Más de un millón de personas murieron de enfermedades derivadas de la malaria en Sudán porque el gobierno islámico, en guerra contra los rebeldes del sur, no tiene dinero para luchar contra el mal transmitido por el mosquito, según un alto funcionario.
Hassan Bagadi, el director del programa de erradicación de la malaria en este país de 32 millones de habitantes, dijo a IPS esta semana que las muertes ocurrieron en el lapso de un año, entre 1998 y 1999.
"A menos que la comunidad internacional ayude al gobierno, la malaria seguirá matando a más gente", declaró.
"El presupuesto para controlar y tratar a la malaria se esfumó porque al gobierno federal sólo le preocupa la guerra en el sur", aseguró Bagadi.
La epidemia se extiende con rapidez por el mayor país de Africa, según los datos de su departamento, agregó.
Bagadi atribuyó la incidencia a la falta de fondos para combatir a los mosquitos portadores del parásito de la malaria en el centro y el este del país, donde la enfermedad es endémica. "La experiencia reveló que algunos estados no tienen dinero para hacerlo", dijo.
Las estadísticas oficiales del Ministerio Federal de Salud Pública revelan que 3.213 personas murieron de malaria en Jartum entre 1998 y 1999.
El estado de Gezira, en el centro de Sudán, que es considerada la cuna de la malaria en el país, registró dos millones de casos de infección y 375 de muertes en 1998. Pero las autoridades sanitarias aseguran que la cifra real es mucho mayor.
Bagadi también reconoció que las cifras divulgadas por el Ministerio Federal de Salud Pública son muy bajas. Entre 1998 y 1999, la cantidad de pacientes externos afectados de malaria se estimó entre 10 y 12 millones, mientras la cifra de internados ascendió a 7,5 millones.
Bagadi calcula que, de esa cifra, al menos un millón murieron.
La malaria es el principal problema de salud de Sudán, según un informe compaginado por la Administración para el Control de la Malaria, el organismo coordinador entre el Ministerio Federal de Salud Pública y los 27 estados del país.
El informe de dos páginas señala que la mayoría de las muertes ocurrieron en las zonas agrícolas del centro del país.
Bagadi atribuyó el número creciente de muertes a la expansión de los proyectos agrícolas de irrigación, al ingreso de refugiados, a los problemas de resistencia a los fármacos y a la falta de eficacia de los insecticidas usados.
Saud Ibrahim Ahmed, una destacada opositora, señaló que la actitud oficial hacia la malaria constituye una conspiración de silencio dirigida a matar a aquellos que se niegan a ir a la guerra. Hasta 25 personas mueren por semana en el estado del río del Nilo, en el norte, aseguró la mujer.
La gente en su estado no "puede pagar los fármacos contra la malaria porque son muy caros", explicó.
Sudán gasta unos 2,5 millones de dólares por día en la guerra contra el sur, denunció el insurgente Ejército de Liberación Popular de Sudán que lucha contra el gobierno.
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el programa Iniciativa Africana para el Control de la Malaria en el Siglo XXI que apunta a reducir progresivamente la incidencia de la enfermedad en el continente en los próximos 25 años.
Esta iniciativa, que cubre a 42 países, incluso a Sudán, será aplicada por etapas y se espera que limite el número de infecciones y muertes a 50 por ciento para el 2010, a 30 por ciento menos en el 2015 y a 20 por ciento menos para el 2025.
La meta final es que para el 2030, la malaria no sea la principal causa de muerte, ni que tenga consecuencias socioeconómicas significativas, agregó.
La malaria es el principal problema de salud en Africa subsahariana. Casi todos los 550 millones de personas que habitan en la región corren el riesgo de contraer el mal, que ataca a entre 270 y 480 millones de personas y mata a entre 1,5 y 2,7 millones cada año, según la OMS.
Las consecuencias económicas de las enfermedades derivadas de la malaria también son enormes. Las pérdidas directas e indirectas atribuidas al mal en la región aumentaron de 800 millones en 1987 a más de 2.000 millones en 1999, según la OMS. (FIN/IPS/tra-en/nb/mn/aq/he/00