CHINA-VENEZUELA: Relaciones aceitadas con orimulsión

Una delegación de China inició esta semana la exploración de alternativas para producir en Venezuela un combustible autóctono conocido como orimulsión, con el cual se aceitarán las relaciones de dos países alejados geográficamente que ahora se califican de "hermanos".

"Este es un gesto de apoyo a Venezuela y eso hay que reconocerlo", dijo el presidente Hugo Chávez, quien no oculta su admiración por China, los logros de su economía y la capacidad de ese país para alimentar a 1.300 millones de habitantes.

China está "a la vanguardia del mundo", asegura el mandatario venezolano, quien suele citar de memoria frases de Mao Zedong y hace seis meses fue fotografiado corriendo delante de sus escoltas en la Gran Muralla, durante una gira por Asia.

Un memorándum de entendimiento entre la China National Petroleum Company y Petróleos de Venezuela (PDVSA) detonó un estudio para determinar la "factibilidad y viabilidad" técnica, económica y financiera que tendría la construcción de una nueva planta de orimulsión.

El estudio demorará un año y se espera que la construcción de la nueva planta lleve otros dos años. El proyecto considera producir hasta cinco millones de toneladas del combustible venezolano, que serían íntegramente exportadas a China.

En la práctica, ese proyecto chino permitiría duplicar la producción actual de orimulsión y ayudaría a rescatar económicamente una actividad iniciada hace una década que hasta ahora no produjo los resultados esperados.

La orimulsión fue descubierta por investigadores de la corporación petrolera estatal venezolana, quienes exploraban vías para aprovechar los bitúmenes que abundan en una faja de crudos pesados y extrapesados cercana al río Orinoco que cruza diagonalmente este país.

El combustible a base de bitúmenes, una emulsión y agua ha sido presentado por Venezuela como una alternativa más eficiente que el carbón o el fuel oil en la generación de energía eléctrica, y ha conseguido clientes en países como Italia, Canadá, Dinamarca, Finlandia y Japón.

Pero la respuesta de los mercados no ha sido la esperada. La empresa encargada de producir orimulsión, Bitor, no ha logrado producir las ganancias consistentes que alguna vez se predijeron y en general sus plantas han producido por debajo de la capacidad instalada de unas cinco millones de toneladas.

Chávez, quien asumió el poder en febrero de 1999, ha sido un entusiasta de la orimulsión y decidió asumir personalmente su promoción. En octubre, cuando partió en una gira por siete países de Asia, el combustible formaba parte de su agenda.

De acuerdo con lo informado al finalizar ese viaje, hubo un renovado interés de China por utilizar la orimulsión en la generación de electricidad. La gira también habría abierto la posibilidad de aumentar ventas a Japón y de conseguir nuevos mercados en Corea del Sur y Filipinas.

El mandatario venezolano planteó esta semana, tras la firma del memorándum con China, que la producción de orimulsión "es un proyecto bandera" para este país, "el único en todo el universo que lo produce".

"Todo venezolano debe saber lo que es la orimulsión (…) esto para nosotros es estratégico", añadió el mandatario, quien dijo que se podría producir para China "toda la orimulsión que necesitan, que es bastante para 1.300 millones de personas".

Algunas plantas eléctricas de ese país ya habrían iniciado procesos de reconversión para utilizar "este combustible de tecnología venezolana, de patente venezolana", afirmó.

Pero el desafío de la orimulsión va más allá del proyecto con China que de acuerdo con el memorándum de entendimiento "estrecha de manera significativa las relaciones entre dos pueblos hermanos".

Será necesario derrotar resistencias del mercado para cumplir con la expectativa de producir hasta 20 millones de toneladas en la segunda mitad de esta década.

El obstáculo más grande que ha encontrado la comercialización de la orimulsión han sido las objeciones ambientales planteadas por grupos ecologistas del hemisferio norte, que han frustrado operaciones de suministro en Estados Unidos y Gran Bretaña.

Venezuela ha respondido con el mejoramiento en la calidad del combustible y se ha anunciado que habrá una versión "verde", pero también ha hecho notar que según diversos estudios la orimulsión es menos contaminante que el carbón.

Chávez se refirió el lunes a los obstáculos enfrentados por la orimulsión y reiteró una crítica que se ha escuchado con frecuencia en este país: las trabas para el nuevo combustible fueron generadas "para proteger el carbón de ellos". (FIN/IPS/lc/ag/if/00

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