CHECHENIA: Clamor por investigación de crímenes de guerra

La fuerte presión internacional para el fin de la guerra en Chechenia y la investigación de violaciones de derechos humanos no doblega al gobierno de Rusia, que sigue dispuesto a aniquilar toda resistencia en esa república separatista.

El Consejo de Europa, en el que están representados 41 países, considera la posible suspensión de Rusia como estado miembro y presentar a la Corte Europea de Derechos Humanos las denuncias de crímenes de guerra en Chechenia.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, exige la investigación de esas denuncias.

No obstante, activistas chechenos y organizaciones no gubernamentales (ONG) aún creen que se podría lograr la rehabilitación de Chechenia luego de la guerra, si se realizara un plebiscito para determinar el futuro de la república, aunque excluyendo la independencia.

"Todos los que viven en Chechenia", sean o no originarios de esa república autónoma rusa, "tienen el derecho de decidir su futuro en un plebiscito", afirmó el checheno Abdul-Khalim Sultygov, director del Instituto de Tecnología Política.

"No debe ser un plebiscito para la independencia, sino para decidir el estatuto futuro de Chechenia en el marco de la Federación Rusa", dijo Sultygov.

El parlamento de Rusia defendió en un memorando dirigido al Consejo de Europa la campaña militar del gobierno en Chechenia, y responsabilizó de la guerra a los separatistas.

No obstante, los 12 representantes en la Duma (Cámara de Diputados) del movimiento Refakh (Bienestar), la mayoría elegidos en regiones predominantemente musulmanas, promueven la solución política de la crisis de Chechenia, basados en la legislación rusa.

Los representantes de Refakh organizan un debate público sobre sus propuestas, que se realizará del 12 al 14 de este mes en Gudermes, la segunda ciudad chechena.

"Confiamos en que (el presidente electo Vladimir) Putin escuche nuestros argumentos", declaró el diputado Kurban-Ali Amirov, jefe de Refakh.

Pero la posibilidad de un acuerdo político en Chechenia parece excluida, si bien la promesa de los jefes militares de "aniquilar a los bandidos" chechenos antes de que finalizara marzo no se ha materializado.

Robinson, ex presidenta de Irlanda, criticó el martes a Rusia por las violaciones de derechos humanos en Chechenia y la instó a aceptar una investigación independiente de los hechos denunciados. La respuesta del canciller Igor Ivanov fue de rechazo de toda injerencia en los asuntos internos del país.

Putin, que al momento de triunfar en las elecciones se desempeñaba como presidente interino, se negó a recibir a Robinson y, en cambio, concurrió con un brazalete de luto al funeral de soldados muertos en los últimos combates.

Decenas de soldados rusos fueron abatidos a fines de marzo por los rebeldes, que los emboscaron en la montañosa zona sur de la república autónoma.

La capital, Grozny, fue reducida a escombros. Robinson dijo sentirse consternada a la vista de la ciudad destruida y por los relatos de crímenes contra los derechos humanos.

Según se informó, la funcionaria no logró autorización para llegar a los lugares en que las ONG de derechos humanos aseguran que se cometieron masacres, como las localidades de Alkhan-Yurt y Alkhan-Kala y el barrio de Aldy, en Grozny.

La matanza de Aldy, perpetrada el 5 de febrero, fue la primera que pudo documentar la organización Human Rights Watch (HRW), de Nueva York.

Más de 80 personas fueron muertas en Aldy por los soldados rusos, de acuerdo con los datos de HRW, aunque la Fiscalía Militar de Rusia afirmó que, según sus investigaciones, las tropas federales no tuvieron participación en ese hecho.

HRW exhortó al Consejo de Europa a llevar a Rusia ante la Corte Europea de Derechos Humanos. Por su parte, los funcionarios rusos arguyen que las denuncias internacionales carecen de sustancia, pues la gran mayoría están basadas en datos manejados por expertos autodesignados y no tienen apoyo en evidencia legal.

El comisionado de Derechos Humanos de Rusia, Oleg Mironov, que acompañó a Robinson a Chechenia, pidió a ésta que ayude a Moscú en lugar de criticarlo. Hay 200.000 refugiados chechenos en regiones vecinas, especialmente en la república autónoma de Ingushetia.

El secrtario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, respaldó el pedido de Robinson a Rusia de investigar las alegadas violaciones de derechos humanos en Chechenia.

Así mismo, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) acusó el lunes a Moscú de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad.

La FIDH responsabilizó al ex presidente Boris Yeltsin y su sucesor, Putin, de la continuación del bombardeo de la población civil y de matanzas y torturas atribuidas a las fuerzas federales.

Organismos internacionales de derechos humanos pidieron el cese inmediato del fuego y la apertura de negociaciones entre Moscú y el presidente checheno Aslan Maskhadov.

No obstante, algunos chechenos, como Sultygov, creen que Maskhadov perdió legitimidad al no distanciarse de los señores de la guerra de Chechenia, como Shamil Basayev, primer ministro de la república separatista, a quien Rusia considera su principal enemigo. (FIN/IPS/tra-en/sb/sm/ff/ip hd/00

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