"Atiendan la pobreza", fue el consejo que recibieron en México los ministros de Finanzas de América por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dos organismos que pardógicamente son acusados por algunos sectores de labrar ese problema.
La recomendación presentada en el marco de la tercera reunión de ministros de América, celebrada el jueves en el lujoso balneario de Cancún, en las costas del Caribe, despertó críticas entre analistas y políticos asentados en México.
Seguidos con atención por ministros, viceministros y delgados de gobiernos, que durante años se han esforzado por cumplir las recomendaciones de ambos organismos multilaterales, los directivos sentenciaron que con pobreza no habrá estabilidad ni desarrollo.
Los gobiernos, en su afán integrador, han olvidado atender a los pobres, dijo el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, mientras su par del FMI, Michael Camdessus, señaló que la tarea "más urgente e impucir la pobreza que sigue afligiendo en América Latina a un número inaceptable de personas".
Alrededor de 175 millones de personas son consideradas pobres en el continente y, dentro de esa cifra, 15 por ciento sufre la miseria, indicó Camdessus.
Por su parte, Wolfensohn sostuvo que "sin atender el problema de pobreza no podemos tener crecimiento a largo plazo, y la inestabilidad social acabará generando problemas de moralidad y justicia".
Un estudio del Strategy Reserch Group de Estados Unidos, publicado el año pasado, señala que 10 por ciento de la población más rica de América Latina percibe ingresos 17 veces mayores a los del 10 por ciento más pobre.
La investigación añade que en los próximos 25 años los ingresos de los grupos sociales medios de la región continuarán erosionándonse, por lo cual los niveles de pobreza aumentarán.
"Las declaraciones de estos señores del FMI y del Banco Mundial, que no son las primeras de su tipo, suenan vacías si se considera que gran parte de la pobreza que existe en América se origina en sus recetas", afirmó a IPS Alejandro Alvarez, maestro de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En tanto, el alemán Heinz Dieterich, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, calificó a Camdessus y Wolfensohn de "cínicos".
"Lo que sucede con el FMI y el Banco Mundial es que ahora se dan cuenta que muchas de sus recetas llegaron a un límite y que deben cambiar algo para no generar estallidos sociales y protestas como en Seattle (Estados Unidos), Ecuador o Davos (Suiza)", declaró Dieterich a IPS.
Pero en Cancún ninguno de los ministros criticó a los directivos ni hubo protestas contra sus políticas. Por el contrario, éstos fueron aplaudidos sonoramente como ocurrió en las dos citas similares anteriores celebradas en Estados Unidos, en 1996, y Chile, en 1997.
En el encuentro ministerial, realizado en el marco del Comité de Asuntos Financieros Hemisféricos creado en 1994, los delegados acordaron profundizar su cooperación para combatir con mayor eficacia los delitos financieros y la inestabilidad de los mercados.
La reunión fue la primera de carácter financiero que se efectúa en América este año.
El último encuentro de este tipo realizado a fines de 1999 en la ciudad estadounidense de Seattle, convocado por la Organización Mundial de Comercio, motivó fuertes protestas de grupos sociales contra las políticas económicas y comerciales de los países industrializados y organismos internacionales.
Otras protestas de similar carácter se registraron en enero en el Foro Económico y Social de Davos, Suiza.
Dieterich sostuvo que el golpe cívico-militar registrado en Ecuador que derrocó al presidente Jamil Mahuad, el mes pasado, fue otro de los eslabones en una cadena de protestas contra las políticas financieras actuales, de las que "son cómplices e impulsores el FMI y el Banco Mundial".
"Los presidentes de los organismos internacionales deben creer que los latinoamericanos somos tontos para no darnos cuenta que la pobreza, que ahora piden combatir, fue generada en gran parte por sus políticas", opinó Beatriz Baños, dirigenta del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática.
Para Ernesto Zedillo, el presidente de México, país anfitrión de esta cita de ministros de Finanzas, la apertura comercial, el ajuste financiero y la globalización son realidades positivas e irreversibles y quienes se manifiestan contra ellas son grupos radicales con "pereza mental".
Sin embargo, Wolfensohn no compartió las ideas de Zedillo al referirse a las protestas de Seatle y Davos.
"No se trata de grupos de radicales nada más, hay algo que está en la base del temor de la gente y por tanto se queja", declaró en Cancún.
"Ustedes como ministros y nosotros como gente que los apoya tenemos que atender este punto, confrontarlo y ver de la mejor manera a la globalización, pues evitarla es imposible", manifestó.
Wolfensohn agregó que lo principal ahora es "valorar el crecimiento para lograr la política focalizada que nos permita atender la deuda social que aún tiene lamentablemente América Latina". (FIN/IPS/dc/dm/if ip/00