Una radio nacida hace poco más de un año en pleno corazón del Centro Histórico de la capital de Cuba busca comprometer a sus habitantes en el proyecto de reconstruir, conservar y proteger la ciudad para las generaciones presentes y futuras.
"La restauración implica la participación de la comunidad tanto en el desarrollo como en la protección de lo restaurado, por eso el objetivo básico de la emisora es la comunicación con los habitantes del Centro Histórico y del resto de La Habana", dijo la directora de Habanaradio, Magda Resik.
El personal fijo lo componen Resik, dos realizadores, dos secretarias y un conductor de vehículos, mientras que el resto son colaboradores procedentes de la prensa y especialistas que dan relieve a una programación de seis horas diarias, con la intención de estar en "sintonía con La Habana del futuro".
"Se trata de que la gente se sienta parte de la obra que se reconstruye, que sea capaz de valorar sus beneficios y protegerlos", indicó Resik, quien está a cargo de Habanaradio desde su primera salida al aire el 28 de enero de 1999.
La emisora depende "metodológicamente" del estatal Instituto Cubano de Radio y Televisión, pero su perfil editorial, asuntos administrativos, equipamiento e inclusive los salarios del personal y colaboradores es responsabilidad de la Oficina del Historiador de La Habana, a cargo de Eusebio Leal desde 1969.
Leal habla cuatro veces a la semana desde el espacio "Tribuna del Historiador" sobre la obra de restauración que se lleva a cabo en el Centro Histórico de La Habana Vieja, declarado en 1986 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Historiador eminente para quién restaurar el patrimonio cultural es salvar el alma de una nación, Leal mantiene a los radioyentes al tanto de lo que acontece en la ciudad en lo que a reconstrucción se refiere, aunque sin abandonar su vieja práctica de escuchar y razonar directamente con los vecinos.
Su mensaje trasciende el Centro Histórico, cuya restauración compete a toda La Habana, porque la Oficina tiene obras en toda la capital. "No podemos pretender restaurar todo esto sin la participación de las personas que lo habitan", insistió Resik.
Leal, fiel a su divisa de "La Habana para sus habitantes", siempre defendió la tesis de que parte importante de los ingresos del turismo debe destinarse a restaurar escuelas, mantener un centro materno o convertir un antiguo convento en el primer asilo de ancianos que tiene la parte histórica capitalina.
Alumnos de esas escuelas, madres beneficiadas con el Centro Materno y familias beneficiadas con el hogar para niños necesitados de cuidados especiales son los protagonistas de las historias que se escriben día a día para compartir con todos a través de las ondas radiales.
Nos interesa la participación directa de las personas, que ellas vengan a la emisora y ante los micrófonos brinden sus impresiones, valoraciones y opiniones sobre determinados temas de interés comunitario, aseguró la directora de Habanaradio.
Programas como "Reflexiones" llevan a debate público asuntos de interés comunitario, "Parece que fue ayer" presenta música y temas dedicados a la tercera edad, y "Por las calles" descubre en su propia voz insospechados personajes que habitan el Centro Histórico.
El grupo de teatro La Colmenita divierte a los niños en un espacio hecho por ellos mismos, el programa "Contertazo" difunde los conciertos que se ofrecen cada domingo en la sala del antiguo convento de San Francisco, y "Como te lo cuento" documenta sobre costumbres y modos habaneros.
Para incentivar la participación de la audiencia se promueven concursos y se reciben llamadas telefónicas, por ejemplo para interesados en el patrimonio, la historia o la literatura, cuenta Resik, desde cuya oficina se pierde la mirada en las aguas que lamen la bahía habanera.
La comunicadora atesora algunas anécdotas que ilustran el lado humano de una emisora que la gente empieza a sentir como suya, entre ellas el caso de la ganadora de un concurso sobre el nuevo milenio, quien convalecía de una grave enfermedad cuando supo de la existencia de Habanaradio.
"Entregamos los premios al cumplirse el primer aniversario de la emisora y nos dijo que nosotros le habíamos ayudado a recuperar la ilusión, porque la vida había perdido sentido para ella", recordó Resik.
La emisora no tiene publicidad comercial, porque "interesa que se mantenga como proyecto cultural en el sentido más amplio del concepto", y llega a puntos distantes de la capital de 2,2 millones de habitantes, aunque no a todos.
Para Resik, el mayor reto a vencer ha sido diseñarle una identidad propia, sobre la "cual aún trabajamos", romper con el hielo que significa que no te conozcan y lograr que la gente te busque en el dial para escucharte".
En Cuba existen unas 50 emisoras, todas estatales, entre ellas Radio Ciudad de La Habana, cuya programación busca atraer especialmente al público joven. (FIN/IPS/pg/dm/cr/00