Gabriela Delgado intenta, al frente del Instituto de la Mujer (Inmujer) de la ciudad de México, que las políticas públicas se basen en el principio de la equidad de género.
El pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y la equidad de género forman el eje rector en el diseño de acciones sociales emprendidas por Inmujer, dijo a IPS Delgado.
Estos esfuerzos no son empresa fácil en una sociedad machista, donde cuatro millones de familias son dirigidas por mujeres.
En México, las mujeres son 30 por ciento de la población económicamente activa, de acuerdo con estadísticas oficiales, y de cada cien mujeres que efectúan alguna actividad productiva 90 realizan también labores domésticas.
Hace 25 años, una de cada cinco mujeres trabajaba y en la actualidad lo hace una de cada tres, mientras el analfabetismo femenino es 1,6 veces mayor que el masculino.
En ese contexto, el gran desafío "consiste en que hombres y mujeres adquieran una nueva concepción de lo que representan las relaciones humanas", señaló la funcionaria.
En la difusión de los derechos humanos de la mujeres en la ciudad de México, Inmujer pretende "sembrar la semilla para que ambos géneros gocen algún día de las mismas atribuciones y responsabilidades", señaló Delgado.
Si bien admitió que el logro de esto constituye un objetivo de "largo plazo", se entusiasma cuando refiere avances en la lucha por el respeto a la dignidad de las mujeres.
Entre sus atribuciones, Inmujer interviene en la revisión de los códigos penal y de procedimientos civiles que rigen en la ciudad de México.
Por iniciativa del instituto, la ley protege desde diciembre a las personas agraviadas de la "doble afrenta que representaba enfrentar cara a cara al agresor".
El código penal capitalino permite ahora que el "careo" entre una mujer violada y su agresor pueda darse por medio de vídeo, indicó Delgado.
Las mujeres abandonadas por sus esposos o las madres solteras que viven en la ciudad de México reciben desde enero los beneficios de un programa de descuentos fiscales en algunos servicios públicos.
Un equipo de abogados, pedagogos y psicólogos ofrecen capacitación todos los días en 16 Centros Integrales de Apoyo a la Mujer, en materia de salud, educación y empleo.
Dichos centros son la instancia operativa a través de la cual Inmujer "construye una cultura ciudadana y de desarrollo económico a favor de ellas", refirió.
Unas 80 mujeres acuden a diario a cada uno de esos centros, que "no tienen carácter asistencial sino de apoyo, y fueron abiertos como espacios de reflexión para las mujeres", afirmó.
Delgado, quien es profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló algunos programas de prevención de la violencia contra las mujeres.
Organizaciones no gubernamentales sostienen que la violencia doméstica contra las mujeres afecta a 80 por ciento de los hogares mexicanos.
Inmujer imparte en coordinación con magistrados, "talleres prematrimoniales" que orientan a los futuros esposos sobre los derechos y responsabilidades que adquieren al casarse.
Para prevenir situaciones de conflicto dentro del matrimonio, hombres y mujeres son asesorados sobre el derecho de ambos al desarrollo personal y la obligación mutua al trabajo doméstico, por ejemplo.
"Las tardes de telenovela", un género de gran arraigo entre la población femenina del país, constituyen el eje de las denominadas "Audiencias Críticas" que permiten a las mujeres analizar las situaciones planteadas en las comedias.
Discriminación, sometimiento y otras conductas reproducidas en los guiones de las populares telenovelas son discutidas bajo la supervisión de profesionales por las mujeres, que eventualmente se reconocen en algunos de esos roles, señaló Delgado.
La funcionaria, madre de tres varones, promueve que todas las políticas públicas contengan una perspectiva de género y encara el reto de "llevar al plano de la administración pública todo el trabajo que llevaba dentro de la academia".
Inmujer sustituyó en agosto al Programa para la Mujer, creado el 8 de marzo de 1998 durante la gestión del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática, que triunfó en 1997 en las primeras elecciones municipales celebradas en la capital mexicana. (FIN/IPS/00