MEXICO: Comienza reconstrucción de UNAM, trozo a trozo

La mayor universidad de México reanudó hoy sus actividades tras casi 10 meses de huelga derrotada con la irrupción de cientos de policías, pero las fisuras abiertas anticipan una etapa de reconstrucción larga y compleja.

El subprocurador de Justicia de este país, Everardo Moreno, entregó este miércoles a las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los centros de estudio intervenidos tres días antes por la policía.

La madrugada del domingo, miles de efectivos desalojaron del campus a cientos de estudiantes que lo controlaban desde el 20 de abril, cuando declararon una huelga en defensa de la gratuidad de la enseñanza pública superior.

La intervención policial, en una operación que concluyó con detenciones pero sin violencia, fue aprobada por la mayoría de la opinión pública. Sin embargo, el uso de la fuerza pública demostró el fracaso de la política para dirimir los conflictos, según los analistas.

Un tortuoso diálogo entre la Rectoría de la UNAM y los alumnos agrupados en el Consejo General de Huelga se hallaba en un punto sin retorno y los brotes de violencia amenazaban con desbordar la situación.

La vida académica de la UNAM comenzó una nueva etapa en la que reafirma su carácter "irrevocablemente público" y busca, como primer paso hacia la reforma universitaria, la reconciliación, señaló en conferencia de prensa el rector Juan Ramón de la Fuente.

Al convocar a la reanudación de la vida académica, el rector expresó su confianza en que este conflicto, "de experiencias amargas para todos, sea el motor que impulse el cambio" en la UNAM.

Mientras continuaba el aseo de las instalaciones y se evaluaba la merma en actividades como la investigación, estimada en 40 por ciento sólo en el primer semestre del conflicto, analistas destacan que lo más importante es restañar las heridas abiertas.

El secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Diódoro Carrasco, declaró que el gobierno no está en posición de asumir actos de "buena voluntad" como otorgar amnistía a los huelguistas detenidos tras la desocupación de la UNAM.

Hasta este miércoles, cerca de 600 alumnos habían sido liberados debido a que las autoridades universitarias se abstuvieron de demandarlos, mientras 269 permanecen en prisión acusados, en algunos casos, de despojo, robo, sabotaje e, incluso, terrorismo.

En el proceso para reconstruir la vida académica de la UNAM y disminuir la tensión generada alrededor del conflicto en amplios segementos de la sociedad, el capítulo sobre la liberación de los estudiantes es un asunto de primera importancia.

De la Fuente declaró que seguirá insistiendo ante el Poder Judicial para que los universitarios detenidos sean tratados con benevolencia. No se trata de defender la impunidad, sino de alcanzar la reconciliación, dijo.

El prestigioso escritor Carlos Fuentes exhortó a "liberar a los estudiantes presos". "No se puede acusar indiscriminadamente de despojo y mucho menos de terrorismo y motín a alumnos con los que la autoridad dialogó durante meses", sostuvo.

"Los interlocutores de ayer no pueden ser, súbitamente, los criminales de hoy. Si lo eran ayer, debió procederse contra ellos entonces. Lo que no se acepta es la aplicación discrecional de la ley o su carácter retroactivo", agregó Fuentes.

El historiador Enrique Krauze destacó que éste "es el momento de la generosidad" y de descartar imputaciones excesivas en aras de la reconciliación.

La salida de las fuerzas policiales del campus universitario se da en medio de un escenario de "equilibrio inestable", que dificulta a las autoridades de la UNAM la conducción del regreso a clases, señaló el politólogo Alfonso Zárate.

El problema que afectó a unos 300.000 alumnos y a cerca de 5.000 académicos y los focos guerrilleros que persisten en el sur de México "envían un claro mensaje de que el tipo de modernización está generando un país de perdedores y ganadores", añadió Zárate.

El detonante de la huelga fue el rechazo al aumento a las cuotas de incripción a la UNAM, dispuesto en marzo de 1999, pero en el fondo subsiste una profunda irritación social, afirmó el politólogo.

Según cifras oficiales, México comenzó 2000 con 33 millones de hombre y mujeres sin educación básica, y a ese rezago se añaden cada año 800 jóvenes que no logran concluir sus estudios primarios.

La salida de la policía representó la resolución de la huelga, pero el conflicto que marcó la peor y más prolongada crisis en casi cinco décadas de historia de la UNAM persiste, advirtió Zárate.

Con una comunidad universitaria fragmentada, De la Fuente se apresta a reconstruir el tejido interno de la institución, en medio del clamor por que se realice un congreso para reformar a fondo a la UNAM.

La celebración del congreso, una de las demandas de los huelguistas retomada por la Rectoría en diciembre, debe ser la tribuna en la que "los descontentos vuelvan a expresar sus demandas", señaló Fuentes.

Al respecto, De la Fuente situó al celebración del congreso como el primer instrumento para reformar a la UNAM, en aras del fortalecimiento académico de la institución.

Descabezado, el Consejo General de Huelga se empeña en reorganizarse y advierte, "desde el exilio", que la protesta no se ha levantado y "la lucha sigue". (FIN/IPS/pf/mj/ed ip/00

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