La ONU recordó al mundo los horrores del trágico accidente nuclear de Chernobyl, hace 14 años, en el marco de la conferencia internacional sobre no proliferación nuclear, en curso en su sede de Nueva York.
"No podemos darnos el lujo de olvidar Chernobyl", dijo el miércoles a la prensa Carolyn McAskie, coordinadora de Ayuda de Emergencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), mientras un orador tras otro de la conferencia exhortaba a la eliminación de las armas nucleares.
"Si lo olvidamos, nos arriesgamos a tener más desastres tecnológicos y ambientales en el futuro", agregó.
Aunque el accidente ya no aparece en los titulares, todavía tiene un importante efecto sobre los sobrevivientes, y el número total de personas que puedan sufrir enfermedades graves como resultado del desastre solo se conocerá dentro de dos décadas, resaltó el foro mundial.
La mayoría de los oradores de la Conferencia de Revisión sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear, de cuatro semanas de duración, han exhortado a eliminar las armas atómicas, no solo para prevenir una posible guerra nuclear, sino también para evitar accidentes.
El desastre nuclear de Chernobyl, ocurrido el 26 de abril de 1986, fue el peor accidente de la historia en su tipo.
La explosión del cuarto reactor de la central nuclear de Chernobyl, Ucrania, mató en el acto a 31 personas y propagó una nube de humo radiactivo sobre gran parte de Europa oriental y occidental.
Los tres países que más sufren las consecuencias todavía son Ucrania, Rusia y Belarús.
La radiación lanzada a la atmósfera fue culpada por decenas de miles de muertes por cáncer y el notable incremento en los defectos de nacimiento ocurridos en esos tres países desde 1986.
Siete millones de habitantes de Ucrania, Belarús y Rusia, incluidos tres millones de niños, padecen todavía los efectos secundarios del desastre nuclear y necesitan tratamiento médico, según cifras publicadas por la ONU el miércoles.
La explosión del reactor liberó 100 veces más radiación que las dos bombas atómicas arrojadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Ucrania experimenta una gran caída en su natalidad y un inquietante aumento de su mortalidad, sostiene un informe publicado en febrero en el diario The New York Times.
En solo cinco años, Ucrania perdió dos millones de habitantes al pasar de 52 a 50 millones, porque la mortalidad superó por lejos a la natalidad.
La mortalidad infantil de Ucrania se sitúa en 21 muertes cada 1.000 nacidos vivos, casi el triple que el promedio europeo. Todos estos hechos se vinculan con el accidente de Chernobyl.
En 1997, la ONU lanzó un programa humanitario para las víctimas de Chernobyl, pero debido a la escasez de fondos, la lista original de 60 proyectos debió acortarse a solo tres en cada país afectado.
Los proyectos se concentran en la descontaminación de jardines de infantes, escuelas y hospitales; la rehabilitación y la investigación sobre los efectos de la radiación sobre la salud, y la producción y el suministro de productos lácteos enriquecidos con vitaminas para reducir la incidencia de enfermedades vinculadas con la radiación.
Así mismo, los proyectos propuestos incluyen el diagnóstico y tratamiento del cáncer de tiroides, la leucemia y el cáncer linfático, así como la investigación sobre las consecuencias de la radiación en los padres para evaluar la salud de sus descendientes.
Según la ONU, estos programas requieren con urgencia una financiación pendiente de 9,5 millones de dólares.
Esos proyectos son "lo menos que la comunidad internacional debe hacer, no solo por las víctimas de Chernobyl, sino para que las futuras generaciones extraigan alguna lección y algún beneficio del desastre", exhortó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en "Chernobyl: Una catástrofe que continúa", una publicación lanzada el miércoles. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/en-ip/00