El presidente de Corea del Sur, Kim Dae-Jung, recibió elogios de la comunidad internacional por sacar a este país de la peor crisis en décadas, pero las reformas impopulares que iniciaron la recuperación económica le valieron el rechazo de su pueblo en los últimos comicios.
Los resultados de las elecciones parlamentarias del jueves 13 revelaron que la preocupación de los electores por el desempleo y la corrupción es más fuerte que su satisfacción por los logros de la actual administración.
Los comicios fueron considerados un referendo sobre el gobierno de Kim, cuyo mandato comenzó en 1998 y terminará en el 2003. Pese a las predicciones, el Partido Democrático del Milenio de Kim no obtuvo la mayoría, y el opositor Gran Partido Nacional conquistó nuevos escaños.
Las protestas populares contra el gobierno de Kim son especialmente fuertes en Pusan, la segunda ciudad surcoreana, conocida como la meca mundial del calzado deportivo en los años 60 y 70, cuando albergaba cientos de fábricas que producían zapatos Nike y Reebok.
Posteriormente, Pusan perdió gran parte de su espacio en la industria de la fabricación de calzados con el surgimiento de China, donde la mano de obra es más barata.
Pusan fue una de las ciudades más afectadas por la crisis económica estallada en Asia en 1997, y se convirtió en un bastión de la oposición.
Sus habitantes y los de toda la región suroriental de Yongnam se indignan ante los comentarios sobre los "nuevos ricos" de Seúl, que se hicieron millonarios en forma instantánea a través de la Bolsa de Valores.
"Los niños de Pusan raramente piensan en comprarse unos zapatos deportivos Nike de 150.000 won" (unos 136 dólares), dijo un comerciante de la ciudad. "Muchos de sus padres no volvieron a encontrar empleo desde 1998", agregó.
"La economía de Pusan se arruinó por culpa del gobierno de DJ" (el presidente Kim Dae-Jung), lamentó Kim Woo-Chull, de 53 años, propietario de un centro de servicio automovilístico en Pusan.
"Cuando la fábrica de Samsung Motor fue obligada a cerrar, decenas de miles de jefes de familia quedaron en la calle", recordó.
"Para mí, votar por el principal partido opositor no es una cuestión de lealtad, sino de supervivencia", agregó.
El establecimiento de una planta de Samsung en Pusan en 1994 fue una decisión del entonces presidente Kim Young-Sam, que tenía buenas relaciones con la población local. Posteriormente se comprobó que fue una medida equivocada económicamente, ya que produjo un exceso de capacidad de la fábrica.
A comienzos de 1998, Kim Dae-Jung ordenó el cierre de la planta y asestó así un duro golpe a la economía de Pusan, porque unos 60.000 jefes de familia fueron despedidos.
Para los trabajadores, se trató de una medida política y no económica, y acusaron al presidente de desfavorecer a Pusan porque él no procede de la región del sureste.
Cediendo a la presión, Kim permitió la explotación parcial de la fábrica el pasado octubre, y la producción se reanudó pero en una escala mucho menor.
Aunque algunos obreros recuperaron su trabajo, muchos más permanecen desempleados y manifestaron su indignación en las elecciones de la semana pasada.
Así, aunque recibió elogios de todas partes del mundo por las reformas que lograron una rápida recuperación de la economía surcoreana, el presidente Kim también recibió un llamado de atención de sus conciudadanos.
El escaso apoyo que recibió el partido de gobierno en los comicios y la victoria de muchos candidatos nuevos debe interpretarse como un reclamo de cambios, señalaron observadores.
Aunque las tendencias de votación demostraron que la lealtad regional es todavía muy fuerte, la campaña de grupos cívicos que exhortaron a rechazar a 86 candidatos acusados de corrupción introdujo un elemento de reforma.
La campaña rindió sus frutos, ya que 70 por ciento de los candidatos en la lista de "indeseables" no llegaron al puesto que pretendían.
Mientras, varios analistas destacaron a la provincia central de Chungchong-do por la madurez demostrada por sus votantes al rebelarse contra una propuesta de "votación ciega" en favor de los Demócratas Liberales Unidos.
En cambio, los votos de la provincia se repartieron en forma equilibrada entre los tres principales partidos.
"Quiero que Chungchong sea un modelo para otras regiones en los próximos comicios generales del 2004", declaró el estudiante universitario Kim Chull-Soo. (FIN/IPS/tra-en/amy/ral/mlm/ip/00