Turquía dio un paso sin precedentes para un país de población de mayoría musulmana al iniciar una campaña de educación sexual en las escuelas primarias que fue bien recibida por los alumnos, sus familias y los medios de comunicación.
La campaña es "muy buena ya que la mayoría de nosotros no puede discutir el tema con nuestras familias o pedirles consejos a nuestras madres", comentó Meltem, una alumna de Estambul de 12 años.
Eso hace que "recibamos información poco confiable de nuestros amigos, lo cual podría tener consecuencias muy serias para nosotros", dijo.
"Pero estos cursos limitados no son satisfactorios. Tuve muchas preguntas que hacer y sólo pude plantear algunas en la hora" de clase, agregó.
Iniciado por el Ministerio de Educación a principios de este año después de un período inicial de prueba, el Proyecto Pubertad, por valor de dos millones de dólares, se extendió a todo el país y se espera que se aplique plenamente dentro de cuatro años.
En la actualidad se dirige a 222.000 niñas y 267.000 varones que estudian en los últimos tres grados de los ocho años del sistema escolar primario de Estambul. Las discusiones se realizan con expertos sobre los cambios sexuales que se experimentan durante la pubertad.
Los expertos, procedentes de academias de Enseñanza de Salud, pasan la primera media hora hablando con los alumnos sobre distintos temas, mientras el resto se reserva para las preguntas.
Para que los alumnos se sientan más cómodos, son agrupados según el género. Se espera que el proyecto continúe a cargo de dos maestros de cada género que deberán aconsejar a los estudiantes durante el resto del año.
Un libro de texto sobre temas de salud sexual se imprimió y distribuyó entre los estudiantes. La campaña se publicitó en carteles y un cuestionario se redactó para reunir datos sobre asuntos relacionados con el género entre los jóvenes a medida que se desarrolla el proyecto.
El coordinador del proyecto, el doctor Tanju Yilmazer, dijo que los adolescentes comprenden una tercera parte de los 64 millones de habitantes del país, y "es vital que estos jóvenes puedan conseguir datos correctos y factuales sobre la sexualidad, en lugar de rumores".
Aunque elogiaron la idea, grupos defensores de los derechos de la mujer expresaron su inquietud de que el proyecto se limite a asuntos de higiene en lugar de los sexuales ya que tendrá el peso de su patrocinador, una compañía internacional que produce artículos para la higiene personal.
"Estos cursos se concentran más en la reproducción y la higiene que en el entrenamiento de género", observó Beril Eyuboplu, editora del semanario femenino Pazartesi.
Los cursos excluyen la discusión de temas como el placer sexual y la protección, que seguramente son del interés de los jóvenes y que no siempre pueden preguntar a sus familiares o amigos.
No obstante, "debemos reconocer que este es un paso positivo y es claramente mejor que la nada", dijo.
Aunque la mayoría de los alumnos reconocen sentir timidez y vergüenza, dicen que se están acostumbrando al tema y algunos se mostraron aliviados de poder hacer preguntas sobre temas de su interés.
"Claro que necesitamos la educación sexual. Sentimos mucha curiosidad. Los varones nos fastidian diciendo que sólo nos darán toallas sanitarias. Eso es porque ignoran la sexualidad de las niñas, nosotras ya usamos tampones", explicó.
"A los varones les preocupa más que nada la sexualidad, y a las niñas les interesan más sus cuerpos", observó la maestra Seyda Polite.
"Uno de los varones me preguntó cuál es la diferencia entre sexo 'oral' y sexo 'normal', algo que no respondí. No estudiamos el sexo, sino la sexualidad", le dije.
Entre los temas discutidos están la "eyaculación", "los posibles riesgos de la masturbación", "cómo lidiar con los granos" y "cuál es el tamaño normal del pene".
En la actualidad la sociedad turca no siente tanta dificultad para hablar sobre el sexo como antes. Una encuesta realizada por la Universidad de Estambul reveló que 43,5 por ciento de los indagados pueden conversar sobre temas sexuales con sus familiares de manera "indirecta".
Aquellos que pueden hablar abiertamente al respecto se limitan al 19 por ciento, y para el resto sigue siendo un tema prohibido.
"Elogio la campaña de educación sexual. La pubertad es un período tan crítico en el cual ganamos o perdemos a nuestros hijos", dijo el escritor Ozdemir Ince.
"Estoy seguro que a medida que el proyecto se desarrolle, tanto la familia como la escuela serán reeducadas", aseguró.
"La educación sexual es una obligación. La sexualidad es parte del islam y de la humanidad", dijo Sibel Eraslan, una destacada estudiosa de la religión islámica y perteneciente al Partido de la Virtud.
Pero Eraslan advirtió sobre el manejo de los medios de comunicación.
"No estoy en contra de los cursos, sino de la cobertura de los medios. La presentación un tanto pornográfica de las preguntas e inquietudes de los niños por parte de los medios, podría generar la innecesaria preocupación de las familias", agregó.
"El asunto se debe dejar a los pedagogos y los maestros", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/nm/sm/aq/ed/00)