La Organización Mundial del Comercio (OMC) estableció las bases generales sobre las que se iniciarán las negociaciones multilaterales para la ampliación del proceso de liberalización del comercio en las áreas de servicios y agricultura.
Aunque las decisiones adoptadas se refieren solo a cuestiones procesales y aplazan el debate de los problemas de fondo, algunos representantes de los 135 estados miembros de la OMC hicieron notar que se trató de un primer acuerdo después del derrumbe causado por el fracaso de la conferencia ministerial de Seattle.
El Consejo General aprobó que las negociaciones de servicios se efectuarán en sesiones especiales del Consejo de Comercio y Servicios, a partir de la primera sesión prevista de ese organismo, en la cuarta semana del presente mes.
En cuanto a las negociaciones sobre agricultura, la OMC decidió que se desarrollarán en el Comité de Agricultura, también en sesiones especiales, desde la semana que comienza el 20 de marzo.
Mientras se desenvuelvan las negociaciones, los dos organismos continuarán con la atención de sus misiones específicas, que consisten en el control de la aplicación de los acuerdos y compromisos multilaterales concertados con anterioridad en los dos rubros.
El criterio escogido desatendió una propuesta del bloque del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que recomendaba el establecimiento de dos marcos de negociación, uno en agricultura y otro en servicios, dependientes del Consejo General de la OMC o de un comité de negociaciones comerciales.
Las decisiones adoptadas el lunes atañen a meros aspectos de procedimientos que amenazaban con retardar la iniciación de unas negociaciones que habían sido mandatadas por los acuerdos adoptados en la Ronda Uruguay (1986-1994).
Las resoluciones del Consejo General dejan pendientes las cuestiones de fondo, principalmente en materia de agricultura, sobre la apertura de los mercados y la reducción de las subvenciones a la producción y a la exportación de bienes agrícolas.
En el terreno agrícola, uno de los rubros más atrasados en la liberalización que se viene imponiendo al comercio hace al menos dos décadas, se enfrentan posiciones de países o bloques con políticas proteccionistas con otros que propician la eliminación total de barreras y subsidios.
En el primer grupo de proteccionistas figuran la Unión Europea, Japón, Noruega, Suiza y Corea del Sur. El otro bando congrega a Estados Unidos y al Grupo de Cairns, que reúne a países exportadores agrícolas con muy baja o nula intervención estatal en el comercio o la producción.
Otro grupo de naciones, entre las que figuran una mayoría de países en desarrollo, se opone también al proteccionismo, pero reclama atención especial a los estados importadores netos de productos agrícolas y la cuestión de la seguridad alimentaria.
El director general de la OMC, Mike Moore, celebró las coincidencias alcanzadas porque representan "progresos en todos los frentes". La OMC ha vuelto al trabajo, dijo en una rueda de prensa.
Las disidencias verificadas en diciembre durante la conferencia de Seattle hicieron temer por el futuro de las negociaciones multilaterales de liberalización del comercio que coordina la OMC.
Pero Moore describió un clima de entendimiento diferente percibido en las sesiones del Consejo General de este lunes. Las reuniones fueron constructivas, con una actitud de colaboración y de unidad por parte de representantes y países, dijo el jefe de la OMC. (FIN/IPS/pc/mj/if/00