Más de dos por ciento de la población de Argentina tiene acceso a Internet, pese que la mayoría habla del asunto, porcentaje que se repite entre los estudiantes de la enseñanza primaria, secundaria y universitaria, revelan estudios.
Una investigación realizada en marzo por el Centro de Estudios para la Nueva Mayoría reveló que unos 900.000 de los 37 millones de argentinos utilizan la red de redes, siendo las escuelas privadas las que concentran el mayor número usuarios.
Estos datos reales del mundo virtual motorizaron un proyecto oficial, aunque de iniciativa privada y que estará en marcha en agosto, para dotar de equipos de computación a 12 millones de personas, entre estudiantes y maestros, y el respectivo acceso a Internet a través del portal educativo Educ.ar.
La idea de incorporar en forma masiva al sistema a casi un tercio de la población, y de aportarle además una Intranet (redes internas de organizaciones que utilizan Internet), permitirá crear una red de educación a distancia y desarrollar el mercado para el comercio electrónico.
Pero la apuesta principal es brindar iguales oportunidades a todos los estudiantes del país.
El programa lleva el nombre del portal y se ejecutará a partir de la donación de 11,2 millones de dólares, casi un dólar por cada estudiante, hecha por el empresario argentino Martín Varsavsky, quien se exilió con sus padres en España en 1976 y volvió al país para este proyecto.
Varsavsky, quien actúa en el sector de telecomunicaciones, informática e Internet, consideró que el crecimiento potencial de la red de computadoras en Argentina es enorme.
"Con este proyecto crecerá de más de dos a 30 por ciento el acceso a la red de redes", y dará iguales oportunidades a todos, vaticinó.
La cantidad de usuarios de Internet en Argentina es baja en proporción a la población comparado con Brasil y México, las otras dos grandes economías de América Latina, pese a que ocupa el cuarto lugar entre los países con más sitios registrados.
Esa situación se revertirá una vez implementado el proyecto, ya que el número de estudiantes por computadora pasará de 50 a cinco, y cada maestro tendrá una dirección personal de correo electrónico, acceso a cibertecas, programas educativos y propuestas de interacción con otras escuelas.
El presidente Fernando de la Rúa, quien asumió el cargo en diciembre, había anunciado la iniciativa como una aspiración personal para combatir lo que llamó el "analfabetismo virtual", en referencia a la educación sin acceso a las nuevas tecnologías.
"Hoy más que nunca el mundo se dividirá entre los que tengan acceso a una buena educación y a nuevas tecnologías y los que no la tengan, y por eso tenemos que aprovechar Internet, que nos permitirá hacer la gran revolución educativa en nuestro país", exhortó De la Rúa en marzo.
En la gestión de su antecesor, Carlos Menem (1990-1999), ya había comenzado a implementarse un programa de informatización de escuelas, pero no se había completado. Incluso, en varios centros del interior del país se instalaron equipos de última generación, que aún están cerrados bajo llave porque no se sabe como usarlos.
En 1999 se llegó a dotar de equipos de computación a 30 por ciento de los más de 52.000 centros educativas que tiene el país, pero en muchos casos solo llegó un equipo a cada institución, mientras otras no cuentan con recursos para actualizarlos.
La maestra Graciela Fucks, de una escuela de la austral provincia de Tierra del Fuego, consideró "importantísimo" contar con las nuevas tecnologías en la escuela, pero remarcó que es necesario que sea la institución la que llegue a esa demanda, y no que se le imponga desde afuera.
"Muchas escuelas recibieron equipos pero no tienen proyecto y no saben qué hacer con las computadoras ni cómo ofrecérselas a los alumnos", comentó Fucks a IPS.
"Dotar a una escuela de Internet no es en absoluta garantía de comunicación en la escuela o entre ellas, hay que trabajar otras instancias para llegar a esta necesidad", acotó.
En este sentido, el licenciado en informática Juan José Cataldo cree que para desarrollar los proyectos de este tipo es necesario, además de la formación inicial, que se disponga de un coordinador pedagógico y otro técnico en cada escuela.
Cataldo, quien trabaja en capacitación a distancia desde que se implementara el programa de Menem, señaló a IPS que la idea originaria era buena y la inversión importante, pero no se pudo desarrollar por falta de seguimiento adecuado.
Muchos de los equipos que fueron distribuidos en su momento hoy están guardados, mientras que existen casos en que las escuelas cobran para brindar los cursos, denunció.
El ministro de Educación, Juan José Llach, aseguró este mes que el primer servicio que ofrecerá el portal Educ.ar es el de un método amigable para aprender a usarlo, y advirtió que con la incorporación del capital privado se podrá desarrollar el programa, incorporando a todas las escuelas del país.
"No ignoramos que en Argentina hay escuelas que no tienen energía eléctrica, teléfono ni agua potable, locales que se inundan cuando llueve o que tienen goteras. Por eso tenemos que atender al mismo tiempo esos dos tipos de necesidades para que todos accedan a estas nuevas herramientas", subrayó.
El gobierno de De la Rúa estima que con los fondos recaudados por concepto de publicidad, en una red tan vasta, se podrá instalar energía eléctrica en las escuelas que aún no la tienen.
Además, está el compromiso de reinvertir el dinero obtenido en esta empresa pública, y de mantener 80 por ciento de las acciones en manos del Estado.
Llach aseguró que en Argentina hay en la actualidad dos grandes brechas, "la educativa", entre los que acceden y los que no a una buena educación, y ahora también "la digital", que deja al margen del sistema a los que no conocen la forma de manejar las nuevas tecnologías informáticas.
El ministro aclaró que el gobierno no cree que Internet sea la solución de todos los problemas y carencias de la educación argentina, pero consideró que la red de redes es "una herramienta", "un medio indispensable", para llegar a los fines que se propone la educación en este país.
Argentina, que fue pionera en la región en la alfabetización masiva en lecto-escritura, busca con este programa posicionarse en la vanguardia del acceso masivo de estudiantes de todos los niveles al uso de la informática y a la red de redes, sin necesidad de un costo fiscal millonario.
"Queremos que también en esto el país sea pionero en América Latina", indicó el presidente De la Rúa, quien dejó así planteado un desafío que deberá quedar concluido en el 2003, cuando finalice su mandato.
Las metas en esta área formarán parte del bagaje que la delegación argentina llevará al Foro Mundial de Educación convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que sesionará en Senegal del 26 al 28 de este mes. (FIN/IPS/mv/dm/dv ed/00