DROGAS: México asegura nueva certificación de Estados Unidos

Autoridades de Estados Unidos avalaron el trabajo y la cooperación de México en la lucha contra el narcotráfico, una compleja y costosa tarea que no alcanza el éxito deseado.

Delegados de ambos países destacaron lo positivo del trabajo antidrogas y anunciaron un nuevo golpe contra las mafias, en una reunión similar a las realizadas en años anteriores y que parece una rutina previa al examen que cada marzo hace Washington, cuestionado por México, pero siempre aceptado desde 1986.

La certificación está en puerta, por eso las reuniones y los anuncios de esta semana de funcionarios de los dos países, que comparten estrategias en la lucha contra el narcotráfico, y que además son socios, junto a Canadá, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, dijo el experto Jorge Fernández.

El jefe de la oficina de política nacional contra las drogas de Estados Unidos, Barry MaCaffrey, se reunió entre el martes y el jueves en México con funcionarios de este país para informarse sobre las acciones antinarcótico en la frontera con Guatemala.

MaCaffrey declaró que las relaciones entre Washington y el gobierno de Ernesto Zedillo son excelentes.

"México está preparado para luchar contra el crimen organizado, en especial el tráfico de cocaína", dijo el funcionario estadounidense, luego de felicitar a este país por la tecnología que ahora utiliza, como rayos X, satélites y sofisticados sistemas de comunicación, entre otros.

En forma paralela, el Departamento de Estado de Estados Unidos elogió a la Armada mexicana por decomisar 2,5 toneladas de cocaína de un barco pesquero, en lo que fue la quinta acción de su tipo desde enero.

En lo que va del año ya se han requisado 28 toneladas de esta droga, solo en alta mar.

Washington "aplaude el récord de decomisos realizados en las costas mexicanas y elogia al gobierno y, en especial, a la Armada de México y al Servicio de Guardacostas de Estados Unidos por esta excepcional cooperación marítima", señaló un comunicado oficial de la Casa Blanca.

México triplicó los recursos para el combate contra las drogas entre 1985 y 1989 y lo volvió a triplicar en la década siguiente, lo cual es "particularmente asombroso en momento de profundos recortes presupuestarios", apuntó un estudio del Consejo del Pacífico sobre Política Internacional difundido este mes.

Cifras oficiales indican que este país dispuso para el 2000 un presupuesto antidrogas de unos 430 millones de dólares, más del doble que el año anterior.

El Consejo del Pacífico, en el que participan empresarios e investigadores mexicanos y estadounidenses, señaló que, no obstante los gastos y esfuerzos realizados hasta hoy por México, las acciones contra las drogas, "no han hecho mella alguna en este negocio multimillonario".

El FBI (la policía federal de Estados Unidos) afirma que en México operan siete de las 12 principales organizaciones de narcotráfico del mundo, mientras estudios de la estadounidense Universidad de Illinois aseguran que la "industria de la droga" genera ingresos por 30.000 millones de dólares anuales.

Este país se transformó en el primer comprador de armas de América Latina, con 306 millones de dólares anuales, afirmó en 1999 el Instituto de Investigaciones para la Paz de Estocolmo, fundación independiente que atribuye el aumento del gasto a la aparición de la guerrilla, delincuencia y traficantes de droga.

Funcionarios de México y Estados Unidos comparten la visión de que es necesario atacar con todo el poder militar y policial posible a los narcotraficantes, pero al mismo tiempo reconocen que esas organizaciones son un poder multimillonario muy difícil de derrotar, ya que cambia mucho de caras, formas y estrategias.

Los planes para cerrar las fronteras al ingreso de drogas son limitados y hasta ahora no han logrado evitar que 70 por ciento de la cocaína que se consume en Estados Unidos, el mayor demandante de drogas del mundo, continúe llegando desde México.

Tampoco se logró impedir, a pesar de que en los últimos cinco años México detuvo a 53.000 personas acusadas de narcotráfico y decomisó más de 5.500 toneladas de diferentes estupefacientes, que las mafias se mantengan activas y que permanezcan libres varios de sus líderes.

Mayté Cárdenas, del Centro de Investigación y Docencia Económica, entiende que el endurecimiento progresivo de los controles, estrategia que Estados Unidos promueve con entusiasmo, no ha terminado ni terminará con el narcotráfico.

Pero Estados Unidos y México se niegan a considerar cualquier posibilidad de despenalizar el uso de algunas drogas, estrategia recomendada por algunos expertos para frenar a los mafiosos, e insisten en perseguir a los narcotraficantes con todo y apostar por el éxito de algunos programas de prevención de uso de drogas.

El gobierno de Zedillo rechaza el examen antidrogas de Estados Unidos, aduciendo que se trata de una acción unilateral que viola la soberanía de su país y otros, pero por estas fechas, cada año, como sucedió ahora, se reúne con sus socios, recibe felicitaciones por su cooperación y luego es certificado. (FIN/IPS/dc/dm/ip/00

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