/REPETICION CORREGIDA/ VENEZUELA: Chávez a la caza de las inversiones

Los incentivos tributarios se destacan como la mayor novedad en la estrategia económica anunciada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien procura inversiones para sustentar una reactivación con descenso de la inflación tras la fuerte crisis de 1999.

"Las nuevas medidas tributarias tienden a darle un estímulo a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros", explicó este jueves el vicepresidente Isaías Rodríguez, quien consideró que este tipo de medidas envían un mensaje de "franca recuperación" económica.

Chávez anunció la reducción del impuesto al valor agregado de 15,5 a 14,5 por ciento y la eliminación de un impuesto a las transacciones bancarias en mayo con efecto inmediato en el caso de la Bolsa de Valores.

El gobierno también dispuso exenciones de entre 10 y 80 por ciento en el impuesto sobre la renta para inversiones en sectores estratégicos de la economía.

También estableció un aumento de 10 por ciento en los salarios este año, lo cual fue considerado "conservador", aunque el mandatario aclaró que se evaluaría otro ajuste para el segundo semestre, de acuerdo con la marcha de la economía.

El propósito de las medidas es lograr "el despegue económico", aseguró Rodríguez, en diálogo con corresponsales extranjeros acreditados en Caracas.

Chávez cumplió un año de gobierno el miércoles y concluyó la conmemoración por la noche, con un discurso de casi tres horas en el que comenzó a revelar algunos aspectos de la estrategia económica que aplicará el 2000, según él año del "relanzamiento" de Venezuela.

El presidente llegó a su primer aniversario en medio de críticas de economistas y dirigentes opositores, quienes consideran que el gobierno privilegió lo político por sobre lo económico pese a la grave crisis que aqueja a este país y que ocasiona graves consecuencias sociales.

La respuesta del mandatario fue enfática. Pese a que ha considerado cambios puntuales, rechazó introducir cambios en la política económica y calificó a su equipo de colaboradores en este sector, foco de numerosas críticas, como "muy bueno".

"La economía es una cosa tan seria que no se puede dejar sólo a los economistas", afirmó el presidente. "Me siento contento" con los resultados obtenidos, aseguró.

Chávez recordó la caída de la inflación de 29 a 20 por ciento en su primer año de gobierno, y la prevista reducción del déficit fiscal de siete a 2,8 por ciento del producto interno bruto, en medio del aumento de 200 por ciento en el precio del petróleo, principal producto de exportación venezolano.

"El aumento petrolero ha sido una bendición", reconoció el vicepresidente Rodríguez. El gobierno de Chávez decidió apoyar con firmeza la estrategia de restricción de oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), clave para el alza de precios.

Pero al mismo tiempo la economía venezolana cayó 7,2 por ciento durante 1999, el descenso más pronunciado en una década. Y el desempleo subió de 11 por ciento a 15,4 por ciento, según cifras oficiales, aunque en opinión de numerosos analistas económicos, en realidad, bordea 20 por ciento.

Chávez cuestionó a quienes esperaban una reactivación, asegurando que eso no lo podría lograr ni siquiera un brujo. Y recurriendo a una de sus habituales metáforas relacionadas con el beisbol planteó: "¿Cómo vamos a cambiar cuando se va ganando el juego?".

Pero los empresarios y economistas no pertenecientes al gobierno están en desacuerdo con esa apreciación positiva. La Cámara Venezolano Americana hizo una consulta, y 97 por ciento de los consultados pedían cambios en la política económica.

En muchos casos, esos empresarios piden sincerar la cotización del bolívar, la divisa nacional, a la que consideran sobrevaluada. Pero Chávez ha sido enfático al advertir que para su gobierno "devaluación es una mala palabra".

El presidente, quien citó con escepticismo la encuesta durante su discurso, informó al país que con la aplicación de nuevas pautas económicas espera lograr una recuperación de 2,2 por ciento, con una reducción de la inflación de 20 a 17 por ciento y una caída de al menos dos puntos porcentuales en el desempleo.

Las organizaciones empresariales, analistas económicos e incluso instituciones internacionales han coincidido en predecir un crecimiento de entre dos y tres por ciento para Venezuela en el 2000.

Pero también han planteado que será muy difícil evitar la presión inflacionaria, que, previeron, podría llegar hasta 25 por ciento.

La atracción de inversiones figura en este escenario como un mecanismo para mejorar la salud de la economía, lo cual podría ayudar a mitigar eventuales presiones inflacionarias.

El impuesto al débito bancario, que grava las transacciones financieras y bursátiles, fue aplicado hace un año con el fin de respaldar las finanzas del Estado. El sector privado había criticado la aplicación de un "impuesto de guerra", y aseguraban que desestimulaba las inversiones.

Chávez decidió no renovar el cobro del impuesto el 14 de mayo, cuando esta prevista su caducación. Y aprobó la idea de liberar de inmediato su aplicación a las transacciones bursátiles, severamente afectadas pro el gravamen.

En el caso del impuesto a la renta, se beneficiará a las inversiones agrícolas con exenciones de 80 por ciento, a las turísticas con 70 por ciento y y con 10 por ciento a las relacionadas con telecomunicaciones, construcción, ambiente y desarrollo tecnológico.

En el caso del impuesto al valor agregado, la baja de un punto porcentual será compensada con una disminución en la exenciones. (FIN/IPS/lc/mj/if/00

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