La reducción de los cultivos de coca en Bolivia y Perú recibió los elogios del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de la Droga (PNUFID), aunque el organismo reconoció que la situación en Colombia "sigue siendo compleja".
América del Sur es una de las pocas regiones del mundo donde el descenso de la producción de narcóticos y del cultivo de coca, de la cual se produce la cocaína, tuvo "grandes progresos", según el organismo con sede en Viena.
El cultivo de la coca en Perú se limitó a 38.000 hectáreas en 1999, frente a las 129.000 de 1992. Así mismo, Bolivia eliminó 14.000 hectáreas del cultivo el año pasado, superando su propia marca de 1998.
Esas cifras representan una reducción de 78 por ciento en sólo tres años. El PNUFID agregó que en Bolivia sólo quedan 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo de coca.
El ingreso de Bolivia procedente de la coca se limitó a 86 millones de dólares en 1999, frente a los 400 millones de 1995, indicó el organismo.
"Las cifras hablan por sí solas y señalan la notable conquista de los dos gobiernos para cumplir sus compromisos con las metas fijadas por la Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre los Narcóticos (hace dos años)", dijo el director ejecutivo del PNUFID, Pino Arlacchi.
Ante la Comisión de las Naciones Unidas sobre Narcóticos, Arlacchi reconoció el lunes que el problema en Colombia, uno de los mayores productores de estupefacientes de América del Sur, "sigue siendo complejo".
El gobierno colombiano presentó un plan por 7.000 millones de dólares en septiembre para superar los problemas económicos y la violencia política que plagan al país, ambos directa o indirectamente vinculados al problema general de las drogas, explicó Arlacchi.
Bogotá invertirá 4.000 millones de dólares mientras espera que los 3.000 millones restantes los aporte la comunidad internacional, agregó.
En su informe anual, la Junta Internacional de Fiscalización de los Estupefacientes advirtió el mes pasado que "los notables avances en la reducción del cultivo ilícito de coca en Bolivia y Perú en los últimos dos años parecen haberse correspondido por el aumento de la producción… en Colombia".
La Junta, un organismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que consiste en 13 expertos independientes, reconoció que aunque el cultivo se redujo significativamente, "no parece haberse reducido" la cantidad de hoja de coca disponible para la manufactura ilícita de cocaína en América del Sur.
Destacando a Colombia, la Junta indicó que la mayor parte de la producción ilícita de coca tiene lugar en zonas fuera del control del gobierno, lo cual obstaculiza los esfuerzos de éste.
Con respecto al sudeste y sur de Asia, dos importantes regiones productoras de narcóticos, Arlacchi dijo el lunes que la ONU se concentró en crear un "cinturón de seguridad" en torno de Afganistán.
El mes pasado, un grupo de siete países vecinos de Afganistán se reunieron en Nueva York para discutir el problema de la producción afgana de opio y heroína y la amenaza que representa para la región.
Los países en cuestión, Irán, Kazajstán, Kyrgyzstán, Pakistán, Tajikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, apoyaron la estrategia del cinturón de seguridad. En las conversaciones también participaron Estados Unidos y Rusia.
Arlacchi dijo que el problema de la producción de narcóticos en Afganistán alcanzó proporciones alarmantes.
Sólo el año pasado, el país produjo 4.600 toneladas de opio, lo cual representa 75 por ciento de la producción mundial y basta para satisfacer dos veces la demanda anual de opio y heroína en la región, Europa occidental y Estados Unidos.
Los mayores índices de adicción a la heroína se encuentran en esta región. Así mismo, los narcotraficantes presentan un problema para la seguridad e incluso la soberanía de los estados que no tienen los recursos para enfrentarlos, aseguró Arlacchi. (FIN/IPS/tra-en/td/da/aq/ip/00