El Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), que existe como un organismo autónomo desde 1984, se reafirma como vigoroso defensor de las causas femeninas.
"Los desafíos del siglo XXI requerirán un liderazgo que pueda brindar visiones alternativas, valores y estrategias para crear un mundo más humano. Para llenar esa necesidad, está surgiendo el liderazgo de las mujeres", dijo Noeleen Heyzer, directora ejecutiva de Unifem.
El origen de Unifem se remonta a 1976, con la creación del Fondo Voluntario de la Década de las Mujeres establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en respuesta al llamado de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en México en 1975.
En 1984, la Asamblea General de la ONU acordó cambiar el nombre del organismo a Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer, y constituir una organización autónoma que trabajara en estrecha asociación con el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Desde entonces, Unifem se ha concentrado en tres áreas temáticas: fortalecimiento de la capacidad económica de las mujeres, gobernabilidad y liderazgo del género y promoción de los derechos femeninos para eliminar toda violencia en su contra.
"Tambien nos transformamos en fuente y proveedor de poder para las mujeres, y principal canal de asistencia al desarrollo del género de la ONU", aseguró Heyzer.
El impacto de Unifem se percibe en diversos campos, entre ellos la política, los negocios, los derechos humanos, la resolución de conflictos e incluso la justicia penal.
En la conferencia celebrada en Roma en 1998 para establecer un Tribunal Penal Internacional para crímenes de guerra y contra la humanidad, Unifem apoyó a Causa Femenina para Justicia de Género, coalición internacional concentrada en los problemas de las mujeres en situaciones bélicas y conflictos armados.
La participación de las mujeres en las negociaciones que concluyeron con la redacción del estatuto del Tribunal Penal Internacional fue clave para asegurar que las preocupaciones específicas del género fueran incluidas, apuntó Heyzer.
La coalición también logró la inclusión de cláusulas referidas a violaciones, gestaciones forzadas y esclavitud sexual en el estatuto del Tribunal Penal Internacional, que es considerado un modelo para asegurar justicia en favor del género en su codificación de crímenes por violencias a mujeres .
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1995 en Beijing, Unifem se destacó por ser el primer organismo de la ONU que ayudó a poner en práctica una "plataforma de acción" acordada en la asamblea.
En 1996, la Asamblea General de la ONU urgió a Unifem a realizar mayores esfuerzos para combatir la violencia contra el género.
La Asamblea decidió también crear un Fondo Fiduciario, un mecanismo operativo multilateral para financiar iniciativas internacionales, nacionales, regionales y de comunidades de base, destinadas a erradicar la violencia contra las mujeres.
Un informe de la ONU observó en agosto que algunas estadísticas referidas a la salud y la educación básicas son alentadoras, pero alertó que las mujeres siguen siendo blanco de violencia física y psicológica "en una escala desconocida para cualquier otro grupo".
"Poner fin a la violencia contra mujeres y niñas en nuestras familias, comunidades y sociedades sigue siendo el mayor desafío que afronta la humanidad al comenzar el siglo XXI", dijo Heyzer.
También señaló que combatir la violencia contra las mujeres constituye el núcleo de la tarea de Unifem.
En 1998, por ejemplo, el organismo logró el compromiso de una cantidad sin precedentes de agencias de ONU, gobiernos, organizaciones no gubernamentales nacionales y regionales, así como miles de grupos comunitarios, a participar en una serie de campañas para eliminar la violencia contra las mujeres.
Esas campañas, realizadas en Asia y el Pacífico, Africa, América Latina y el Caribe, originaron un ambiente favorable a la introducción de cambios políticos y a las leyes nacionales.
"Se concentraron en prevención, protección, servicios y justicia, donde se produjo la violencia", señaló Heyzer.
Las campañas tambien estimularon el debate sobre asuntos tradicionalmente considerados tabú y suscitaron interrogantes sobre la participación masculina en la erradicación de la violencia de género.
En noviembre, al ratificar lo actuado por Unifem, la Asamblea General urgió a los estados miembros a incrementar sus contribuciones a la organización.
En contraste con muchos organismos y agencias de la ONU sofocados por la falta de dinero, Unifem goza de una robusta salud financiera.
Desde 1994, cuando Unifem tuvo un presupuesto de 14 millones de dólares, las contribuciones totales de las actividades cofinancieras siguieron aumentando: 17,5 millones de dólares en 1997, 22,7 millones en 1998 y unos 25 millones en 1999. (FIN/IPS/00