MEXICO: La batalla de las telecomunicaciones

La mayoría de la población de México no accede ni entiende sobre servicios de telefonía ni transmisión de voz y datos, pero en ese terreno hay grandes avances y una agresiva batalla entre empresas transnacionales del sector.

A partir de la privatización de la empresa estatal Telmex en 1990 se invirtieron en desarrollo de telecomunicaciones 17.000 millones de dólares, se elevó de 6,4 a 10,6 el número de líneas telefónicas por cada 100 habitante y bajó el tiempo promedio de instalación de las mismas de dos años a 25 días.

Animada por la llegada de firmas extranjeras que exigen comunicaciones ágiles y la apertura comercial, que en 10 años ubicó a México entre los 12 primeros países exportadores del mundo, la telefonía se digitalizó en su totalidad y pasó a representar 2,5 del producto interno bruto, el doble que en 1990.

"En telecomunicaciones, pero sobre todo en telefonía hay avances importantes aunque difíciles, pero aún es poco frente a las necesidades sociales y en relación a los países ricos", dijo Judith Mariscal, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

Las inversiones más importantes en el sector se registraron los tres últimos años, cuando el gobierno abrió la competencia para servicios de llamadas locales e internacionales, redes privadas de voz y datos, telefonía móvil e inalámbrica, y accesos a bandas especiales para uso de Internet.

Entre 1997 y 1998, las telecomunicaciones crecieron a un ritmo cinco veces superior al de la economía, según cifras oficiales, y empresas locales, asociadas con extranjeras, realizaron importantes inversiones, pese a sus quejas contra Telmex, a la que acusan de recibir un trato prefencial del gobierno.

Aunque la legislación mexicana limita a 49 por ciento la participación extranjera en las empresas de telecomunicaciones, salvo telefonía celular, es en ese sector donde hay mayor atractivo para la inversión externa, señala un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Con capitales y tecnología de firmas como las estadounidenses Southwestern Bell Corporation, AT&T y MCI y la francesa France Cables et Radio, las empresas locales luchan por una parte del mercado.

A diferencia de otros países de América Latina, en México la apertura y privatización en el área de las telecomunicaciones no generó protestas importantes de sindicatos o partidos políticos opositores, lo que es un atractivo adicional para la inversión, dijo Mariscal.

Pero falta mucho por hacer y las reglas para facilitar la competencia son aún imperfectas, indica por su parte un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la que pertenece México y donde se encuentran los 30 países más ricos del mundo.

"México sigue estando en el extremo inferior de las comparaciones. El índice de penetración (telefónica) es el más bajo y es de apenas la mitad del que tiene el siguiente país con el índice más bajo, Polonia", indica un informe de la OCDE.

Es precisamente esa realidad la que según la Cepal y la experta del CIDE convierten a México en un atractivo lugar de inversiones en materia de telecomunicaciones.

Pero para acometer la tarea con la velocidad y transparencia requerida, la OCDE recomienda al país "mejorar su ambiente regulador de telecomunicaciones para generar más competencia, mejores servicios y precios más bajos".

Las competidoras de Telmex, empresa cuya fuerza económica le permitió recibir en 1998 un permiso para ingresar al mercado estadounidense, acusan a esa firma de recibir una trato privilegiado de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

Los expertos indican que las ventajas de Telmex, que cuenta con inversiones de Bell Corporation y una filial de France Telecom, se explican pues fue la única que pudo desarrollar antes de 1996 una amplia infraestructura física en México.

Hoy, Telmex alquila a las competidoras parte de sus líneas y otras instalaciones.

La OCDE sugirió a México que aplique a Telmex una regulación asimétrica, lo cual implica que el "proveedor dominante" se rija por normas más estrictas que sus competidoras.

Es necesario adecuar las leyes de competencia, pues el sector de telecomunicaciones es muy dinámico y en él se juegan intereses muy fuertes, reconoció a fines de enero el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Jorge Nicolín.

Hasta entonces, las inversiones en el sector se multiplican, pues Telmex y las nuevas empresas ya comenzaron a instalar sus propias redes para brindar servicios no sólo de telefonía, sino también de acceso a redes de voz y datos en bandas más anchas y por lo tanto mucho más veloces. (FIN/IPS/dc/ag/if cr/00

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