Carlos Slim, el empresario más rico de México y América Latina y una de las 10 personas más ricas del mundo, busca expandir sus negocios para afirmarse en el campo de las comunicaciones y la informática, con el mercado estadounidense en la mira.
El empresario, quien posee una fortuna de 8.000 millones de dólares y ha sido acusado en el marco de escándalos de corrupción política, inició el año 2000 con un intenso programa de compras.
Slim, de origen libanés, comenzó a realizar inversiones diversificadas en 1965, cuando tenía 25 años, y ahora apuesta fuerte al futuro de las telecomunicaciones y la informática.
El millonario piensa que ese sector "no tiene límites", ya que "el manejo de la red de información y del conocimiento es un paso más importante que la invención de la misma imprenta", y a fines de enero compró todas las acciones circulantes de la cadena de tiendas de computación CompUSA, a 10,1 dólares cada una.
CompUSA, de cuyas acciones Slim poseía ya 14,8 por ciento, es una empresa especializada en la venta de computadoras personales que maneja 210 tiendas en 82 ciudades de Estados Unidos y registra ventas por valor de 6.000 millones de dólares anuales.
El empresario, reconocido por su agudo sentido de las inversiones, efectuó la operación de compra de acciones de CompuUSA por medio del Grupo Sanborns, una cadena de restaurantes y tiendas de autoservicio que forma parte de su emporio.
Como parte de una estrategia para ampliar su presencia en los sectores comercial y de telecomunicaciones de Estados Unidos, compró además 7,5 por ciento de la cadena de tiendas de muebles para oficina OfficeMax.
OfficeMax opera unas 1.000 tiendas en 370 ciudades de 49 estados de Estados Unidos, Puerto Rico e islas Vírgenes y, mediante alianzas, otras 22 en Brasil, Japón y México.
Analistas indicaron que las compañías del conglomerado encabezado por la familia Slim Helú ya habían logrado mejorar su posición en el mercado estadounidense durante 1999, al realizar operaciones por cientos de millones de dólares.
En el marco de esas adquisiciones, Carso Global Telecom, controlada por la empresa estrella del imperio Slim, Teléfonos de México (Telmex), compró BizOnThe.Net por cien millones de dólares.
Esa operación abrió las puertas para que pudieran incorporarse más de 80.000 suscriptores a los servicios de acceso a Internet, la red mundial de computadoras, que Carso Global Telecom presta en México y Estados Unidos a través de su filial Prodigy Communications Corporation.
De paso, Prodigy apuntó a convertirse en la segunda empresa de publicidad vía Internet en Estados Unidos, según analistas locales.
La estrategia de Slim es crear un amplio catálogo de productos ofrecidos a la venta en Internet, así como complementar la oferta actual de acceso y comercio electrónico en mercados donde el magnate ya tiene presencia, como los de Puerto Rico y Guatemala.
Además de CompUSA y OfficeMax, el empresario, quien suele comprar compañías subvaluadas pero con un alto potencial de crecimiento, posee intereses menores en CD Now, una firma de venta de discos mediante Internet, la compañía de computación Apple y la mexicana Gomo.
A fines del año pasado, Telmex y el gigante de la computación Microsoft acordaron la creación de un portal de acceso de Internet en español, con el objetivo de atraer usuarios de América Latina y en el seno de la comunidad de origen hispanoamericano residente en Estados Unidos.
El empresario prevé un explosivo crecimiento del comercio electrónico, que dará un importante impulso a las transacciones en general, siempre y cuando esté basado en el comercio real, indicó.
Telmex catapultó al éxito empresarial a Slim, quien adquirió el control del ex monopolio estatal telefónico en 1990 junto con France Telecom y SBC Communications Corp.
En 1999, Telmex recuperó 10 del 30 por ciento del mercado de telefonía de larga distancia que había perdido un año antes, cuando comenzó a enfrentar competencia en ese terreno.
Ahora el magnate anuncia que tiene lista la estrategia para hacer frente a sus competidores en el servicio local, pero advierte: "No aceptaremos que nos amarren las manos para quitarnos el mercado. Si lo quieren, lo tendrán que ganar".
Aún persiguen a Slim acusaciones de que habría prestado su nombre, hace una década, para transacciones del ex presidente de México Carlos Salinas y de la familia de éste, en el marco de la privatización de Telmex. El empresario niega que esas denuncias sean ciertas.
Slim compró en enero último 3,9 millones de acciones de la firma tabacalera estadounidense Phillip Morris, por valor de 90 millones de dólares, y sumó una importante carretera en el sureste mexicano a su larga lista de nuevas inversiones.
Mientras fortalece su oferta de ventas mediante Internet, Slim se hace presente a diario en la vida de los mexicanos a través de negocios en los ramos de pastelería, papel, artículos electrodomésticos, telefonía, finanzas, restaurantes y turismo, entre una larga lista. (FIN/IPS/pf/mp/if/00