Las mujeres son todavía minoría en el mercado de trabajo y su remuneración es inferior a la que perciben los hombres, pero en la investigación científica, al menos en Brasil, prevalecerán en pocos años.
Las mujeres aún aparecen como minoría en el mundo que genera conocimiento científico y tecnológico, en las universidades y otros centros de estudio de Brasil. Suman 42 por ciento de un total de 33.675 investigadores.
Pero ese dato global es engañoso, pues la mayor presencia masculina se debe a una herencia del pasado que se agotará en poco tiempo. Alcanza a 72 por ciento entre los investigadores de 60 años o más, pero se reduce a 56 por ciento entre los 35 y 44 años.
Las mujeres ya son mayoría entre los investigadores de menos de 30 años, un segmento de edad en que representan 53 por ciento, según dados del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), el principal órgano gubernamental en materia de concesión de becas.
El CNPq actualiza su censo de los Grupos de Investigación en Brasil cada dos años y de 1995 a 1997, el último periodo del que se dispone de información estadística, la participación femenina avanzó de 39 a 42 por ciento en términos totales.
Ese aumento fue especialmente alto en ciencias agrarias, un tradicional reducto masculino, donde las mujeres no son más de la décima parte en el grupo de más de 60 años, pero representan 56 por ciento entre los menores de 25 años.
Una importante contribución a ese cambio se debe acreditar a Johanna Dobereiner, cuyos estudios permitieron a Brasil ahorrar miles de millones de dólares en fertilizantes e incrementar fuertemente la producción y productividad de la soja y el azúcar.
El gran aporte de Dobereiner consistió en el desarrollo de tecnología para el uso de bacterias que recogen el nitrógeno del aire y lo fijan en la tierra, evitando el uso de insumos químicos. Además de reducir costos, ese procedimiento mejora el ambiente.
Forzadas por la realidad, ya que tienen más dificultades que los hombres para obtener empleo tras graduarse en la universidad, las mujeres realizan estudios de posgrado y se dedican a la investigación, señaló Dobereiner para explicar la irrupción femenina en esa área.
La discriminación resulta entonces un arma de afirmación de las mujeres, especialmente si tienen razón los pregoneros de la sociedad futura, en que el conocimiento será la moneda de mayor valor.
Pero también el éxito de los estudios de Dobereiner estimula a las mujeres a la investigación en agronomía, atrayéndolas al Centro Nacional de Investigación en Agrobiología, cerca de Río de Janeiro, donde esa científica orienta a las nuevas generaciones.
En realidad, las mujeres brasileñas siguen una tendencia mundial y ya aventajan largamente a los hombres en escolaridad. Estadísticas de 1998 evidencian que ya son más de 60 por ciento de los graduados universitarios del país.
Siete jóvenes investigadoras tuvieron papel decisivo en el más reciente hallazgo científico de este país. Brasil es el único país en desarrollo que ha descifrado la secuencia genética de un organismo vivo, la bacteria xylella fastidiosa, origen de una plaga que daña gravemente la producción de frutas cítricas.
El tramo final, el más trabajoso de la investigación, estuvo a cargo de esas siete científicas. Su participación permitió concluir antes del plazo previsto el Proyecto Genoma, iniciado a fines de 1997, que tuvo un costo de 15 millones de dólares y en el que intervinieron casi 200 investigadores de 35 centros del estado de Sao Paulo.
"Somos más pacientes"que los hombres, dijo Anamarcia Camargo, de 28 años, bióloga doctorada en genética y miembro del grupo de investigadoras.
Más que crear posibilidades de ataque eficaz a la plaga de la xylella fastidiosa, que provoca pesadas pérdidas a Sao Paulo, el principal centro de exportación de jugo de naranja del mundo, el proyecto abrió amplios horizontes a nuevos estudios genéticos, incluso para combatir el cáncer.
El creciente protagonismo femenino en el esfuerzo científico, no obstante, aún se enfrenta a barreras. Son sólo 35 por ciento de los investigadores que han completado el doctorado, y por esa razón están subordinadas a los hombres en la mayoría de los grupos formados.
Este miércoles, 8 de marzo, se celebrará en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, a instancias de la Organización de las Naciones Unidas. (FIN/IPS/mo/ff/sc dv/00