESA.

Informes de la prensa local han señalado que las escuelas tienen dotaciones desiguales, en algunas no funcionan bien los turnos de alimentación y en otras los edificios no han logrado ser recuperados.

Pese a todo, el gobierno mantiene la meta de incorporar este año 1.500 nuevos centros escolares al proyecto de bolivariano, como paso importante para lograr que toda la educación básica sea integral a mediados de la década.

El ministro Navarro estima que será necesario invertir unos 4.500 millones de dólares para lograr esa meta. (FIN/IPS/lc/dm/ed/00

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