La globalización rara vez toma en cuenta el saber y las innovaciones de las comunidades rurales, pero este será el tema central de la Segunda Conferencia de Conocimiento Mundial que se realizará en la capital de Malasia del 7 al 10 de marzo.
La reunión es organizada por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo con sede en Roma perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas.
Luciano Lavizzari, de FIDA, dijo que, como depositario del conocimiento para el desarrollo, mejorar la vida, reducir la pobreza y fortalecer a la gente, el fondo desempeñó un importante papel en la planificación y organización de la conferencia, en estrecha colaboración con el gobierno malasio.
Más de 1.400 personas, representando a los sectores públicos y privados, organizaciones no gubernamentales (ONG) y agencias internacionales se encontrarán en Kuala Lumpur para determinar las estrategias que pongan las herramientas de la era de la información al alcance de los países en desarrollo.
Miembro activo de la Asociación de Conocimiento Mundial (GKP), el fondo cree firmemente que el saber y las innovaciones de las poblaciones rurales se deben fomentar y aprovechar de manera más sistemática por el gran aporte que significan para el proceso de desarrollo, dijo Lavizzari.
La GPK emergió de la colaboración de numerosas organizaciones para patrocinar la conferencia de Conocimiento Mundial de 1997, que con el título "Conocimiento para el Desarrollo en la Era de la Información", se celebró en Toronto, Canadá.
Como una de las diversas iniciativas para destacar y crear conciencia sobre la importancia del uso del saber de las poblaciones rurales, FIDA organizó una competencia internacional para revelar los conocimientos de comunidades de base a través de sus proyectos.
Un total de 172 aportes fueron recibidos de 28 proyectos en 26 países, que fueron examinados por una ONG india, la Sociedad de Investigación e Iniciativas para Tecnologías e Instituciones Sustentables (SRISTI), con sede en Ahmedabad.
La investigación de SRISTI puso énfasis de qué manera el saber de las poblaciones rurales se puede emplear para el desarrollo, y cómo sus sistemas de sabiduría asociada ayudan a vincular la ética con la eficiencia, excelencia, igualdad y el ambiente.
Tres aportes de India, Kenia y Uganda fueron seleccionadas como especialmente significativas. FIDA apoyó financieramente a los autores de las propuestas para que participen en la conferencia de Kuala Lumpur.
Una ceremonia de premiación tendrá lugar durante una Sesión de Intercambio de Conocimientos organizada por el fondo. En esa ocasión, los ganadores presentarán y discutirán sus iniciativas con una audiencia más amplia, dijo Lavizzari a IPS.
Las otras iniciativas se incluirán en un banco de datos y se presentarán en una exposición que FIDA instalará en la Feria de Conocimientos en Kuala Lumpur como parte de la conferencia.
El ganador de Uganda es un campesino llamado Avta Deogratias, que participa en el Proyecto de Desarrollo de Aceite Vegetal del FIDA.
Extendiendo hojas frescas de lantana camara, considerada en muchas partes del mundo como una cizaña, entre batatas en conservación, logró prolongar su plazo de almacenaje por varios meses.
La innovación, basada en conocimientos tradicionales, brinda a las familias la posibilidad de preservar sus principales fuentes de sustento.
El segundo ganador es Morris Nyaga Rucha, un campesino de Kenia en otro proyecto de FIDA. Presentó una hierba medicinal que aliviará a campesinos pobres y sus animales diezmados por enfermedades. Morris dijo que aprendió de su padre, que tambien fue herborista.
El tercer galardonado, Shir Jayant Dattatreya, pertenece al Proyecto Maharashtra de Crédito Rural en India, que cuenta con la asistencia de FIDA. El encontró la manera de prolongar la vida de las hojas de betel con el uso de leche.
Las hojas de betel envueltas en telas son sumergidas en una solución de leche fresca y agua. Luego son almacenadas en cajas de bambú. Mediante ese sistema la vida últil de las hojas se prolonga un 25 por ciento.
La importancia de aplicar ese conocimiento tradicional reside en el hecho de que las hojas de betel se mastican después de la comida por sus propiedades digestivas. El mayor tiempo de conservación amplia las perspectivas de mercado.
Entre los 10 mejores aportes sobre conocimientos e innovaciones en el concurso de FIDA figura uno de Etiopía. Un granjero encontró la forma de tratar animales con "bole", de color cremoso y propiedades similares a un mineral.
Este se obtiene directamente de los pozos en las granjas y se usa sobre todo para curar parásitos internos, mejorar las condiciones corporales y los hábitos de alimentación.
Otro campesino, Olato Bazil, de Uganda, logró desarrollar un cemento casero que constituye un material de construcción muy económico y que se puede adoptar para diversas aplicaciones, así como generar medios alternativos de subsistencia. (FIN/IPS/tra-eng/jcm/sm/ego/aq/dv/00