DESARROLLO: Expertos instan a FMI a concentrarse en macroeconomía

El Fondo Monetario Internacional (FMI) debería suspender sus créditos a largo plazo a los países pobres porque no tiene competencia en materia de reducción de pobreza, según un nuevo informe firmado por 14 expertos en desarrollo.

El informe del Consejo de Desarrollo de Ultramar (ODC), con sede en Washington, exhorta al FMI a derivar al Banco Mundial todos sus programas de largo plazo, como los de ajuste estructural y reducción de la deuda para las naciones más pobres.

En particular, la institución debería transferir al Banco Mundial su Fondo para la Reducción de la Pobreza y el Crecimiento, y limitarse a los créditos de contingencia de corto plazo para los países con problemas macroeconómicos únicamente, insta el documento, publicado el miércoles.

Además, señala que "el FMI solo está calificado para el análisis macroeconómico, y no para la reducción de la pobreza, que es el objetivo de los créditos de largo plazo para el desarrollo", y además sus condiciones para los préstamos de mediano y largo plazo no han producido buenos resultados.

El ODC también exhortó a redistribuir el poder de votación en la junta directiva del FMI, para dar más voz a los países en desarrollo.

Catorce expertos suscribieron el informe, entre ellos una ex vicepresidenta del Banco Interamericano de Desarrollo, Nancy Birdsall, y el polémico ex economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, quien renunció bajo presión el año pasado.

Las abiertas críticas de Stiglitz hacia el manejo de la crisis financiera de Asia (1997-1999) por el FMI enojó a los altos funcionarios de esta institución y del Tesoro estadounidense.

También participaron del grupo de trabajo del ODC representantes de destacadas organizaciones no gubernamentales como Oxfam International y Amigos de la Tierra, además de influyentes académicos estadounidenses.

El lanzamiento del informe se produjo en vísperas de las reuniones anuales de primavera de las juntas del Banco Mundial y el FMI.

Las reuniones de este año concitan especial atención de los medios debido a los planes de grupos ambientalistas, sindicalistas, religiosos y de derechos humanos de emplear la desobediencia civil para hacer fracasar el proceso.

Además, el FMI enfrenta un constante ataque del Congreso de Estados Unidos y en otros frentes por su papel en la crisis asiática.

Un informe independiente encargado por el Congreso también concluyó que el FMI solo debería otorgar préstamos de corto plazo para situaciones de crisis, aunque agregó más condiciones que el informe del ODC rechaza.

Así mismo, el secretario del Tesoro, Lawrence Summers, urgió a la institución financiera a reducir los programas de créditos a largo plazo.

El FMI ha defendido su papel, pero su nuevo director gerente, Horst Koehler, quien asumirá formalmente el mes próximo, no se ha pronunciado sobre sus intenciones.

Los autores del nuevo informe exhortaron a Koehler a limitar las operaciones del FMI a ofrecer préstamos de corto plazo a los países afectados por crisis económicas, asesorar a todas las naciones sobre política macroeconómica, y recoger información sobre los mercados financieros y las políticas macroeconómicas.

Creado junto con el Banco Mundial en la conferencia de Bretton Woods, en 1994, el FMI transformó su mandato original de mantener la estabilidad de los tipos de cambio entre los países industrializados y se convirtió en un prestamista de corto plazo para los países pobres afectados por crisis macroeconómicas.

Tras la crisis de la deuda latinoamericana de 1982, y convencido de que la crisis era reflejo de problemas estructurales más profundos, el Fondo amplió su agenda política e incluyó créditos a largo plazo mediante un Fondo de Ajuste Estructural que luego fue sustituido por el Fondo Mejorado de Ajuste Estructural.

Los préstamos otorgados bajo esos programas están sujetos a condiciones de recorte del gasto público, que en general redundan en una reducción del presupuesto de los servicios sociales, como salud y educación.

Debido a las protestas de organizaciones no gubernamentales sobre el impacto de esas condiciones, el FMI comenzó a agregar más condiciones a sus préstamos, como el recorte del presupuesto militar y el combate a la corrupción.

"En consecuencia, el Fondo se involucró más en los procesos de gobierno", y dos recientes medidas lo involucraron todavía más en temas como la reducción de la pobreza, en los cuales carece de competencia, señala el informe.

La primera medida fue la exigencia de que los países más pobres completaran dos programas de tres años de ajuste estructural para calificar para el alivio de la deuda bajo la iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados.

"Así, un fondo del FMI, que no fue concebido para tratar directamente con la pobreza, dio origen a una iniciativa para la reducción de la pobreza", observa el documento.

La segunda medida fue la sustitución el año pasado del Fondo Mejorado de Ajuste Estructural por otro fondo que por primera vez tiene por objetivo explícito la reducción de la pobreza.

Esto tiene poco sentido dada la experiencia del FMI en políticas macroeconómicas, en contraste con la competencia del Banco Mundial en temas de desarrollo, incluida la reducción de la pobreza, concluye el informe. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/mlm/dv/00

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