AMERICA CENTRAL: Iglesia Católica pide luchar contra corrupción

Multitudinarias procesiones en las ciudades, miles de vacacionistas en las playas y sacerdotes que pidieron luchar contra la corrupción y la pobreza fue el ambiente que reinó en América Central durante la Semana Santa cristiana.

Las calles de las capitales centroamericanas cambiaron su habitual ambiente de bocinazos, embotellamientos y trajín por un inusitado paisaje de silencio.

Muchos de los 35 millones de centroamericanos, en su mayoría católicos, aprovecharon la Semana Santa para tomar vacaciones lejos de las ciudades. Pero muchos de los que se quedaron en ellas acudieron a templos y desfiles donde se recreó, con imágenes y personajes locales, la pasión y muerte de Jesucristo.

Este año, la principal celebración católica tuvo lugar en medio de tensiones sociales.

Guatemala está en vísperas de fuertes alzas en las tarifas del transporte público, Nicaragua y Honduras intentan resolver un delicado conflicto de límites marítimos y Costa Rica vivió las protestas populares más grandes de los últimos 30 años, por una ley que pretende la apertura de las telecomunicaciones.

El arzobispo de San José de Costa Rica, Román Arrieta, le pidió en su mensaje a un centenar de sacerdotes que realizaran un censo de todos los pobres de las comunidades costarricenses para atender sus carencias.

"Les encomiendo en este día a los hermanos más pobres, ésta no es una palabra demagógica porque salió de lo más profundo del corazón de Cristo", indicó Arrieta.

En su mensaje, Arrieta hizo un llamado a defender a los pobres, a hacerlos dueños de su destino y lograr su promoción para que participen en el progreso material y espiritual.

En la región, la Iglesia Católica centró su mensaje en la necesidad de que los gobiernos luchen para disminuir la pobreza y combatan la corrupción.

Bernardo Hombach, obispo de Chontales y Río San Juan de Nicaragua, abogó por una "conciliación" que permita desechar males como la corrupción.

Si bien actualmente las instituciones del Estado son las más señaladas por incurrir en el pecado de la corrupción, éste es un mal que está invadiendo todos los niveles de la sociedad, afirmó.

"Todos estamos tallados en el mismo palo", dijo el obispo y agregó que cuando habla con jóvenes y estudiantes ellos todavía tienen el idealismo de una nueva sociedad y se escandalizan por la corrupción.

"Yo les pregunto enseguida: ¿ustedes alguna vez no se copiaron? (en un examen). Se ríen y creen que el que no se copia es un tonto. Ahí empieza el asunto", comentó Hombach.

En San Salvador, las calles comenzaron a vaciarse de vehículos a partir del miércoles. Los ciudadanos llenaron los supermercados en los primeros días de la semana para comprar productos como pescados y mariscos para guardar ayuno de carnes rojas.

En el caso de Panamá, la mayoría de los que salieron de la capital se dirigieron al norte del país, a las ciudades de Bocas del Toro y Changuinola. Centenares de panameños abarrotaron los hoteles y hospedajes de esas ciudades, preferidas por sus paisajes naturales y de playas.

José Agustín Ganuza, obispo de la diócesis de Bocas del Toro, dijo que la gran cantidad de turistas que llegaron a la provincia provocaron que los lugareños se distrajeran un poco con su presencia y subrayó que esta época es oportuna para el acercamiento familiar más íntimo. (FIN/IPS/nms/ag/cr/00

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