Delegados de unos 40 países, entre ellos ministros de educación y asuntos sociales, se reunirán este domingo en la capital de Polonia para analizar la evolución que tuvo el sistema de enseñanza europeo en la última década.
La reunión, que conluye el martes, es una de las conferencias regionales que se celebran en Africa, América, Asia y Europa como parte de la evaluación recomendada por la Conferencia Mundial sobre Educación para todos, celebrada en Jomtien, Tailandia, en 1990.
En Jomtien, unos 155 países se comprometieron a ofrecer a sus ciudadanos educación primaria universal y a reducir sustancialmente el analfabetismo para fines de la década.
El resultado de las evaluaciones regionales se presentarán en el Foro Mundial de Educación que se celebrará en Dakar, Senegal, en abril.
Los organizadores de la conferencia señalaron este viernes que el sistema educativo de Europa central y oriental "ha sido removido hasta los cimientos por la crisis que atraviesa la región".
La educación básica sigue siendo, más o menos, accesible a todos, pero su calidad y funcionamiento fueron perjudicados desde que se disolvió la Unión Soviética a principios de los años 90.
"Con el comunismo, la educación de buena calidad y gratuita fue una gran conquista para toda la región. Por esta razón es más difícil aceptar la decadencia actual", comenta el informe regional "¿Educación para Todos?", producido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En varios países, los maestros no reciben sus salarios por meses. En Bulgaria, Lituania y Moldavia, los sueldos ahora constituyen la tercera parte de lo que eran en 1990. El costo de la enseñanza, aunque sigue siendo relativamente bajo, supera el poder adquisitivo de las familias pobres.
Sólo los hijos de quienes están en mejor posición económica se benefician de las ventajas que anteriormente eran gratuitas y accesibles a todos.
En Rusia, los maestros no reciben sus salarios hasta por un período de 10 meses y se ven obligados a hallar un segundo empleo para pagar las cuentas.
"En consecuencia, ya no les queda tiempo para brindar a sus alumnos una enseñanza de calidad", advierte el informe.
Muchos maestros abandonan la profesión. El reclutamiento de los maestros pronto se limitará a hombres o mujeres que sólo son motivados por el retiro y las prestaciones sociales.
En los Balcanes, el impacto de la guerra interfirió en gran medida con la educación de miles de niños y niñas. Estos países sufrieron el desplazamiento de sectores de población y debieron adaptar sus sistemas de enseñanza a los miles de refugiados menores de edad que recibieron.
En Bosnia Herzegovina, por ejemplo, la mayoría de las escuelas resultaron dañadas por la guerra. En Kosovo, los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte dañaron a 668 escuelas y destruyeron a 135, la mitad del total.
En Serbia y Vojvodine, 242 escuelas primarias quedaron destruidas.
Pero la educación básica también tiene problemas en los países ricos. Por ejemplo, 25 por ciento de la población adulta europea tiene dificultades para leer y escribir.
Eso significa que no pueden comprender o usar la información de folletos, mapas, horarios de trenes o instrucciones de electrodomésticos de la casa. Ningún país es inmune al "analfabetismo funcional", como se lo denomina.
Uno de los objetivos del proyecto "Educación para Todos" es eliminar el analfabetismo funcional, pero sólo un puñado de países investigaron al respecto y la información estadística necesaria para comprender el alcance del problema sigue siendo insuficiente.
"Pero no todas son malas noticias. La conferencia y la reunión de Dakar se deben ver como una oportunidad dorada para mejorar la planificación de la educación", comentó Robert Fuderich, de Unicef.
Los delegados reunidos en Varsovia presentarán propuestas para superar la gran cantidad de problemas revelados por los informes de los respectivos países participantes. (FIN/IPS/tra-en/ys/sm/aq/ed/00