CUMBRE SUR: Acuerdos para reanudar diálogo Norte-Sur

El Grupo de los 77 (G-77) espera que lo acordado en su primera cumbre para reanimar el diálogo Norte-Sur ayude a corregir el rumbo de la globalización, de cuyos beneficios está excluida alrededor de 80 por ciento de la población mundial.

El presidente del G-77, Olusegun Obasanjo, recibió el encargo de trasmitir las "necesidades y deseos de las naciones pobres" a los países industrializados nucleados en el Grupo de los Ocho (G- 8), con la esperanza de que tome en cuenta al Sur en desarrollo en sus decisiones.

"No significa que estemos dispuestos a aceptar cualquier resolución", dijo el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien sostuvo que el G-77, expresión del mundo en desarrollo en la comunidad internacional, podría rechazar decisiones del G-8 que resulten negativas para el Sur.

Mohamad explicó que los contactos entre ambos bloques darán "la oportunidad de que se pueda lograr la modificación de algo que nos perjudique".

Las relaciones Norte-Sur constituyeron una de las cuatro cuestiones discutidas por jefes de Estado y de gobierno y otros representantes de 122 de las 133 naciones que conforman hoy el G- 77 participantes de la Cumbre Sur, que concluyó este viernes en La Habana.

La creación de un sistema económico internacional estable se basa "de manera crítica" en la reanudación de un diálogo efectivo Norte-Sur que, entre otros fines, centre en el desarrollo las relaciones internacionales existentes, se dijo en la Cumbre Sur.

Para el G-77, la relaciones entre el Norte y el Sur deben además centrarse en la necesidad de corregir los "desequilibrios" en la operación del sistema económico internacional, que ha situado a las naciones en desarrollo "en clara desventaja frente a los países desarrollados".

Al respecto, las reuniones del G-8 (conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) fueron consideradas un espacio apropiado para que la presidencia del G-77 haga saber "las preocupaciones e intereses" de la alianza integrada hoy por 133 naciones pobres.

También acordaron trabajar en favor de una estrategia general que permita alcanzar a fines del primer decenio del siglo XXI la meta de los países desarrollados de dedicar 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la asistencia oficial al desarrollo, compromiso hasta ahora incumplido.

Los gobernantes del G-77 entienden que la deuda externa constituye otro de los grandes problemas en torno a los cuales se debe buscar consenso con las naciones desarrolladas, garantizando que su servicio no se pague a costa de otras formas de asistencia oficial.

El endeudamiento del Sur, que supera en la actualidad los 2,5 billones de dólares, fue incluido en las sesiones de la cumbre de esta semana como uno de los mayores obstáculos para alcanzar el desarrollo.

Los mandatarios y representantes del G-77 también decidieron apoyar las reformas y el surgimiento de una nueva estructura financiera que garantice la plena participación de los países en desarrollo en la toma de decisiones sobre política económica internacional.

Además, para la promoción de las relaciones Norte-Sur, consideraron necesario que los países desarrollados eliminen leyes y reglamentaciones de "efectos extraterritoriales adversos", así como otras "medidas económicas coercitivas unilaterales" contrarias al derecho internacional.

Los gobernantes del Sur en desarrollo quedaron comprometidos también a seguir tomando medidas para alentar a las economías del Norte, en particular las del G-8, a que aumenten la coordinación y la coherencia de sus políticas macroeconómicas con los objetivos de los países pobres.

Entre los invitados especiales a la Cumbre Sur figuraron algunos delegados de naciones integrantes del G-8 y de la Organización Mundial de Comercio.

Europa está aquí para escuchar y continuar un diálogo que evite malos entendidos y conflictos entre el Norte y el Sur, comentó al respecto uno de esos observadores, que pudieron seguir de cerca los debates, a excepción de los realizados a puerta cerrada.

La Cumbre Sur, a la que acudieron 55 jefes de Estado y de gobierno, abordó además el tema de la globalización, conocimiento y tecnología y cooperación Sur-Sur, aspecto este último que permitió la aprobación de más de 100 proyectos. (FIN/IPS/pg/dm/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe