/BOLETIN-AMBIENTE/ VENEZUELA: Caimanes del Orinoco devueltos a su habitat

Las autoridades de Venezuela liberaron este mes 240 caimanes del Orinoco de un año de edad en su habitat original, como parte de un exitoso programa para salvar la especie.

Los ejemplares liberados de "cocodrylus intermedius" miden unos 80 centímetros de largo, y aquellos que sobrevivan, para aumentar la población actual de unos 4.000 saurios, podrán llegar a siete metros, como los que en otros tiempos asombraban a los exploradores.

Estos caimanes pueden vivir hasta 90 años, explicó a IPS el coordinador del proyecto de Investigación de Cocodrilos del Ministerio del Ambiente venezolano, Alvaro Velasco, quien supervisó la última operación de repoblación.

El tamaño máximo de los caimanes del Orinoco en la actualidad es de unos cinco metros, pero Velasco explicó que la aparente disminución de envergadura puede deberse a la inexistencia de ejemplares longevos, ya que hace medio siglo la especie estaba al borde del exterminio.

El programa de repoblación comenzó hace una década, como parte de los esfuerzos para salvar de la extinción al caimán del Orinoco, al cual se llegó a considerar entre las especies más amenazadas del mundo.

Los escritos del explorador y naturalista alemán Alexander von Humboldt confirman que a comienzos del siglo XIX la población de caimanes del Orinoco era abundante.

Pero en el "Libro rojo de la fauna venezolana", editado en agosto de 1999, se advirtió que ya Humboldt notó una "fuerte presión de cacería" sobre la especie, que los autores de la obra consideraron una de las 367 amenazadas de extinción en Venezuela, uno de los 15 países con mayor diversidad biológica del mundo.

En el capítulo sobre el caimán del Orinoco del "Libro rojo", publicado por una fundación privada venezolana, se explicó que la explotación comercial del caimán del Orinoco comenzó a fines de los años 20 y alcanzó su máximo nivel en los años 30.

En San Fernando de Apure, la ciudad más importante de la zona en que viven esos caimanes y centro del comercio de la especie, "se vendían entre 3.000 y 4.000 pieles diarias" destinadas a abastecer la industria de la confección a nivel mundial, se indicó.

La sobreexplotación del caimán del Orinoco hizo colapsar esa industria peletera en los años 50, y desde los años 60 comenzaron a aplicarse medidas para impedir la caza, que en la actualidad es ilegal.

Velasco comentó que en los últimos seis años no hubo informes sobre caza de caimanes, y comentó que en la actualidad los episodios en que seres humanos matan a esos animales pueden deberse al temor que inspiran los saurios a la población local.

El especialista explicó que las especies venezolanas de caimanes no son agresivas, pese a los mitos en la materia, algunos de ellos estimulados por el cine.

También comentó que no existen datos precisos sobre la población actual de caimanes del Orinoco, pero se estima que hay unos 2.500 animales nacidos en estado silvestre y otros 2.000 nacidos en criaderos y trasladados a la región por el programa de repoblación.

Pese a su nombre, la gran mayoría de estos caimanes no viven en el río Orinoco, una de las principales vías fluviales del mundo que cruza Venezuela en diagonal, sino en cursos de agua de menores dimensiones asociados a su cuenca.

En el "Libro rojo" se destacó que la principal amenaza a la supervivencia de la especie, una vez superado el peligro de la caza comercial, es la destrucción de su habitat, afectado por el desarrollo agrícola y en algunas zonas también por actividades mineras contaminantes.

También se señaló que el saqueo de nidos y la venta de caimanes recién nacidos a turistas "son actividades que cobran importancia como factores de riesgo".

Velasco explicó a IPS que los pequeños caimanes lanzados este mes a uno de los ríos de la zona, en vísperas del Día Mundial de la Tierra, que se celebra este sábado, deberán lidiar con depredadores naturales antes de llegar a medir 1,20 metros y quedar a salvo de ellos.

Esas especies depredadoras son algunos felinos, la anaconda y en especial otro tipo de caimán, llamado "baba", que llega a medir un máximo de dos metros.

Los caimanes alcanzarán su madurez sexual cuando tengan entre siete y 10 años. Las hembras ponen entre 30 y 40 huevos por camada, y de ellos sobrevive apenas uno, indicó Velasco. (FIN/IPS/lc/en/00

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