Un tribunal de Senegal comenzó a escuchar los testimonios de víctimas de Hissen Habré, el ex dictador de Chad, quien ha sido acusado de crímenes contra la humanidad.
Una investigación preliminar fue abierta la semana pasada por las autoridades senegalesas luego de que numerosas organizaciones humanitarias presentaran un pedido de arresto de Habré, quien en la actualidad reside en Senegal.
El ex dictador gobernó Chad entre 1982 y 1990, hasta ser derrocado por el actual presidente, Idriss Deby.
Su régimen fue notorio por su autoritarismo y su desprecio por los derechos humanos. La Comisión de la Verdad establecida en Chad por Deby señaló a Habré como responsable de más de 4.000 asesinatos y 200.000 casos de tortura.
"Hissen Habré debe responder por crímenes de lesa humanidad, así como actos de tortura y genocidio contra las etnias zaghawa, hajharaye y sara, de Chad", afirmó Daniel Bekoudou, portavoz de las víctimas, en declaraciones realizadas por teléfóno desde Dakar.
El pedido de arresto fue una iniciativa de la Asociación de Víctimas de Crímenes Políticos y Represión en Chad, y ha recibido el apoyo las organizaciones no gubernamentales humanitarias Human Rights Watch, estadounidense, Inter Rights, británica, y Agir Ensemble, francesa.
También la respaldaron la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), la Asamblea Africana para Derechos Humanos, con sede en Senegal, y la Liga por los Derechos Humanos de Chad.
Nueve víctimas de Chad que prestaron declaración ante el juez senegalés Demba Kandji dieron detalles sobre 97 asesinatos políticos, 142 casos de tortura y 100 desapariciones. En todos los casos los responsables integraban el Directorio de Documentación y Seguridad, la policía secreta de Habré, que tenía 800 miembros.
Las víctimas sienten que han logrado una victoria al ser escuchadas en una investigación judicial, y esperan que Habré, quien tambien será interrogado por la justicia en los próximos días, sea castigado.
El ministro senegalés de Justicia, Serigne Diop, aseguró a las víctimas que nada impedirá a los jueces emitir un veredicto justo, y garantizó que los magistrados tendrán dedicación completa en su búsqueda de la verdad.
El proceso iniciado en Senegal cumple con las disposiciones de la Convención Internacional contra la Tortura, de la cual ese país es signatario. La misma convención fue invocada en el proceso español contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, detenido en Londres desde octubre de 1998.
Reed Brody, director del Departamento Legal de Human Rights Watch, describió a Habré como "el Pinochet de Africa".
Brody declaró ante la oficina de información humanitaria de las Naciones Unidas que al llevar a Habré ante la justicia Senegal "estaba dando un paso histórico para poner fin al ciclo de impunidad que devora al continente" africano.
El gobierno de Chad apoya la iniciativa de juzgar a Habré y recordó, en un comunicado de prensa del 27 de enero, que ya en 1991 se einstaló una comisión especial para investigar los crímenes y abusos de poder perpetrados por el ex dictador.
El parlamento de Chad votó la creación de un tribunal superior que será autorizado a juzgar a Habré por "traición".
Algunos observadores opinan que el respeto por los derechos humanos en Chad mejoró muy poco tras el derrocamiento de Habré.
La organización humanitaria Amnistía Internacional, con sede en Londres, afirmó que el terror, la ambición y la lucha por el poder que caracterizaron al régimen de Habré han continuado durante el gobierno de Deby.
Esa organización ha denunciado muertes en prisión, detenciones de activistas humanitarios y masacres de civiles indefensos, pero señaló que había tenido éxito al llamar la atención de las autoridades de Chad sobre numerosos casos de arrestos arbitrarios, maltratos y torturas. (FIN/IPS/tra-en/nrn/sz/mn/ego/hd ip/00)