América Central constituye un corredor por el que cada año transitan más de 150 toneladas de cocaína en su camino a Estados Unidos, cuyo gobierno destina más de 110.000 millones de dólares al combate y prevención del consumo de drogas.
Por este motivo, representantes de la agencia antidrogas (DEA) y del Departamento de Defensa (Pentágono) estadounidense manifestaron en la capital de Costa Rica su apoyo la firma de un nuevo tratado regional antidrogas.
"Ninguno de nosotros puede luchar contra las drogas por su propia cuenta. La colaboración regional debe privar", declaró en San José Ana María Salazar, subsecretaria del Departamento de Defensa de Estados Unidos, país donde en 1998 murieron unas 14.000 personas a causa del consumo de estupefacientes.
Salazar anunció que su gobierno apoyará las actividades que los países de América Central emprendan en conjunto e individualmente y que respetarán la soberanía y la integridad de las naciones centroamericanas.
Las autoridades estadounidenses expresaron que darán un apoyo especial a América Central en la batalla contra las drogas. Sin embargo, se abstuvieron de informar a cuánto ascendería la ayuda económica.
El texto de un futuro tratado regional antidrogas ya fue elaborado en la Primera Cumbre regional contra la Narcoactividad y la Corrupción que se celebró en San José la semana pasada.
En las próximas semanas, el presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, presentará a sus homólogos del área el texto y se prevé un fuerte debate regional.
"Ya redactamos un borrador y ahora le toca a los congresos de cada país del área estudiarlo, modificarlo y aprobarlo, pero este primer paso es un gran logro", comentó a IPS Carlos Vargas Pagán, presidente del Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica (Foprel).
El borrador del tratado consta de tres partes en las que se declara al narcotráfico un delito de lesa humanidad, se establecen sanciones a los traficantes y se establecen medidas policiales conjuntas en la región.
"A la hora de llevar un proyecto de este tipo a la práctica lo difícil estará en uniformar las políticas antidrogas de los países centroamericanos, que, dicho sea de paso, son muy disímiles", expresó Juan Duch, presidente del parlamento de El Salvador.
El proyecto del tratado propone crear una Intendencia Centroamericana de Policía, una autoridad supranacional que dirigiría las operaciones policiales contra el narcotráfico en el istmo.
Esa Intendencia tendría un pequeño número de funcionarios permanentes, que trabajarían en conjunto con unidades de cada país centroamericano que colaborarían entre sí y unirían sus fuerzas para ciertas operaciones conjuntas.
David Gaddis, jefe de sección regional de la DEA, expresó que América Central se ha vuelto un dolor de cabeza pues se ha convertido un centro de almacenaje y un corredor por donde pasa 55 por ciento de la droga que ingresa a Estados Unidos.
El problema es que cuando los operativos antidrogas se concentran en una región, los narcotraficantes cambian rápidamente de ruta, ya sea por aire, mar o tierra, agregó Gaddis.
El borrador del tratado centroamericano detalla una serie de penas para el narcotráfico, entre ellas, 15 años de prisión para quien sin autorización legal distribuya, comercie, produzca, transporte, almacene o venda drogas.
También establece una sanción de 12 años para quien construya o facilite el uso de pistas de aterrizaje o sitios de atraque, para que sean utilizados en el transporte de dinero o bienes provenientes del narcotráfico. (FIN/IPS/nms/mj/ip/00