CUMBRE DEL SUR: El mundo en desarrollo comenzó su diálogo en Cuba

El Grupo de los 77 (G-77), portavoz del Sur en desarrollo, comenzó hoy su cumbre en la capital cubana con la reunión de los funcionarios encargados de negociar los documentos que los jefes de Estado y de gobierno aprobarán el viernes.

Alrededor de 1.000 participantes, entre delegados de los 133 países que integran el G-77, la mayor coalición del mundo en desarrollo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y de instituciones internacionales, se cuentan en la primera jornada de la cita, que pretende buscar vías coherentes para un diálogo Norte- Sur.

"Nosotros no podemos hablar con nosotros mismos, estamos hablando de un mundo unido, por eso es vital mantener ese diálogo constante entre ambas partes (el Sur y el Norte)", dijo el presidente del G-77, el embajador nigeriano ante la ONU Arthur Mbanefo.

Al inaugurar el encuentro en el Palacio de las Convenciones de La Habana, Mbanefo resaltó que la primera reunión cumbre del G-77 puede convertirse "en una oportunidad sin precedentes para el Sur".

Más de 40 jefes de Estado y de gobierno de los países miembros del Grupo de los 77 y una veintena de altos dignatarios, entre ellos el secretario general de la ONU, Koffi Annam, se reunirán en La Habana del miércoles al viernes.

Datos oficiales indican que, hasta el momento, 122 delegaciones están acreditadas ante los organizadores de la cumbre. Más de 60 países serán representados por jefes de Estado o de gobierno, o por vicepresidentes o viceprimeros ministros, y 40 por vicecancilleres.

Como invitados participan delegados de 34 países ajenos al G-77 y de 35 organismos internacionales.

La vicecanciller cubana María de los Angeles Flores expresó este lunes el "anhelo" del país anfitrión de que la llamada Cumbre del Sur sirva identifique vías idóneas para el desarrollo de programas de cooperación coherentes y viables entre los miembros del G-77.

La "mayoría de nosotros no somos ricos en recursos naturales, pero sí en recursos humanos", afirmó Flores.

Cuba otorga especial importancia a la cooperación entre los países del Sur, que considera clave para una óptima utilización de los recursos para el beneficio colectivo, frente a la constante caída de la ayuda al desarrollo.

"Habrá que ver si somos capaces" de evitar que la cumbre se convierta "sólo en una discusión retórica de los problemas, que no tenga seguimiento ni impacto práctico", advirtió el canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque.

El proyecto de declaración final, preparado por Cuba, hace hincapié en la necesidad "de un nuevo orden mundial humano dirigido a invertir las crecientes disparidades entre pobres y ricos, tanto dentro de las naciones, como entre ellas".

El borrador llama a establecer un sistema económico internacional democrático, que responda a las necesidades de los países en desarrollo, cuyo potencial económico fue afectado en las últimas décadas por restricciones externas.

De una primera versión de 43 páginas y 211 puntos, la declaración ha sido reducida a 15 páginas de 48 puntos, al tiempo que fueron suavizadas algunas afirmaciones de la primera propuesta, catalogada de "apocalíptica" por observadores.

Los funcionarios de los países miembros del G-77 y expertos de instituciones internacionales tienen en sus manos un proyecto de programa de acción que intenta promover "iniciativas de alta prioridad dentro de unos determinados plazos".

"Nos preocupa profundamente el estado actual de las relaciones Norte-Sur y el debilitamiento del compromiso de los países desarrollados con la colaboración internacional", se lee en el proyecto de plan de acción, que promueve "una nueva asociación Norte-Sur".

El plan, preparado por la presidencia del grupo (Nigeria), subraya "la necesidad de un ajuste estructural en los países desarrollados que favorezca el acceso a los mercados de las exportaciones de países en desarrollo y la eliminación de las medidas proteccionistas y de apoyo".

De aprobarse, los jefes de Estado y de gobierno firmantes se comprometerán a promover la "participación efectiva de los países en desarrollo en la adopción de decisiones sobre política económica en el plano internacional".

Así mismo, se esforzarán por revitalizar la función del sistema de la ONU en el fomento del desarrollo y de la cooperación internacional y para garantizar el acceso del Sur a los conocimientos y la tecnología.

Los firmantes también se comprometerán a estimular la expansión del comercio y la inversión Sur-Sur, a cooperar en el área monetaria y financiera, a potenciar la creación de capacidades y de recursos humanos y a promover la cooperación y los acuerdos multilaterales.

Los funcionarios reunidos en La Habana dieron, además, continuidad a una reunión de expertos sobre cooperación Sur-Sur, efectuada el 20 de marzo en Nueva York, para la evaluación de varias decenas de proyectos.

Los borradores del programa de acción y de la declaración final se someterán este martes a la consideración de los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros, que realizarán los últimos aportes antes de la reunión de los jefes de Estado y de gobierno.

Fundado en octubre de 1967, el G-77 debe su nombre a la alianza de los 77 países en desarrollo que asistieron a la primera reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, efectuada en 1964 en Ginebra. (FIN/IPS/da/ff/dv-ip/00

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