MEXICO: Encuestas pierden credibilidad en año electoral

Solo cinco de 107 encuestas independientes sobre preferencias electorales realizadas este año en México pudieron acreditar rigor científico, advirtió hoy el Instituto Federal Electoral (IFE).

Un informe discutido este martes por el consejo general del IFE detalla la metodología aplicada por empresas y medios de información que efectuaron consultas cuyos resultados se divulgaron entre el 19 de enero y el 21 de febrero.

Entre 77 encuestas publicadas en la ciudad de México y otras 30 en el resto del país, sólo en cinco casos fueron entregados estudios completos sobre la metodología aplicada, señala un análisis del IFE, organismo responsable de conducir los comicios en México.

Este país, donde las encuestas políticas comenzaron a aparecer en 1988, celebrará el 2 de julio las elecciones presidenciales más reñidas de su historia, para lo cual el IFE convocó a cerca de 60 millones de ciudadanos, la mitad menores de 35 años.

Las revelaciones sobre la confiabilidad de las encuestas surgen en momentos en que las campañas políticas de los partidos comienzan a subir de temperatura impulsadas, en buena medida, por los resultados de esas mismas consultas, según analistas políticos.

El informe coincide, además, con un fuerte debate sobre el uso de las consultas que marcan las tendencias del electorado como un instrumento propagandístico por parte de los estrategas de cada partido, en especial de los tres más importantes.

Según las últimas encuestas, Francisco Labastida, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder desde hace 70 años, lleva la delantera por una diferencia mínima a Vicente Fox, del derechista Partido Acción Nacional (PAN), de oposición.

Muy rezagado, les sigue en tercera posición el postulante del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, quien por tercera vez consecutiva busca la presidencia del país.

El informe del IFE constituye un dato "necesario, ante el cúmulo de encuestas que han creado un real caos informativo absolutamente improcedente", dijo este martes a IPS el escritor y analista político Carlos Monsiváis.

El estudio "demuestra cómo, para muchos, las encuestas abrieron un campo fértil para los negocios de una forma autoritaria", sostuvo el autor de "Amor perdido".

Las encuestas, lejos de ser un instrumento de orientación para los ciudadanos, "se convierton en parte de la picaresca, permitiendo un manejo pueril de la ansiedad de los políticos por verse a sí mismos como triunfadores", afirmó Monsiváis.

Es urgente que las autoridades actúen para garantizar que no se cometa fraude con las encuestas, ya que "la vanidad es muy candorosa y el país paga el candor de los políticos ansiosos de éxito", opinó el escritor.

Operadores de la campaña de Cárdenas, ex gobernador de la ciudad de México, anunciaron que exigirán al IFE medidas que descarten la utilización de los sondeos como parte de "la guerra sucia" para golpear a algunos candidatos, entre ellos el de la centroizquierda, señaló Jesús Ortega, miembro del PRD.

El "abuso de las encuestas sin ningún rigor metodológico" es posible debido a que el IFE "está atado de manos para sancionar" a quienes no cumplen con todos los criterios fijados por el organismo.

En la actualidad hay un vacío que impide ejercer un control real sobre la difusión de encuestas, en la medida en que no se exige a las empresas presentar informes sobre la metodología. Cumplir con criterios mínimos "es obligatorio, pero no hay ninguna ley que sancione su incumplimiento", destacó Ortega.

En contraposición, Enrique Alducin, director general de la firma encuestadora Alducin y Asociados, se quejó de la descalificación. Los sondeos que confunden al público son los realizados por los partidos más que los encargados a compañías independientes, sostuvo Alducin.

Un estudio de la empresa Covarrubias y Asociados "demostró que no hay una influencia importante de las encuestas en el público en general", afirmó la directora de esa firma, Ana Cristina Covarrubias.

Analistas y politólogos exhortan a los candidatos a no hacer de las encuestas una vía para engañar a incautos o convencer a indecisos, así como a desistir de la "guerra de los sondeos de opinión", como puntal de las estrategias de campaña.

"Con las encuestas pasa lo mismo que con una medicina para el dolor de cabeza recetada para aliviar un catarro. Yo no sé quién decidió que las encuestas son propaganda política y que además son un espejo mágico para ver el futuro", sostuvo María de las Heras, experta en estadística y mercadotecnia electoral.

El periódico La Jornada, por su parte, calificó el "preocupante" el reporte del IFE debido al "panorama de graves irregularidades por parte de las empresas encuestadoras".

La sanción más conveniente ante la falta de escrúpulos de las firmas será la pérdida de la credibilidad por parte de la sociedad, afirmó el rotativo.

Más allá de las descalificaciones a las firmas encuestadoras, un hecho irrefutable es que los candidatos tiemblan cuando los resultados les son adversos.

Los operadores de Labastida, puntero hasta hace poco con buen margen de diferencia en las tendencias del voto, se quejan ahora del "manoseo" de las muestras. (FIN/IPS/pf/mj/ip/00

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