Los agricultores argentinos, preocupados por el difícil momento de las relaciones comerciales con Brasil, su principal cliente, recibieron hoy con cierto alivio el acuerdo logrado por el gobierno de Fernando de la Rúa con China, que determinará un aumento de exportaciones.
El convenio comercial, anunciado el martes por el gobierno, contempla la rebaja en China de los aranceles a la importación de 60 productos argentinos, de los cuales 40 corresponden a la agricultura y la agroindustria.
Esa disminución de aranceles se realizará en los próximos cinco años, y China también aumentará la cuota de ingreso de exportaciones de Argentina.
El acuerdo es parte de una serie de convenios que debe suscribir China con los países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para obtener el respaldo que necesita para incorporarse a esa institución, que fija las reglas del comercio mundial.
Este tratado abre a Agentina, un país básicamente agroexportador y uno de los principales productores de alimentos del mundo, las puertas de un mercado de 1.200 millones de habitantes, con rebajas arancelarias que van de casi 100 por ciento hasta cinco y 10 por ciento.
Las autoridades aseguraron que el convenio permitirá incrementar a 1.000 millones de dólares el valor de las exportaciones anuales a China, que se ubicaría entonces entre los principales compradores de productos argentinos, después de Brasil y Estados Unidos y muy cerca de Chile.
Uno de los sectores que más se beneficiará es la industria de aceites. Las semillas oleaginosas y los productos industriales que de ellas se obtienen encabezan la lista de exportaciones de Argentina, con más de 60 por ciento del total. China concedió una rebaja arancelaria de 40 a 10 por ciento para el aceite de girasol.
Alberto Rodriguez, de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina, celebró con cautela el anuncio del acuerdo, y señaló especialmente que se trata de un paso en el proceso que llevará a China a la OMC.
"China es un importantísimo comprador y vendedor de productos alimenticios, y debe estar sujeto a reglas", dijo Rodriguez a IPS. El convenio firmado con Argentina se encuadra en "un proceso que va en buena dirección, pero que dará frutos sólo en el mediano plazo".
El productor ganadero Enrique De León Belloc estimó que "todo acuerdo que mejore la potencialidad de las exportaciones argentinas es bueno", pero aclaró que en materia de carnes no se trata únicamente de conseguir rebajas arancelarias o mayores cuotas, sino que también influyen los acuerdos sanitarios.
Belloc indicó a IPS que sólo en un año podría ingresar carne argentina a China. En mayo, la Organización Internacional de Epiziootias debería otorgar a Argentina el certificado de país "libre de aftosa sin vacunación", el aval que confirma que el ganado vacuno no tiene esa enfermedad.
Una vez concedido ese aval, el país productor debe negociar acuerdos sanitarios con cada comprador. Ya está prevista la llegada de delegaciones de China para examinar los buques frigoríficos que trasladarían las exportaciones de carne a ese país.
De todos modos, Belloc y Rodríguez relativizaron el convenio logrado con China, que a su juicio es positivo para el largo plazo. Pero Argentina ya estaba en condiciones de solicitar a Beijing el tratamiento de nación más favorecida, según las cláusulas de la OMC.
Se refirieron así a las ventajas que obtuvo Estados Unidos en su tratado con China, para aumentar sus ventas a ese país. Los beneficios conseguidos por Estados Unidos pueden ser reclamados por cada uno de los países miembros de la OMC, como es el caso de Argentina.
Por su parte, Alberto de las Carreras, dirigente de la Cámara de Exportadores Argentinos, consideró también que el convenio es bueno con vistas al largo plazo. Pero puntualizó que en los hechos es un "preacuerdo", sujeto a la aprobación del ingreso de China a la OMC.
"Aquí no se está generando comercio exterior en lo inmediato, pero sí es cierto que el gobierno sentía la necesidad de anunciar este acuerdo con bombos y platillos en medio de la crisis con Brasil", comentó De las Carreras a IPS.
Una fuente que prefirió el anonimato señaló que el hecho de que Argentina y Brasil negociaran por separado con China -Brasil lo hizo hace poco más de un mes- demuestra el distanciamiento de los dos países, que son socios en el Mercado Común del Sur.
No obstante, el acuerdo con China fue recibido con cauteloso optimismo, sobre todo porque parece una señal del rumbo que tomará el comercio exterior sudamericano en los próximos años. (FIN/IPS/mv/ff/if/00