NIGERIA: Más acusaciones contra trasnacionales petroleras

Las compañías petroleras trasnacionales pretenden mejorar su imagen en Nigeria, pero una organización de derechos humanos las acusó de ser cómplices de los abusos de los militares y de perjudicar el ambiente y la salud en la rica región del Delta nigeriano.

Un informe de Intercambio Global y Acción Esencial, un grupo radicado en Estados Unidos, sostiene que las compañías petroleras deben ser responsabilizadas por sus acciones en Nigeria, el país más habitado de Africa.

El informe, "Petróleo por nada", producido tras una visita a Nigeria en septiembre de nueve activistas humanitarios y ambientalistas estadounidenses, fue difundido la semana pasada con protestas frente a la principal refinería de la petrolera Chevron, en California.

El documento circulará esta semana entre los legisladores del Congreso estadounidense. Aunque analiza el impacto causado por las compañías Royal Dutch Shell, Mobil, Elf y Agip, pone énfasis sobre la comprobada conexión entre las operaciones de Chevron y la represión militar nigeriana.

"Lejos de ser una fuerza positiva, las compañías actúan como una fuerza desestabilizante, enfrentando una comunidad contra otra y haciendo de catalizador junto con los militares, con los cuales colaboran estrechamente, para la violencia que está asolando la región", señaló el informe.

El petróleo representa 90 por ciento de los ingresos por exportaciones de Nigeria. En la región del Delta del Níger, los jóvenes siguen atacando las instalaciones petroleras occidentales y exigen que las compañías y el gobierno les proporcionen escuelas, caminos y representación política.

En las últimas cuatro décadas, el petróleo generó miles de millones de dólares en ganancias y, aunque el gobierno es accionista de 60 por ciento de la extracción y obtiene cientos de millones de dólares por año en regalías, la infraestructura y el ambiente locales están en "ruinas", denunció el informe.

"En todos los lugares que visitamos presenciamos la destrucción del ambiente y la represión que sufren las comunidades afectadas por lo que se puede describir como una industria petrolera fuera de la ley", apuntaron los redactores del documento.

Alto desempleo, cosechas arruinadas, destrucción de la fauna y la flora, aguas contaminadas y bosques moribundos "succionan el elemento vital de la región", afirmaron los enviados.

Según entrevistas mantenidas con aldeanos, las tuberías corroídas que derraman crudo son inspeccionadas por los trabajadores petroleros pero no reparadas. Las compañías culpan del daño a la acción de saboteadores.

En octubre de 1998, los derrames de un oleoducto causaron una explosión que mató a 700 personas.

"Incluso el agua de lluvia es ácida y venenosa", aseguró Petróleo por Nada.

El informe llama a los consumidores a boicotear a Shell y Chevron hasta que las compañías limpien los derrames de crudo "según las normas internacionales", paguen a las comunidades la indemnización exigida por daño ambiental y modernicen sus equipos.

Las compañías deben renunciar "a todo esfuerzo para controlar las comunidades y toda relación con los militares y la política", agregó.

El documento pide a las empresas que provean sistemas sanitarios de agua y electricidad a las comunidades donde extraen el petróleo.

El informe acusó a las corporaciones petroleras, al gobierno y a los militares de beneficiarse y, en algunos casos, explotar las diferencias étnicas en el Delta. Nigeria cuenta con más de 300 grupos étnicos, cada uno con su propio idioma y cultura.

En agosto, por ejemplo, la compañía francesa Elf habría pagado a 40 jóvenes 2.000 dolares a cada uno para que rompieran agresivamente una protesta de 5.000 mujeres que cerraron por un día una instalación de Elf en la vecindad.

La delegación también entrevistó a individuos que acusaron a la estadounidense Chevron de complicidad en un ataque armado, el 25 de mayo de 1998, contra manifestantes que ocuparon una plataforma de extracción para protestar por el rechazo de la compañía a reunirse con líderes comunitarios.

Dos manifestantes murieron a balazos y otros resultaron gravemente heridos en el ataque perpetrado con helicópteros que despegaron de una instalación de Chevron en el Delta. Funcionarios de seguridad de la empresa se encontraban en los helicópteros en el momento del ataque, según el informe.

En una entrevista aparecida en el informe, Bola Oyimbo, uno de los líderes de la protesta sobre la plataforma, fue luego arrestado por las autoridades nigerianas y torturado, según denunció. Mientras estaba preso, se enteró por un soldado que participó en el ataque que Chevron pagó el operativo militar.

En mayo de 1999, algunos de los manifestantes heridos y las familias de uno de los muertos demandaron judicialmente a Chevron en San Francisco, donde se encuentra la sede de la corporación.

Según el informe, los abogados estadounidenses que llevaron el caso y estuvieron en Nigeria cuando se produjo la visita de la delegación dijeron que Chevron también fue cómplice de un ataque perpetrado en enero que incendió "iglesias, casas, pozos de agua y equipos de pesca".

La demanda judicial afirmó que ese ataque, lanzado en respuesta a las protestas contra la destrucción ambiental, se produjo por pedido del personal de Chevron y empleó helicópteros, embarcaciones y empleados de la compañía.

"No podemos tolerar esos flagrantes, inconcebibles abusos de derechos humanos por corporaciones estadounidenses que operan en el exterior", declaró Walter Turner, titular del Consejo de Intercambio Global, que formó parte de la delegación.

El congresista estadounidense Dennis Kucinich pidió una investigación parlamentaria el año pasado para verificar las denuncias contra Chevron, pero nunca recibió respuesta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Chevron sostiene que los helicópteros y embarcaciones de la compañía no fueron utilizados en ataques contra comunidades o manifestantes. Fred Gorell, un vocero de la firma, explicó que la empresa opera una compañía mixta en sociedad con el gobierno nigeriano.

"Como socio mayoritario, el gobierno tiene el derecho de usar el equipo arrendado por la compañía mixta en propósitos que considere necesarios", expresó una respuesta escrita de Chevron.

Petróleo por Nada no es el primer informe que critica el impacto de las compañías petroleras en el Delta del Níger, rico en hidrocarburos.

En febrero, la organización Human Rights Watch (HRW) difundió un informe de 202 páginas titulado "El Precio del Petróleo" en el que acusó a las petroleras de complicidad en violaciones contra los derechos humanos cometidas por los militares. (FIN/IPS/tra- en/dk/ks/ego/aq/hd/00

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