INDIA: Voto regional y de casta predomina en elecciones estatales

El resultado de las elecciones de asambleas (parlamentos) estatales en India el domingo mostró una tendencia a la fragmentación de la ciudadanía por región y por casta, más que un auténtico federalismo, afirmaron los analistas.

En los estados orientales de Bihar y Orissa, el septentrional de Haryana y el nororiental de Manipur menguó el apoyo de los votantes a los dos grandes partidos nacionales, el gobernante y fundamentalista Partido Bharatiya Janata (BJP, Nacionalista Hindú) y su principal rival, el Partido del Congreso.

En Bihar, la Alianza Democrática Nacional, conducida por el BJP del primer ministro Atal Bihari Vajpayee, no logró superar al partido Rashtriya Janata Dal, que ha gobernado durante más de diez años en ese estado, uno de los más poblados del país.

La Alianza Democrática Nacional, una laxa coalición de 24 partidos regionales y de derecha, formada antes de las elecciones generales de octubre del año pasado, logró que Vajpayee y su BJP conservaran el gobierno, pero en aquellos comicios y en los del domingo fue claro el avance de las fuerzas regionales.

Tras manifestar su firme rechazo al Partido del Congreso, los votantes comienzan a volverse también contra el BJP, señaló C. P. Bhambri, un destacado profesor de política quien integra en la actualidad la Comisión de Becas Universitarias.

El Partido del Congreso condujo al país a la independencia en 1947 y mantuvo el monopolio del poder durante varias décadas, pero ha sufrido una creciente declinación desde los años 90, cuando los electores comenzaron a manifestar su preferencia por el BJP o por partidos regionales.

"Estamos viendo una segunda fase de la desilusión de los votantes con los grandes partidos nacionales, y ahora es el turno del BJP", comentó Bhambri.

La mayoría de los electores ratificaron que prefieren al BJP al Partido del Congreso, pero mostraron que desean gobernantes con fuertes identidades regionales, y orientaron su voto de acuerdo con criterios de casta o comunitarios cuando pudieron hacerlo, apuntó.

Bhambri afirmó que esa tendencia explica el extraordinario éxito en octubre del Partido Telugu Desam, que gobierna el estado meridional de Andhra Pradesh y es el mayor aliado del BJP en la Alianza Democrática Nacional, pero reivindica su "equidistancia" de los dos grandes partidos nacionales.

En forma similar, el partido Dravida Munnetra Kazhagam, que gobierna el estado meridional de Tamil Nadu, se opone tanto al predominio en el país de la región septentrional como al fundamentalismo del BJP, pero integra la Alianza Democrática Nacional debido a su rivalidad con el Partido del Congreso.

A medida que el Partido del Congreso siga declinando y el BJP ocupe su lugar, los partidos regionales y sus seguidores verán con mayor aprensión el predominio de los fundamentalistas en el gobierno nacional, aseguró Bhambri.

Ese proceso se manifestó con claridad en Orissa, donde el partido regional Biju Janata Dal no sólo derrotó al antes gobernante Partido del Congreso, sino que también superó al BJP, logrando bancas suficientes para gobernar por sí solo ese estado, que fue arrasado por un ciclón en octubre.

Naveen Patnaik, líder del Biju Janata Dal y próximo jefe de gobierno de Orissa, ha enfatizado que su partido defiende el laicismo pese a su incómoda alianza con el BJP.

En el estado de Haryana, dedicado en forma predominante a la producción agrícola, el partido regional Lok Dal Nacional Indio también es aliado del BJP, pero anunció que su líder, Om Prakash Chauthala, será jefe de gobierno apoyándose en sus propias fuerzas.

Bhambri señaló que en las elecciones del domingo se manifestó una clara tendencia al voto "fragmentado", ya que los ciudadanos prefirieron apoyar a candidatos de su propia casta o corriente religiosa, y advirtió que eso atenta contra el auténtico federalismo.

El experto afirmó que las principales fuerzas en la actual política india son la identidad de casta y el fundamentalismo religioso hindú.

En Bihar, el partido Rashtriya Janata Dal obtuvo 123 de las 324 bancas en la asamblea estatal, tantas como el BJP, pese a que su líder, el carismático Laloo Prasad Yadav, había sido acusado de graves actos de corrupción.

El Rashtriya Janata Dal está al frente de una sólida alianza entre musulmanes e integrantes de la influyente casta de campesinos yadvas, que predomina en Bihar y el vecino Uttar Pradesh, los dos estados más poblados de India, que suman 270 millones de habitantes.

"La identidad de casta es más importante para los votantes que la corrupción" comentó Prabhu Chawla, editor del popular semanario oficialista India Today, durante un programa de televisión en el cual se analizó el resultado de las elecciones.

Yadav confiaba en que contaría con el apoyo del Partido del Congreso debido a su laicismo, pero sus seguidores temían que los integrantes de las castas más poderosas rechazaran esa alianza y se unieran al BJP.

En Uttar Pradesh, el Partido del Congreso y el BJP fueron derrotados por el partido regional Samajwadi, conducido por el ex jefe de gobierno estatal Mulayam Singh Yadav, que representa los mismos intereses que el Rashtriya Janata Dal.

El resultado electoral del domingo mostró que el futuro de las fuerzas nacionales depende de su capacidad de forjar alianzas con partidos regionales y de su receptividad ante intereses de casta. El monolítico Partido del Congreso no logró articular alianzas beneficiosas y eso le costó una clara derrota en octubre y el domingo.

El BJP, en cambio, cuenta sólo con 182 bancas propias en la Lok Sabha, cámara baja del parlamento donde se aprueban las leyes, pero gobierna con comodidad mediante alianzas con fuerzas regionales, pese a que muchas de ellas se oponen a su fundamentalismo hindú y a sus políticas nacionalistas a ultranza.

"Es claro que tanto el BJP como el Partido del Congreso deben considerar en forma cuidadosa sus futuras estrategias para sobrevivir a la oleada de regionalismo en gran parte del país", comentó Arati Jerath, editor político del diario Indian Express, uno de los de mayor circulación.

La tendencia al regionalismo puede acabar con el amplio predominio sobre los estados de las autoridades nacionales, que se apropian de la mayor parte de la recaudación de impuestos y pueden destituir a gobernantes estatales elegidos por voto popular.

Los partidos regionales, con independencia de su alineación en el escenario político nacional, no sólo reclaman acceso a más fondos sino también una mayor participación en las políticas de desarrollo, y varios de ellos están negociando préstamos con el Banco Mundial por su cuenta. (FIN/IPS/ra-en/rdr/an/mp/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe