Los ocho países del Tratado de Cooperación Amazónica decidieron hoy en la capital venezolana avanzar hacia la definición de una "nueva organización" que incluirá la creación de una secretaría permanente, con el fin de reforzar su acción en la inmensa cuenca sudamericana.
"Nuestro tratado refleja las realidades y los desafíos de la integración", dijo el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardozo, quien asistió este jueves a la reunión ministerial del pacto de cooperación amazónica en Caracas.
El fortalecimiento del tratado "reforzará la credibilidad de nuestras iniciativas" y consideró que será "un paso histórico" para la región, planteó Cardoso. "Lo vamos a hacer, y vamos a hacerlo juntos", dijo el mandatario a los representantes de los ocho países.
Por su parte el presidente venezolano, Hugo Chávez, calificó la medida de renovación institucional de "relanzamiento" del tratado, que podría ser uno de los elementos de integración de mayor peso en el mundo pues abarca un "inmenso espacio".
En un discurso dirigido a los "hermanos de la América amazónica", Chávez añadió que uno de los desafíos pendientes para los países que participan de esta cuenca es la definición de un modelo de desarrollo adecuado.
El mandatario precisó que Venezuela ve "con mucha emoción" que el tratado se repotencie después de más de dos décadas de existencia.
El mandatario venezolano planteó que hay muchos discursos y pocos logros, y consideró que la decisión adoptada en Caracas sintoniza a este mecanismo con la realización de proyectos viables y concretos.
En la práctica, el tratado, que es un pacto de cooperación, será convertido en un organismo formal como parte de un proceso de "fortalecimiento institucional", para el cual esperan contar con un respaldo financiero internacional que reconozca el beneficio global del ecosistema amazónico.
"El bosque amazónico provee servicios ambientales globales aún sin cuantificar y que no son retribuidos en concordancia con su magnitud", advirtió el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, José Vicente Rangel, que como ministro anfitrión inauguró la reunión de cancilleres.
La Declaración de Caracas suscrita por las cancillerías de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, compromete a los países a "acelerar el establecimiento de una Organización del Tratado" de cooperación.
El canciller venezolano precisó que se trata de "revitalizar" el tratado.
El establecimiento de la secretaría permanente, que tendrá su sede en Brasilia, permitiría "facilitar las coordinaciones internas y externas", de acuerdo con el documento, que destaca la importancia de la voluntad política para el manejo racional de la cuenca.
Rangel precisó que la secretaría permanente permitirá coordinar en forma más efectiva las acciones intergubernamentales.
Hasta ahora, el pacto ha tenido una secretaría rotativa que en los últimos tres años estuvo a cargo de Venezuela, y que en Caracas pasó a manos de Bolivia.
El canciller boliviano Javier Murillo consideró que la creación de un organismo es "indispensable para hacer avanzar el proceso" de cooperación amazónica, pero no espeficó cuánto tiempo podría demorar la transición hacia la renovación institucional decretada en Venezuela.
El Tratado de Cooperación Amazónica fue suscrito en 1978, como un mecanismo para concertar los intereses de ocho países que comparten una cuenca de 7,5 millones de kilómetros cuadrados, considerada clave para la salud ambiental de todo el planeta.
La cuenca contiene 56 por ciento de los bosques tropicales del mundo y 50 por ciento de las especies vegetales. Tiene unos 25 millones de habitantes, de los cuales 60 por ciento viven en asentamientos urbanos de diversa magnitud.
La Amazonia tambien cuenta entre sus habitantes a los integrantes de 379 pueblos indígenas.
"Es necesario promover un genuino desarrollo de la Amazonia sobre el uso apropiado de la biodiversidad, que permita al propio tiempo su conservación" plantearon los países en la declaración de este jueves. También destacaron la importancia de "lograr el desarrollo sostenible" en la zona.
El documento suscrito en Caracas planteó el interés de los países por abordar cuestiones como el uso racional de los bosques, el combate a las actividades ilícitas, el desarrollo de sistemas de transporte y comunicaciones, avances científicos y tecnológicos, y la educación ambiental.
En el caso de los pueblos indígenas, se manifestó el compromiso de fortalecer mecanismos institucionales "de fomento del desarrollo de las poblaciones y comunidades indígenas en procura de proteger y garantizar el hábitat de dichas comunidades, y mejorar su calidad y condiciones de vida".
La "preservación del medio ambiente y la conservación y utilización racional de los recursos naturales" en los territorios de la Amazonia es una misión establecida en el primer artículo del tratado. (FIN/IPS/lc/mj/en ip/00