Las gestiones de Rusia para que la ONU levante las sanciones impuestas a Iraq casi fracasaron luego de que un barco petrolero ruso fuera detenido en el Golfo de Omán por la sospecha de que transportaba productos iraquíes de contrabando.
El día 2, el barco de guerra estadounidense Monterey detuvo al petrolero ruso Volgoneft-147 y requisó para su posterior análisis muestras de la carga de petróleo que llevaba la nave.
El barco de guerra integraba una fuerza multinacional encargada de impedir el contrabando de y hacia Iraq de productos que estuvieran prohibidos por las sanciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) impuestas a Bagdad tras la invasión iraquí a Kuwait en 1990.
Los técnicos estadounidenses aseguran que las muestras requisadas corresponden a petróleo iraquí. Pero la firma propietaria del barco ruso, Transpetro Volga, insiste que el cargamento era lícito y de origen iraní.
Moscú afirmó que no es responsable de las acciones de una compañía privada, pero de todas maneras protestó formalmente para que se libere al barco petrolero. El gobierno ruso también insistió en que expertos independientes hagan un segundo análisis de las muestras.
Para subrayar la molestia de Moscú por el incidente, la Marina rusa habría hecho pública su intención de enviar una nave de reconocimiento al mar Mediterráneo.
Los analistas políticos sostienen que Moscú tiene interés en reanudar sus tradicionales vínculos con Bagdad para que las compañías rusas aprovechen los lucrativos proyectos de petróleo iraquí. Algunas firmas ya habrían firmado acuerdos con Iraq que se concretarán en el futuro.
Rusia, un importante proveedor de armas de Iraq en la época soviética, también procura que Bagdad finalmente le pague las deudas que datan de esos años, calculadas en 7.000 millones de dólares.
Las sanciones de la ONU prohíben que Iraq exporte petróleo más allá de un límite permitido para financiar provisiones humanitarias.
El pacto de petróleo por alimentos de la ONU logrado en diciembre de 1996 permite a Iraq exportar 2.000 millones de dólares de petróleo cada seis meses para financiar las importaciones de alimentos y fármacos.
Rusia es uno de los países que aboga para que se retiren las sanciones contra Iraq, aunque Moscú precisó que no comenzará a trabajar con Bagdad hasta que se retiren las sanciones.
Iraq también dejó en claro que, cuando finalmente se levanten las sanciones, dará prioridad en sus relaciones a aquellos países cuyos gobiernos apoyaron la posición iraquí.
El premio, afirman los analistas, será la oportunidad de participar en los yacimientos iraquíes, que se estiman en unos 300.000 barriles de petróleo.
Se dice que 11 compañías petroleras rusas adquirieron crudo a la compañía estatal iraquí SOMO por el acuerdo de petróleo por alimentos.
Las firmas en cuestión son la estatal Zarubezhneft que coordina las ventas a Iraq, Lukoil, la principal petrolera rusa, Onako, Sidanko, Sibneft, Alfa Eko, Zarubezhneftegazstroi, Mashinoimport, Rosneft, Nafta-Moskva y MES.
"Trabajamos para desarrollar nuestra cooperación lo más posible mientras las sanciones sigan en pie, y para que los acuerdos se firmen sin demoras y se comience a trabajar de inmediato una vez que se retiren", dijo Sergei Omelchenko, portavoz de Zarubezhneft.
Iraq y el consorcio dirigido por Lukoil, integrado también por Zarubezhneft y Mashinoimport, firmaron en marzo de 1997 un contrato para explotar el yacimiento de Qurna occidental.
El acuerdo de 3.500 millones de dólares permitirá al grupo ruso explotar el yacimiento estimado entre siete y ocho mil millones de barriles de petróleo.
Pero Omelchenko argumenta que el proyecto sólo se desarrollará una vez que se retiren las sanciones de la ONU.
"Lukoil está lista para comenzar a extraer el petróleo de Qurna occidental", declaró el vicepresidente de la firma, Leonid Fedun. El ejecutivo dijo a IPS que su compañía podrá producir entre 20 millones y 30 millones de toneladas de petróleo por año en Iraq.
En 1999, Lukoil, con sus reservas de 15 mil millones de barriles de petróleo, extrajo unas 68 millones de toneladas de crudo, o aproximadamente 25 por ciento de la producción total de Rusia.
Lukoil declaró ganancias pre-impuestos de 1.000 millones de dólares en ese período. Bagdad espera que Rusia presione para que se retiren las sanciones contra Iraq, que actualmente prohíben el comercio con ese país.
Lukoil exhortó a la cancillería rusa a presionar más activamente contra las sanciones económicas de la ONU, señaló Fedun.
Pero a la luz del incidente de contrabando de petróleo iraquí, los analistas señalan que la diplomacia rusa tendrá dificultades para luchar contra las sanciones.
Así mismo, Moscú y los países occidentales tienen una histoira de discrepancias por Iraq.
Rusia criticó en reiteradas ocasiones los ataques con misiles de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Iraq en los últimos años porque, aseguró, esas acciones violan la Carta de la ONU.
Moscú también cuestionó el papel de los inspectores de la ONU encargados de verificar la eliminación de las armas de destrucción masiva de Iraq. (FIN/IPS/tra-en/sb/sm/aq/ip-if/00