EDUCACION-ECUADOR: Microempresas en colegios de oficios

El gobierno de Ecuador, apoyado por Unesco, intenta modificar el sistema de educación de adultos y redefinir la formación de los 65.000 alumnos de los 1.700 centros de capacitación ocupacional del país.

De cara al Foro Mundial de Educación, que se realizará del 26 al 28 de este mes en Dakar, Senegal, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Ministerio de Educación de Ecuador promueven la formación de microempresas a partir de colegios ocupacionales.

Esos colegios se dividen en 1.000 centros artesanales y 700 de educación popular y entre los primeros, 90 por ciento están especializados en corte y confección, con una orientación hacia el autoconsumo.

El nuevo plan es ejecutado por la Dirección Nacional de Educación Popular Permanente (Dinepp) y su implementación comenzó en 50 colegios populares y artesanales de las provincias de la sierra y la Amazonia, y a partir de mayo se extenderá a 50 centros de la Costa.

El programa, que se inició este mes con un aporte de 40.000 dólares del Ministerio de Educación, tiene apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos, de la Corporación Financiera Nacional (CFN) y del Ministerio de Trabajo y Acción Social.

La idea básica es que los estudiantes de los centros ocupacionales, además de obtenr capacitación en algún oficio, puedan desarrollar su trabajo en microempresas creadas a partir del propio colegio que les dio instrucción.

Con ese objetivo se capacitará a profesores y alumnos, y la CFN proporcionará investigaciones de mercado para garantizar a las microempresas creadas en los colegios la venta de sus poductos y la supervivencia económica.

La propuesta consiste en diversificar la formación artesanal en las áreas de corte y confección, belleza, carpintería y otras.

Se intenta lograr que los egresados de los colegios de oficios "tengan una actitud creadora y de gestión que les permita instalar pequeños o medianos negocios", explicó el director de la Dinepp, Rodrigo Astudillo,

Dado que muchos alumnos y alumnas de los centros ocupacionales no saben leer ni escribir, el programa de educación microempresarial irá acompañado de un plan de alfabetización de adultos que tendrá para su lanzamiento el aporte de 40.000 dólares donados por Unesco y la Organización de Estados Iberoamericanos.

"Es una forma de ayudar a la alfabetización del país", señaló Astudillo. El analfabetismo llega en Ecuador a 12 por ciento, una de las mayores tasas de América Latina.

Para que un colegio pueda ingresar en el programa debe contar con una decuada infraestructura y con maquinaria y equipos en buen estado, docentes capacitados y un promedio mínimo de 100 estudiantes.

La razón fundamental del cambio hacia una educación microempresarial consiste en que la enseñanza en los centros artesanales ha estado desvinculada del trabajo y la producción, observó Astudillo.

Más de 25.000 de los 30.000 graduados que egresan por año de los centros artesanales regresan a su casa o comienzan otros estudios y no trabajan en el oficio para el que dedicaron tres años de estudio, según estadísticas manejadas por la Dinepp.

El Centro artesanal Ana Mac Auliffe, que está ubicado en Ipiales, uno de los barrios más pobres de Quito, y cuenta con 260 alumnas y 20 maestras, es uno de los colegios seleccionados en primera instancia.

A partir de septiembre, las alumnas del Centro Ana Mac Auliffe, que se especializan en corte y confección, dejarán de producir para el autoconsumo y comenzarán a fabricar uniformes, vestidos, chaquetas y blusas para el mercado local o nacional.

En Brisas del Estero, un área marginal de la localidad de Durán, cercana a Guayaquil, el Centro Educativo Trilingüe Atahualpa, también confía en incorporarse al plan.

El Centro Atahualpa fue fundado por indígenas que emigraron a la costa y ofrece educación en español, quechua e inglés. Aunque no se trata de una escuela de adultos, sus directivos esperan entrar en el programa microempresarial para que los alumnos puedan al egresar crear su propia fuente de trabajo.

José Valla, profesor del Centro Atahualpa, lamenta la falta de recursos económicos y la reducción del presupuesto, pues "no se cuenta con el apoyo de ninguna institución estatal o privada".

Los alumnos no son sólo indígenas, sino también negros y mestizos. "Queremos ayudar en el mejoramiento de la sociedad y fomentamos la educación gratuita", dijo Valla.

Según el director, Manuel Cujilema, todos los ingresos económicos del colegio se obtienen por la autogestión. Agregó que el colegio intenta dar una "educación de calidad y no de cantidad". Los maestros son indígenas graduados en universidades.

"El objetivo del colegio es proyectar la imagen de que los indígenas también tienen pequeñas empresas y no necesitan alienarse, aunque la sociedad y el sistema trate de imponerse", comentó Cujilema.

En la Casa Campesina de Cayambe, al norte de Quito, 70 mujeres crearon hace 15 años la microempresa de bordado a partir de la formación inicial de algunas de ellas en centro educativos artesanales.

En la actualidad, la Casa Campesina promueve una capacitación constante, tanto para quienes ya montaron sus microempresas como para aquellas que pretenden hacerlo.

En enero fueron habilitados en la Casa los talleres de cerrajería, mecánica y carpintería para 24 jóvenes campesinos entre 15 y 25 años, quienes al tiempo que obtienen formación, producen artículos para la venta.

Adicionalmente, en marzo se inició un programa de estudios agropecuarios para la tecnificación de la producción en parcelas familiares.

La implementación del nuevo plan para los colegios ocupacionales se halla en la etapa de capacitación de directivos y docentes de los primeros 50 centros de educación participantes, y también se prepara el currículum básico que será utilizado. (FIN/IPS/kl/ff/ed/00

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