COMERCIO: Caída de precios de productos básicos excluye al Sur

La caída del precio de los productos básicos es una grave amenaza para los países menos desarrollados y los excluye del comercio mundial, advirtieron analistas y líderes políticos en la décima conferencia de la UNCTAD, en curso en esta capital.

Esta tendencia no es sólo una cuestión "académica", dado que los ingresos de gran parte de los países más pobres dependen de un número limitado de productos básicos, destacó Moses Ali, viceprimer ministro de Uganda.

Otros delegados de la conferencia, que comenzó el día 12 y terminará el 19, acusaron directamente a los países industrializados de manipular los precios en su favor y negarles acceso al mercado.

"Los precios de los productos básicos están artificialmente deprimidos debido a importantes subsidios en las naciones industrializadas, que protegen su propia fuerza de trabajo de una competencia sana", acusó Hun Sen, primer ministro de Camboya, uno de los 48 países menos desarrollados.

Además, la tecnología moderna e incluso los fármacos están fuera del alcance de los necesitados. "La libre competencia es todavía un camino de una sola dirección", lamentó Hun Sen.

El mundo parece carecer de voluntad para enfrentar el problema, opinó el saudí Abdulaziz Al-Turki, representante de Asia en un simposio sobre productos básicos organizado el domingo por el Fondo Común para los Productos Básicos y la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).

La subsistencia de muchos países en desarrollo depende de los productos básicos, destacó Al-Turki. "Estamos perdiendo el tiempo… El número de naciones menos desarrolladas creció de 25 en 1971 a 48 en la actualidad", advirtió.

A la vez, la participación de esos 48 países en el comercio mundial decayó en las últimas décadas, según el último informe de la UNCTAD.

Según el Fondo Común, de 2.400 millones de personas empleadas en la agricultura en los países en desarrollo, entre 800 y 900 millones obtienen una parte significativa de sus ingresos de la producción de productos de exportación, y en general se trata del estrato más pobre de la población.

Varios expertos participantes de la conferencia promovieron la diversificación vertical y horizontal de los productos y el mayor agregado de valor posible como solución para las naciones menos desarrolladas.

Carlos Fortin, subsecretario general de la UNCTAD, citó el ejemplo de Bangladesh, donde la vestimenta es ahora la principal fuente de divisas en lugar del yute, que "tiene escaso valor agregado y está sujeto a grandes fluctuaciones de precios".

El verdadero problema es la imposibilidad de negociar precios que reflejen la realidad del mercado, señaló Peter Baron, representante de la industria azucarera mundial en el simposio.

"Los precios son negociados políticamente", afirmó, pero también apuntó a la falta de "disciplina" de los productores, que produjo como resultado unos 15 millones de toneladas de excedente de azúcar el año pasado.

"No existen medios legales para sancionar a los infractores", lamentó.

La realidad es que los países en desarrollo pierden cada vez más participación, aun en artículos tradicionales como el café, señaló Robert Mabele, ex director del Departamento de Investigación Económica de la Universidad de Dar-es-Salaam, Tanzania.

"La participación de los países en desarrollo en el comercio de café se redujo de 85 a 66 por ciento. Países como Alemania se volvieron exportadores muy importantes también", señaló Mabele.

El secretario general de la UNCTAD, Rubens Ricupero, destacó el domingo en una reunión con ministros de los países menos desarrollados que la liberalización y la globalización "agregaron una nueva dimensión a los problemas habituales de los proveedores" de productos básicos.

Muchos gobiernos pidieron a los países industrializados que abandonen su doble moral y garanticen en los acuerdos comerciales el pleno acceso de las exportaciones de los países más pobres al mercado.

Pero también es necesario que las propias naciones pobres puedan aprovechar ese acceso, y para ello se precisan estructuras eficientes de producción, capaces de satisfacer la demanda en términos de calidad, costo y distribución.

"Estas necesidades contrastan con las características del sector exportador de los países más pobres: falta de diversificación, falta de preparación empresarial y administrativa, baja capacidad tecnológica, pobre infraestructura física y servicios financieros, de marketing y seguros", destacó Ricupero.

El verdadero desafío de los países pobres consiste en "establecer y mantener el acceso al conocimiento, y mecanismos para aplicarlo eficazmente en la economía doméstica", subrayó el secretario general. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/dv-if/00

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