Siete líderes africanos se reunirán este viernes en Zimbabwe en busca de poner fin a la guerra en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), en la que intervienen varios países vecinos, y para analizar la crisis provocada por la ocupación de granjas en el estado anfitrión.
A la cumbre de la localidad de Victoria Falls asistirán los presidentes de Uganda, Yoweri Museveni, de Namibia, Sam Nujoma, de Zimbabwe, Robert Mugabe, de RDC, Laurent Kabila, de Ruanda, Paul Kagame, de Mozambique, Joachim Chissano, y de Zambia, Frederick Chiluba.
Los observadores consideran que los presidentes intentarán acelerar la aplicación del acuerdo de cese del fuego firmado en Lusaka el año pasado.
La reunión cumbre será presidida por Chissano, en su calidad de presidente de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral.
La guerra en RDC involucra a seis países africanos. Angola, Namibia y Zimbabwe enviaron fuerzas para ayudar al gobierno congoleño a repeler una ofensiva rebelde apoyada por Ruanda y Uganda.
El conflicto se desató en agosto de 1997, luego de que Kabila ordenó el retiro del país de los soldados e instructores militares ruandeses que lo habían ayudado a derrocar al dictador Mobutu Sese Seko en mayo de 1997.
El país estaba a punto de caer bajo el control de los rebeldes cuando Zimbabwe envió sus soldados para detener el colapso del gobierno de Kabila, ayudado luego por Angola y Namibia. Sudáfrica se negó a enviar fuerzas y optó por buscar una solución diplomática a la crisis.
En Zimbabwe también se espera la presencia del presidente sudafricano Thabo Mbeki, aunque éste no participará en la cumbre sino que visitará el país para informarse sobre la crítica situación provocada por la ocupación de granjas propiedad de blancos por parte de veteranos negros de la guerra de independencia.
Se estima que la cumbre también analizará la crisis en Zimbabwe. Más de 1.000 fueron ocupadas en los últimos meses, y en los enfrentamientos producidos fueron asesinadas tres personas, entre ellas dos granjeros.
Países y donantes extranjeros redujeron su ayuda al país o criticaron a Zimbabwe por las ocupaciones que tienen el apoyo del presidente Mugabe, a pesar de que un fallo de la Corte Suprema ordenó el desalojo de los veteranos de guerra de las granjas.
La crisis de Zimbabwe podría ser aleccionadora para otros países de la región donde la mayor parte de la tierra permanece bajo el control de la minoría blanca.
En Namibia, el fuerte desequilibrio podría generar disturbios en cualquier momento mientras los hechos de Zimbabwe recibieron apoyo en algunos sectores de Kenia y Sudáfrica.
En Zimbabwe, unos 4.500 granjeros blancos son propietarios de 11 millones de hectáreas o 70 por ciento de las tierras agrícolas, mientras un millón de negros sobreviven con 16 millones de hectáreas situadas en zonas áridas y no aptas para el cultivo.
Los ocupantes aseguran que intentan remediar esta diferencia, que se remonta a la guerra de independencia de los años 70.
Como el mayor socio comercial de Zimbabwe en Africa, Sudáfrica tiene un interés directo en lo que ocurre en el país. El presidente Mbeki propone la discreción de la diplomacia para resolver la crisis, en lugar de las declaraciones públicas.
Cuando asistió a la Cumbre del Grupo de los 77 en La Habana, Mbeki pidió a los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña que cumplieran los compromisos asumidos con Zimbabwe antes de su independencia para ayudarlo a implementar la reforma agraria. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/ip/00