/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: La computadora como vía para salir de la pobreza

La conferencia Conocimiento Mundial II realizada en la capital de Malasia destacó la importancia que representa para el desarrollo de los países pobres el acceso a las computadoras y, por medio de ellas, al correo electrónico y la Internet.

Más de 1.200 representantes de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y compañías privadas estuvieron en Kuala Lumpur para discutir la forma en que las tecnologías de la información pueden ayudar al desarrollo, en la reunión que concluyó el jueves.

En Malasia, un ambicioso programa del primer ministro Mahathir Mohamad pretende transformar a este país de casi 22 millones de habitantes en una sociedad informática para el 2020.

En el estado de Selangor, tres autobuses con 20 computadoras cada uno recorren las escuelas escasas de recursos para que los alumnos tengan una oportunidad de acceder a la Internet y otras tecnologías informáticas.

Malasia se percató de que el conocimiento es la nueva unidad de intercambio en la economía mundial y se convirtió en uno de los primeros países del Sur en desarrollo en facilitar este tipo de tecnologías a su población.

Una de las vías que utilizó fueron los telecentros, o sea redes comunitarias que brindan acceso libre a la información.

"Para aprovechar las oportunidades que brinda la era de la información… no podemos esperar ayuda de nadie. La única ayuda de la que podemos depender es la que nos brindemos nosotros mismos", declaró Mohamad.

Los telecentros en el Sur en desarrollo suelen estar ubicados en edificios sencillos con máquinas de fax, instalaciones telefónicas, fotocopiadoras y computadoras con acceso a Internet y correo electrónico.

En el medio rural de Zimbabwe, la población del distrito de Nkayi, en el sur, cargó computadoras y equipos de radio y televisión a un carro tirado por caballos que se traslada por la región para que todos puedan acceder a la información.

El diseñador del telecentro móvil, Obediah Moyo, del Programa de Desarrollo de Bibliotecas y Recursos Rurales, dijo que si consigue una antena satelital para el carro, que cuenta con energía solar, podrá colocar a Nkayi en el medio de la revolución informática.

"Pero gran parte de la financiación en Africa se destinó a unos pocos grandes proyectos de telecentros, con resultados mixtos, aunque hay gran cantidad de centros pequeños que no tienen apoyo externo pero suelen prosperar", dijo Peter Benjamin, de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica.

"Numerosos proyectos comunitarios de tecnologías de comunicación informática se benefician mucho por la interacción con otros centros", señaló.

"Pero la mayor parte del aprendizaje comparativo de estos proyectos lo obtienen personas ajenas a los mismos, como donantes y académicos, sin beneficiar directamente a los usuarios", agregó.

Muchos telecentros en Africa están al borde del fracaso debido a la falta de capacitación, dijo Benjamin.

En todo el mundo, el crecimiento de los telecentros es desigual. En Brasil hay iniciativas aisladas con fines de lucro, como los cibercafés, donde los clientes pagan por enviar correo electrónico o navegar por Internet. Pero estos sitios tienden a limitarse a los sectores de mayores ingresos.

El correo estatal también ofrece teléfonos, fax, computadoras y servicios de modem en algunas de sus oficinas más grandes. Pero estos servicios siguen siendo inaccesibles para la mayoría de la gente.

Carlos Alfonso, director de la Red de Información para el Tercer Sector y uno de los pioneros de la Internet en Brasil, dijo que, a través de los ministerios relacionados con la información, el país también intenta crear una sociedad informática, pero las políticas oficiales aún no fomentan la creación de los centros comunitarios de telecomunicaciones.

Sin embargo, aún no hay pruebas concretas que prueben que el acceso de las comunidades pobres a estas nuevas tecnologías fomenta el desarrollo.

"Me temo que, por lo general, recurrimos a anécdotas y no a la evidencia para explicar nuestros avances", dijo David Balson, director ejecutivo de Bellanet, una organización canadiense que brinda asistencia para mejorar el uso de las tecnologías informáticas.

"Debemos investigar más para obtener resultados concretos sobre la relación entre la tecnología de la información y el desarrollo", agregó.(FIN/IPS/tra-en/gm/an/aq/dv/00)

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