El gobierno de Indonesia se enfrenta al desafío de juzgar a sus generales luego que una comisión nacional concluyó que ellos tuvieron un papel fundamental en la violencia desatada el año pasado en Timor Oriental.
Investigadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también implicaron en otro informe publicado el lunes al comando del ejército indonesio en "violaciones a los derechos humanos sistemáticas y generalizadas" en Timor Oriental y propusieron la creación de un tribunal internacional de derechos humanos.
Pero Indonesia rechazó rápidamente la propuesta, y arguyó que sólo las leyes nacionales son aplicables en este caso.
Timor Oriental, una antigua colonia portuguesa, se pronunció el 30 de agosto pasado en favor de la independencia de Indonesia, que lo ocupó brutalmente durante 25 años.
Luego de conocerse los resultados, paramilitares respaldados por el ejrcito indonesio iniciaron una ola de asesinctos y destrucción que causó el desplazamiento de cientos de miles de personas hacia el vecino Timor Occidental, perteneciente a Indonesia.
Miembros de milicias continúan intimidando a los refugiados y utilizan tácticas de terror para impedir que vuelvan a Timor Oriental, denunciaron funcionarios de la ONU.
Entre los generales implicados en el informe de la Comisión para Investigar Violaciones a los Derechos Humanos en Timor Oriental (KPP-HAM) se encuentra el general Wiranto, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, quien según la comisión sabía de la violencia pero no hizo nada para detenerla.
"El general Wiranto está implicado en el informe de KPP-HAM porque, en su calidad de jefe de las Fuerzas Armadas, no hizo nada para detener el caos que resultó en diversas atrocidades y devastó a Timor Oriental", afirmó Carmel Budiardjo, directora del grupo británico de derechos humanos Tapol.
El informe de KPP-HAM recomendó una investigación más profunda sobre otros seis generales, que podrían ser juzgados por violencia masiva en Timor Oriental.
"Si el Fiscal General sigue las recomendaciones de la comisión, Wiranto enfrentará cargos de 'responsabilidad de comando' de acuerdo con las leyes humanitarias internacionales", agregó Budiardjo.
El principio de "responsabilidad de comando", según el artículo 28 del Estatuto Internacional de los Tribunales Penales, responsabiliza a altos oficiales por actos criminales cometidos por sus subordinados.
"La responsabilidad de comando hace inaceptable que el general Wiranto arguya ante un tribunal que no pudo detener los crímenes en Timor Oriental porque fueron motivados por 'factores psicológicos' y él no pudo intervenir", explicó Budiardjo.
El presidente indonesio Abdurrahman Wahid declaró a la prensa en Davos, Suiza, que destituirá a Wiranto del gabinete ministerial si se comprueba su responsabilidad.
"Debemos defender los derechos humanos en Indonesia, cualquiera sean los medios", destacó en Davos, donde asistió al encuentro anual del Foro Económico Mundial.
Interrogado sobre si eso significa destituir a Wiranto, el presidente respondió que sí, sin duda. "Para usar un término amable, le pediré que renuncie", dijo.
Pero en la capital de Timor Oriental, Dili, los líderes de la independencia declararon que no confían en el sistema judicial de Indonesia para | responsables de crímenes contra la humanidad en el territorio.
"Queda por ver si Indonesia colocará los derechos humanos por encima de los intereses nacionales. Para que la investigación tenga un resultado creíble es necesaria la participación internacional", opinó Joao Carrascalao, vicepresidente del Consejo Nacional de Resistencia Timorense.
Arief Budiman, profesor indonesio de la Universidad de Melbourne, concordó con Carrascalao. "No creo que los generales sean juzgados como criminales en una corte civil", expresó.
Budiman cree que fuerzas poderosas actuarán contra el procesamiento penal de altos oficiales militares y que éstos ofrecerán a oficiales medios como chivos expiatorios de los crímenes cometidos en Timor Oriental.
"Los generales dirán que no ordenaron la matanza, o que dieron instrucciones amplias y fueron malinterpretados por sus subordinados, y por eso éstos recibirán el castigo", predijo Budiman.
Sidney Jones, directora del departamento de derechos humanos de la Autoridad Provisoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental (Untaet), consideró imprescindible un tribunal internacional que recuerde al mundo lo que sucedió en el territorio.
"Creo que la necesidad de un tribunal internacional de derechos humanos es enorme, porque sólo con él la gente podrá apreciar realmente la gravedad y la naturaleza sistemática de los abusos cometidos en Timor Oriental", expresó Jones.
Mientras, en Yakarta, la organización indonesia de derechos humanos Solidamor también pidió la instalación de un tribunal internacional, ya sea en Indonesia o en Timor Oriental.
"La corte que juzgue crímenes contra la humanidad no debe ser nacional sino internacional, (…) y en lo posible debería incluir jueces, fiscales y asesores legales de Indonesia y Timor Oriental", declaró Solidamor.
Además, opinó el grupo, un tribunal internacional "restauraría la imagen de Indonesia ante el mundo, tan dañada por las acciones de un puñado de generales en Timor Oriental". (FIN/IPS/tra- en/si/js/mlm/hd/00