DESARROLLO: Sindicatos piden reforma de producción alimentaria

Una coalición de 40 organizaciones sindicales advirtió que la mayor parte de los alimentos del mundo se producen en condiciones "inaceptables y no sustentables", y reclamó una reforma del sistema de producción alimentaria para evitar que genere pobreza.

Delegados sindicales encabezados por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, que cuenta con 124 millones de afiliados, presentaron un informe de 32 páginas sobre el problema a la Comisión de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (CSD), que comenzó el lunes una reunión de dos semanas.

La CSD, de 53 miembros, analizará cuestiones vinculadas con el estado de la agricultura y el sistema alimentario en el mundo, la administración de la tierra, el comercio, la inversión y el crecimiento económico.

La coalición sindical señaló en su informe, titulado "Del arado al plato", que la pobreza impide comprar alimentos suficientes a 800 millones de personas de países en desarrollo y a otros 34 millones de naciones industrializadas, pese al aumento de la produccion alimentaria mundial.

En la actualidad, 1.300 millones de personas, en una población mundial de 6.000 millones, desempeñan tareas vinculadas con la agricultura, y 450 millones son agricultores asalariados.

Una de las grandes injusticias del mundo de hoy es muchos de quienes trabajan para alimentar a los demás no pueden alimentarse en forma adecuada, y la globalización económica ha agravado el problema, al aumentar la vulnerabilidad de los trabajadores de la industria alimentaria, sostuvo la coalición.

Los sindicatos, pertenecientes a países del Norte industrializado y el Sur en desarrollo, afirman que muchos de las actuales características no sustentables de la industria mundial de agricultura y alimentos se deben al creciente predominio de unas pocas compañías transnacionales.

Por lo tanto, piden que se establezca un nuevo sistema de producción alimentaria para asegurar que las ganancias de inversores internacionales se acompañen de reducción de la pobreza y aumento de la capacidad de compra de alimentos.

"La CSD debe analizar proyectos para cambiar todo el sistema alimentario, y no sólo la actividad agrícola", enfatizó Luis Anderson, presidente de la delegación sindical.

"No tiene sentido considerar las cuestiones de la agricultura con independencia del resto del sistema alimentario, el cual multiplica los actuales impactos negativos de la actividad agrícola comercial", explicó.

Los sindicatos señalaron que varias de las mayores firmas transnacionales han internacionalizado la producción y el consumo de alimentos, y se imponen a los intereses locales y nacionales mediante una combinación de mercadeo, manejo de los precios y aprovechamiento de normas internacionales.

Los informes de la industria alimentaria a la CSN enfatizan la necesidad de aumentar la productividad y no tienen en cuenta el objetivo de reducir la pobreza, el cual se ha vuelto prioritario para organizaciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondio Monetario Internacional, añadió la coalición.

Las estrategias comerciales de las grandes compañías productoras de alimentos ejercen una tremenda influencia sobre la producción agrícola y los hábitos de consumo en el mundo, indicó.

Entre esas compañías están Nestlé, de Suiza, Unilever, de Gran Bretaña y Holanda, Grupo Danone, de Francia, y Productos Lácteos Snow Brand, de Japón.

En Gran Bretaña, cinco grandes cadenas de supermercados venden tres cuartas partes de las verduras que se consumen y controlan la distribución nacional de alimentos.

"Existe una considerable competencia entre esas cadenas, pero el efecto neto es que las cinco son capaces de dictar normas de consumo y, por lo tanto, también de producción", afirmaron los sindicalistas.

La concentración del poder comercial en el mercado alimentario de Estados Unidos es algo menor, pero las 10 principales cadenas de supermercados controlan la venta de alimentos, apuntaron.

"Pueden crear demanda para los productos que almacenan o excluir del mercado a ciertos alimentos saludables, pero también pueden brindar a los consumidores información valiosa sobre los componentes químicos, el valor nutritivo o las modificaciones genéticas de los alimentos que venden", explicaron.

La coalición sindical apuntó que se ha dedicado atención prioritaria a los objetivos de reducir costos, aumentar la producción y lograr ganancias mediante el aumento de la venta de aimentos, sin considerar los costos ambientales y sociales de esa estrategia.

"Es indudable que los avances de la tecnología y los procesos de producción han permitido a los productores de alimentos aumentar en forma considerable el volumen de la producción agrícola y alimentaria, pero ese proceso tiene un precio que no se ha reconocido del todo", comentó.

La mecanización, el creciente uso de fertilizantes y pesticidas químicos y los avances de la biotecnología y la producción de alimentos genéticamente modificados han creado nuevas fuentes de riqueza e incrementado la producción alimentaria, se admitió en el informe.

Pero al mismo tiempo aumentaron o permanecieron incambiados el índice de desempleo, el hambre, la pobreza y la degradación ambiental en el mundo, se acotó.

Los sindicalistas expresaron su inquietud por la aplicación de biotecnología en la producción agrícola sin considerar los riesgos para la seguridad y la salud de quienes trabajan en la producción y distribución de alimentos.

La Organización Mundial de la Salud, con sede en Ginebra, afirmó que el creciente uso de pesticidas en la agricultura causa cada año la muerte de 40.000 personas y el envenenamiento de millones más.

Investigaciones realizadas por los sindicatos acerca de la producción industrial de flores revelaron que pesticidas prohibidos en los países industrializados por sus efectos tóxicos se emplean sin limitaciones en Colombia para rociar plantaciones de claveles.

Esa práctica se ha visto acompañada por un incremento del número de abortos no deseados entre las trabajadoras.

En Uganda, mujeres que trabajan en la producción industrial de flores perdieron la vista a causa del uso de pesticidas químicos.

"Durante las reuniones de la CSN, haremos especial hincapié en las condiciones de trabajo de las personas ocupadas en la cadena de producción alimentaria, para procurar que se garantice su salud y su seguridad, y que sus retribuciones les permitan comprar los alimentos que necesitan", dijo Anderson.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, 170.000 de 300.000 muertes relacionadas con las condiciones de trabajo sobre las cuales se informa a esa organización cada año ocurrieron en la producción agrícola.

La OIT afirmó que el creciente uso de máquinas y productos químicos en la agricultura aumenta el riesgo para los trabajadores. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/mp/dv lb/00

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