Propuestas planteadas en la X UNCTAD fortalecen demandas de participación de la sociedad civil en las negociaciones económicas, condición que no se cumple en la construcción del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), advirtió hoy una organización no gubernamental en esta capital.
Coral Pey, directora de la Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable, sostuvo que los gobiernos del continente y en particular el chileno no consultan a la ciudadanía ni a pequeños y medianos productores, haciendo prevalecer intereses transnacionales en los acuerdos de comercio.
En ese sentido, son aplicables en el proceso del ALCA los señalamientos que Rubens Ricupero, secretario general de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en el décimo período de sesiones de este organismo, que se celebra desde el sábado en Bangkok, indicó Pey a IPS.
La Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable es una coalición de grupos civiles y ambientalistas que integra el movimiento continental de rechazo al ALCA, cuya creación, planteada en Miami en 1994, fue puesta en marcha en la II Cumbre de las Américas, celebrada en Chile en 1998.
Tanto Ricupero como el viceprimer ministro de Tailandia y presidente de la UNCTAD X, Supachai Panitchpakdi, subrayaron en Bangkok la importancia del papel que juega la sociedad civil en los esfuerzos por combatir la pobreza y alcanzar un nuevo orden económico internacional más justo.
La reunión del organismo de Naciones Unidas tiene como sede la capital de Tailandia, país donde estalló en julio de 1997 la crisis asiática, cuya expansión a todo el mundo en desarrollo durante 1998 y parte de 1999 generó una recesión internacional que agravó los problemas de pobreza.
El presidente saliente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, reconoció el domingo en Bangkok las consecuencias de la crisis y admitió "errores" cometidos por su institución, aunque en líneas generales defendió las medidas que tomó el sistema financiero internacional ante la recesión.
El FMI, el Banco Mundial, la banca privada y los gobiernos apuestan a que 2000 será un año de reactivación de la economía, sobre todo en América Latina, y en este contexto se espera una reanudación de las negociaciones del ALCA, relegadas a un segundo plano y virtualmente paralizadas durante la crisis.
Pey apuntó que las crisis tenderán a reproducirse, independientemente de estas fases de reactivación, porque hay elementos objetivos que muestran la incapacidad de la apertura comercial indiscriminada promovida por la globalización para resolver los problemas económicos.
"El movimiento desregulado de capitales en países como Chile, Brasil y México ha hecho que las inversiones crezcan hasta tres o cuatro veces. Sin embargo, el desempleo se ha duplicado. La globalización y las actuales formas de negociación tienen consecuencias sociales no resueltas", sostuvo la dirigente.
La Red Chilena por un Comercio Justo y Responsable y sus similares en los demás países americanos postulan que debe decretarse una moratoria en las negociaciones del ALCA para realizar un proceso de evaluación de los impactos de la última crisis en el cual participe la sociedad civil.
"Seattle fue un hito en ese sentido", destacó Pey, aludiendo a las protestas populares de noviembre de 1999 durante la tercera conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en esa ciudad estadounidense, que fracasó en su propósito de lanzar la llamada "Ronda del Milenio" de negociaciones.
Pese a la lección de Seattle y las exhortaciones de la UNCTAD, "los diseños gubernamentales continúan como si nada, con las mismas pautas de negociaciones comerciales, en que las ofertas de participación a la sociedad civil son sólo buenas intenciones", añadió la activista.
Pey dijo que el canciller chileno Juan Gabriel Valdés acordó en diciembre con la Red y otros grupos de la sociedad civil la instalación de mesas de trabajo y el establecimiento de mecanismos de consulta, pero hasta la fecha las organizaciones no han sido convocadas a una reunión.
El modelo de apertura comercial y desregulación de los mercados financieros está provocando graves daños en algunas áreas, como la pequeña agricultura, que "está condenada a la extinción", sostuvo la dirigente.
Según Pey, el proceso de globalización va contra los objetivos de aumentar el bienestar y la calidad de vida de las personas, que representan el fin último de las políticas económicas y de los sistemas de negociación internacional.
Pese a los reclamos de las organizaciones independientes, los gobiernos parecen decididos a avanzar en los próximos meses hacia la materialización del ALCA, sentando las bases para futuros acuerdos de desgravación arancelaria.
La semana pasada se reunió en Miami el grupo de Acceso a Mercados, integrado por representantes gubernamentales de los 34 países involucrados en el ALCA, que incluye a todas las economías del continente americano, con la sola excepción de Cuba.
En Miami se traspasó la presidencia del grupo de Acceso a Mercados al chileno Sergio Ramos, quien tendrá a su cargo en los próximos 18 meses la tarea de generar acuerdos acerca de los mecanismos de rebaja arancelaria para el futuro tratado continental de comercio. (FIN/IPS/ggr/mj/if/00